Estába esperando en la biblioteca alrededor de diez minutos a que Hwang Hyunjin llegará para preparar nuestro trabajo de historia del arte.
- Siento la tardanza, nena - abrochada los botones de su camisa mientras se sentaba en la silla que estaba a mi lado.
No hacía falta pensar mucho para saber qué no llegaba, aparte porque tenía una mancha de pintalabios rojo en su cuello.
- Te he dicho muchas veces que no me llames así -.
- Claro, nena -.
Respiré hondo para guardar la calma y acomodé mis gafas para volver a mirarlo, él me sonreía con su típica sonrisa coqueta mientras apoyaba su codo en la mesa y con la mano contenía su cabeza.
Iba a ser una tarde muy larga.
- ¿Tú que parte del trabajo quieres hacer? - pregunté mientras encendia mi portátil.
Él me seguía mirando con una sonrisa pero no respondía.
- Hyunjin... -.
Pestañeo un par de veces.
- Perdona nena, me he perdido en tus bonitos ojos -.
Rodé los ojos, sin duda iba a ser una tarde muy larga.
Estuvimos alrededor de una hora en la biblioteca y ya teníamos la mitad del trabajo hecho pero nos vimos interrumpidos por un chico que nada más llegar dejo un pequeño montón de hojas con ejercicios de gramática.
Miré al chico y suspire molesta al notar que era Mingyu.
- Rarita necesito esto para el viernes ¿Entendido? -.
- No voy a ayudarte, ya lo hice la última vez - me intenté defenderme.
Mingyu estuvo apunto de reírse pero se calló de golpe, lo que yo no me había dado cuenta es que desde su asiento Hyunjin lo miro con una cara a Mingyu que le hubiera puesto los pelos de punta a cualquier persona, Mingyu agarro sus hojas y se fue a paso rápido asustado por la presencia de Hyunjin.
Sonreí orgullosa le pensando que había sido obra mía.
- Lo vez no todas las chicas necesitamos un guardaespaldas - fanfarronee.
Hyunjin me miró y sonrió divertido.
- Ya veo, nena -.
...
Estaba caminando por los pasillos cuando Mingyu se detuvo enfrente mío, mis ojos se abrieron al ver el moretón que tenía en su mejilla pero no me dio tiempo a decir nada.
- T/n quería pedirte disculpas por todo lo que he está diciendo los últimos meses... N-no volveré a comportarme así contigo, soy un imbécil -.
Su voz sonaba extrañamente temblorosa como si tuviera miedo, lo miré algo confundida pero sonreí levemente y asentí.
- Está bien Mingyu sin problema -.
Mingyu sintió rápidamente y casi se fue corriendo por los pasillos como si estuviera huyendo del alguien... Claro pero lo que yo no veía era a Hyunjin mirando fijamente a Mingyu desde una esquina.
Nadie molestaba a su princesa y salía ileso.
Entre al aula con una sonrisa, pensando que realmente había sido algo genuino por parte de Mingyu, Hyunjin por su lado entró también al aula y se acercó a mi con una sonrisa socarrona.