CANASTILLOS DE PLATA ୨୧

୨⁸୧|De regreso|

La Prueba de la Justicia.

Pantera se colocó en el centro del círculo con la balanza. De repente, el suelo bajo sus pies comenzó a brillar y una figura encapuchada apareció frente a ella, sosteniendo una balanza dorada.

—Para superar la prueba de la justicia, debes equilibrar la balanza —dijo la figura—. Debes tomar decisiones justas y equilibradas, sin dejarte llevar por tus emociones.

Pantera asintió y comenzó a escuchar las instrucciones de la figura encapuchada. Observé con atención, sabiendo que esta prueba sería difícil para ella, pero confiando en su capacidad para tomar decisiones justas.

La figura encapuchada la llevó a un juicio simulado donde Pantera debía decidir el destino de varios individuos. Cada caso era más complicado que el anterior, con historias llenas de matices y dilemas morales.

—Primero, debes juzgar a este hombre —dijo la figura, señalando a un hombre de aspecto humilde—. Robó comida para alimentar a su familia hambrienta.

Pantera miró al hombre con compasión, pero también con una mirada firme. Sabía que la justicia no era solo una cuestión de leyes, sino también de equidad y comprensión.

—Debo considerar las circunstancias —dijo Pantera—. Aunque robar es un delito, lo hizo por desesperación y necesidad. Lo condeno a trabajos comunitarios para que pueda compensar su error sin dejar a su familia desamparada.

La figura encapuchada asintió, y la balanza se inclinó ligeramente hacia el equilibrio.
El siguiente caso fue aún más complicado. Una mujer había sido acusada de traición por ayudar a un enemigo del reino. Sin embargo, lo hizo para salvar a su hijo, que había sido capturado.

—En este caso, la traición es un delito grave —dijo Pantera, su voz firme pero comprensiva—. Sin embargo, sus motivos fueron nobles. La condeno a un periodo de exilio en el que pueda reflexionar sobre sus acciones, pero sin perder su libertad completamente.

La balanza se equilibró un poco más.
El último caso era el más difícil. Un hombre había cometido un crimen atroz, pero alegaba que estaba siendo controlado por una fuerza oscura.

—Este hombre debe ser juzgado por sus acciones, pero también debemos investigar la influencia de la fuerza oscura —dijo Pantera—. Lo condeno a prisión, pero con la condición de que se investigue su afirmación. Si se prueba que fue controlado, su condena deberá ser reconsiderada.

Con esa decisión, la balanza finalmente se equilibró por completo. La figura encapuchada sonrió y desapareció, dejando a Pantera con una sensación de logro y justicia.

La Prueba del Amor.

Lobo se colocó en el círculo con el corazón. Al instante, una luz cálida y dorada envolvió el área, y una figura familiar apareció frente a él: su abuelo.

—Para superar la prueba del amor, debes demostrar tu amor y compasión —dijo la figura—. Debes estar dispuesto a sacrificarte por aquellos que amas.

Lobo miró a su abuelo con lágrimas en los ojos, su amor por él evidente. Sabía que esta prueba sería emocionalmente desafiante, pero también sabía que Lobo tenía un corazón lleno de amor y compasión.

La figura del abuelo lo llevó a través de recuerdos de su infancia, momentos felices y dolorosos. Lobo revivió cada uno, sintiendo el amor y el dolor como si fuera la primera vez.

—Recuerda, Lobo, el verdadero amor no conoce límites —dijo la figura del abuelo—. Debes estar dispuesto a sacrificarlo todo por aquellos que amas.