El Divorcio || ᴋᴛʜ + ᴊᴊᴋ

Twelve

La atención oportuna al pequeño era la mejor forma de cuidarlo y JungKook aunque lo odie debe reconocer que Taehyung fue de ayuda y lo mejor es que en ningún momento, ni siquiera cuando Yoongi les dijo que todo estaba mejor, se había calmado, sus ojos siempre alertas en su hijo y en más de una ocasión escuchó palabras de aliento para calmarlo "va a salir bien" "él tiene que estar bien" incluso se atrevió a darle un té para los nervios y sentarse a su lado para que sepa que en el barco estaban juntos y remaria de su lado.

TaeHyung reconoce que su mayor miedo es perderlo sin siquiera poder conocerlo y aunque no pueda entender a Jungkook al ocultarle la verdad sobre la existencia del pequeño, la verdad es que se siente feliz, nadie podría amar más a su hijo que Jungkook y cuando lo ve allí al lado del niño sabe que Soobin es su mundo, el motor y motivo de Kook y no va a arrebatarlo, se tienen el uno al otro y el único deseo que tiene ahora es de tener la oportunidad de protegerlos, cuidarlos y hacer que las cosas cambien, pero a terminado por aceptar que las cosas no serán tan fáciles como creía.

— Su situación es más que complicada, está deteriorándose con el paso de los días, la verdad es que Kook y su dedicación absoluta han logrado llegar hasta aquí alargando de manera sorprendente la partida de Bin, pero parece que ya no podrán hacer mucho, ésta enfermedad es deteriorativa y Soobin está cada día menos ágil y el cambio más grande ha sido repentino — habló Yoongi mientras seguía con la mirada a donde se dirigían los ojos de TaeHyung — Él puede ser un cabeza dura, parecer inhumano de vez en cuando y tener muchos defectos, pero la verdad es que ama a su hijo, no he visto a una persona que tenga tanta fuerza y determinación cómo él — habló mientras miraban a Jungkook que seguía pegado a la camilla del niño.

— Se que no hay persona que puede amar más a mi hijo que él, pero también lo necesito, deseo estar con él aún si me dices que es un día o una sola hora la que le queda — habló mientras volteaba a verlo — No puedo siquiera imaginar todo lo que ha pasado Jungkook y reconozco ser un imbécil la mayor parte del tiempo, pero esta vez estoy siendo razonable, creo tener el derecho.

— Desconozco su historia, pero sé que no tienen tiempo para disputarse la razón, el tiempo que pierden peleándose es el mismo que pierden del niño y no voy a mentirte, no les queda mucho — directo y sin ir por las ramas, esa era la verdad y mientras el paciente lo asimile rápido es mejor, es lo que siempre dice.

Después de la conversación que tuvieron y cerrar las cuentas en el hospital Taehyung trasladó al padre e hijo a su cuarto dónde la anciana les esperaba, parecía una completa locura, el niño sonreía feliz y hasta se animaba a gastar bromas a los adultos por la música o cualquier ocurrencia que tenía, quien lo viera no podría siquiera imaginar que acaba de salir del hospital y que las esperanzas de vivir eran muy pocas para él.

— ¿Entonces yo puedo elegir lo que haremos hoy? – preguntó por tercera vez y Kook asintió — ¿Me lo juras? – Jungkook sonrió y levantó su dedo meñique para hacer esa común promesa de dedos que no se debía romper — Vamos a jugar con la abuela y el otro papá y luego conocemos a los otros abuelos – sonrió divertido y miró por la respuesta de su papá, pero este seguía asintiendo sin decir palabra alguna — ¿Estás seguro que podemos hacer todo esto? No me importa si prefieres que nos quedemos aquí – levantó los hombros.

Negó repetidas veces, no quería empezar a hablar o terminaría llorando, necesitaba desahogarse, llorar un poco y calmar su adolorido corazón

— Él está de acuerdo – TaeHyung se acercó hasta los dos y se agachó hasta estar a la altura del niño — ¿Qué te parece si nos esperas con la abuela Jiung? – no estaba seguro, pero Kook asintió y él salió a donde la mujer lo esperaba — Puedes llorar ahora, él no te verá – susurró y JungKook finalmente se rindió y rompió en llanto mientras TaeHyung golpeaba su espalda a modo de consuelo.

Jungkook permitió que Taehyung lo viera, escuchara sus lamentos e incluso dejó que sus grandes brazos le rodearan el cuerpo para abrazarlo, estaba completamente vulnerable y quiera o no, reconoce que en este momento Tae no era mala compañía, porque de una u otra manera compartían el dolor.

— ¿Vamos a ir? – los ojitos del pequeño se abrieron completamente al ver a sus padres abrazados, se supone que su papá Kook no quiere que Taehyung esté cerca, sin embargo no se separaron al escucharlo, al contrario, Kook enterró su rostro en el pecho del ajeno.

— Bajamos en unos minutos, espera con la abuela cariño – demandó amable Tae y aún contrariado el pequeño obedeció, él no era tonto y eso no era normal, aunque no quería indagar mucho en ello.

— Ve con él, yo estoy bien – Kook se alejó tan pronto su hijo había desaparecido y no podría descubrir que había llorado — TaeHyung – llamó antes de que el mencionado abandonara la habitación sin decir palabra – Las cosas no van a cambiar por esto, Soobin es tu hijo no voy a seguir negándolo y no puedo seguir impidiendo que compartas con él, pero debes saber que no me arrepiento de nada de lo que hice y las cosas siguen igual como siempre, vamos a aprovechar el tiempo para divorciarnos y voy a regresar con Jiung y el niño, si deseas puedes ir con nosotros, pero debes estar enterado que no voy a detener mi vida por ti – bramó serio y entró al baño para lavarse la cara y terminar de ordenar sus cosas.

Taehyung no había dicho nada, pero no tenía nada más que perder, iba a seguir las reglas de Jungkook y la verdad no le importa mucho dejar todo para ir con ellos, no es algo que vaya a afectarle, después de todo estarían juntos ese tiempo y sus padres iban a apoyar su decisión.

El parque al lado de ellos fue una locura, Soobin se dejó consentir por los adultos e incluso la vieja Jiung se atrevió a ser el blanco del pequeño, dejarse ir en las resbaladizas, jugar en los columpios, subir al carrusel e incluso terminaron comiendo golosinas sacadas de esas máquinas grandes en los juegos de diversiones, cosas que no harían comúnmente.

Tarhyung era quien más lo disfrutaba, el pequeño no era muy cercano a él, pero en más de una ocasión recibió halagos de éste "tienes buena puntería" "vamos a salir más seguido" "eres genial" y hasta un par de "eres un buen otro papá" se llevo a casa aparte de la dulce compañía.

La familia Kim se había reunido completamente para recibir al pequeño y lejos de cohibirse o alejarse de ellos, Soobin sonrió y disfrutó de todo el batallón de personas, parecía un viejo interesado en cosas que ni siquiera entendía, pero allí estaba, preguntando por todos allí.

— Entonces ahora tengo tres abuelos, dos tíos guapos — refiriéndome a Jimin y al amigo de la familia, el buen Jong — Además un tío amargado — mirando a Namjoon — Y muchas personas que van a servirme, tal vez tenga un primitos pronto — guiñó a Jimin con complicidad y todos rieron — Todo a cambiado papá, ya no somos solo los tres con la abuela Jiung, ahora somos una familia grande como la de Yeonjun, con tíos y abuelos – hablaba emocionado sin parar mientras los ojos de los adultos lo miraban embobados y Kook le daba la razón.

— Si, si, ahora tienes una numerosa familia cariño, pero recuerda que no importa... -

— Cuantas personas hayan, solo cuánto nos queramos – entre risas completó la frase — Y todos ustedes me quieren ¿verdad? – las respuestas afirmativas no se hicieron esperar y el pequeño seguía incrementando su felicidad — Lo ves, ya nos queremos – Jungkook sonrió sin atreverse a contradecir a su hijo.

La verdad para Jungkook es que su hijo hizo que volver a ese lugar no fuera gran problema, había una decoración nueva, pero los empleados eran los mismos y seguían llamándole "señor Kim" pudo haberlos corregido adecuadamente, pero su amoroso hijo tenía otros planes "no es señor Kim, es papá Kook" había corregido entre risas y cubriéndose la boca para no sonar muy escándaloso, lejos de lograr el objetivo solo logró causales ternura a la servidumbre.

— Es lo más divertido de toda mi vida – gritó el pequeño mientras abrazaba a Kook que seguía tratando de convencerlo de que era hora de dormir, la sonrisa en el rostro del niño parecía no desvanecerse hasta que lo miró fijamente — La verdad no importa mucho quien sea un ángel primero, tú siempre serás al que más ame en la vida porque siempre me cuidas y un día yo cuidaré de ti de la misma manera mi ángel favorito.