Capítulo II

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Día Uno.

Desperté por unas pequeñas caricias en mi hombro y abrí los ojos lentamente.

Brinqué en mi sitio y me espabilé de inmediato.

- ¡ALONDRA! -grité y golpeé el hombro de mi amiga, ella sonrió del lado y me pasó una rosa roja.

- Buenos días Rai -murmuró-

- Buenos Días- agarré indecisa la rosa y la llevé a mí nariz - ¿A qué se debe? -pregunté-

- No lo sé, solo me dieron ganas de regalarte una flor -Se encogió de hombros y me hizo señas para que me moviera y ella pudiera acostarse.

Levante las sábanas y ella se quitó los tenis antes de entrar a la cama, se acostó mirando el techo con las manos atrás de su cabeza.

- ¿Despertaste a Angie o ya no estaba cuando llegaste? -le pregunté ya que anoche me dormí antes de que ella regresara.

- Me encontré con ella esta mañana en el departamento - Dijo divertida. Fruncí el ceño al no comprender y luego abrí la boca en señal de sorpresa.

- ¡No me digas que lo hizo! -exclamé-.

- Oh si, si que lo hizo -verifico Alondra-

- No puedo creer que Angie se acostara con Mica - dije aún con la boca abierta-.

- Rai, nena - dijo acostándose de lado para verme mejor y yo la imité- Las personas duermen con otras constantemente, supongo que es normal -se encogió de hombros-.

- Lo sé, es solo que... no quiero que Angie se sienta mal por se otro de los juegos de Mica -le dije-.

- No creo que Angie sea un juego para Mica, a ella realmente le gusta, tendrías que haber visto como la miraba en la mañana, Jesús, quería golpearla solo para que quitara la cara de idiota que tenía
- dijo riendo-.

- El amor es hermoso Alondra -le murmuré-.

- Lo sé Rai, lo sé - susurro ella mirándome a los ojos-.

Minutos de silencio inundaron el dormitorio.

- Vístete Rai, iremos a desayunar - me invitó o más bien me informó Alondra, típico de ella-.

- Que sutil -hablé con ironía.

- Cierto -dijo y ella misma se golpeó la cabeza, cosa que me hizo reír- Rai, ¿Quisieras ir a desayunar conmigo por favor? -Preguntó lo más dulce que pudo y mis defensas se fueron a la mierda-.

- Sip -dije, bese rápidamente su mejilla y me puse de pie- ¿puedo tomar una ducha rápida? -le pregunté-.

- Por supuesto que si -Dijo acomodándose en mi cama-.

Tome una toalla, unos jeans ajustados, un suéter color rosa y mi ropa interior.

Me adentré en el baño que compartía en mi habitación con Angie y comencé a ducharme.

Una vez limpia me metí en los entubados jeans y rápidamente me puse el suéter, apliqué en mi rostro base y polvo, un poquito poco de rubor, rímel y un brillo rosado.

Salí del baño y me puse unas botas de un peculiar color tierra.

Rocié perfume sobre la parte trasera de mis orejas y en mis muñecas. Tome mi celular y lo metí en mi bolso.

- Lista -dije, Alondra levantó la vista de su teléfono y se enfocó en mi-.

- Estas hermosa Rai - dijo. Le agradecí con una sonrisa, la vi ponerse de pie y caminamos a la puerta de la habitación, del perchero saque mi chaqueta de invierno que era a conjunto con las botas, y salimos-.

Treinta ~ (Railo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora