Treinta ~ (Railo)

Capítulo XXVI

Día Veinticinco.

Alondra.

- Mierda Regina, realmente me jodes tanto -dije mientras apretaba el teléfono a mi oreja-.

- Eres mi maldita hermana, necesito este favor - ella contestó-.

- ¿Por que no puedes conseguir una maldita niñera?, estoy malditamente cansada, me acosté muy tarde y además he hecho una reservación en un restaurante con clase para llevar a Rai está noche - apreté mi cabello y patee las casillas-.

Regina me llamó en medio de la primera clase y me sacaron.

- Alondra se ha muerto el padrino del hermano de Mateo, necesitamos viajar a Bradford, mamá no va a estar en la cuidad y sabes que Jazmín es muy pequeña para dejarla con una niñera -ella rogó-.

- Regina.

- Alo, te daré 150 libras.

- 250.

- 200.

- 240.

- 235.

- Bien la cuidaré,¿A que hora se van?- pregunté-.

- A las 4:30 de la tarde.

- Bien, déjala en el apartamento antes de irte,
¿Cuándo vuelven?

- Mañana temprano, iré por ella a la guardería.

- Bien.

- Bien, te amo.

- Que te jodan -colgué la llamada y me dejé caer hasta el suelo-.

Miré la hora en el móvil y aún faltaba media hora para mi siguiente clase.

La puerta de una de las aulas se abrió y vi como Rai y Sebastián salian riendo de algo. Me puse de pie.

Rai estaba de espaldas y la sonrisa de Sebastián era tan grande que mi estómago se contrajo.

Rai se giró y sus ojos se encontraron con los míos.

- Alondra - susurró mientras me iba acercando.
Miré a Sebastián cuya sonrisa ya no estaba-.

- Hola- tomé su mano y ella sonrió-¿Por que no estas en clases?

- Porque terminamos antes un examen en parejas, nos han dejado salir - dijo ella-.

- Oh, ¿Vamos afuera? - pregunté mirando rápidamente a Sebastián-.

- Me encantaría, pero Sebastian me ha dicho para ir a tomar un café con él.

- Pero tu vas conmigo - dije-.

- Alo...- Rai comenzó-.

- Escucha Alondra, la invité primero - Sebastián no la dejo hablar-.

-¿Quién está hablando contigo idiota?- Hale la mano de Rai y ella se tropezó hacia adelante-.

- Estoy enamorado de ella - me miró y la boca de Rai se abrió ligeramente- Y estoy tan enamorado de ella que acepto el hecho de que solo la puedo tener como amiga - ahora la miraba a ella y mis puños estaban sumamente apretados- Solo es un café, la respeto no intentaré nada.

- Oh por supuesto que la respetas, tanto así que la besaste frente a mi - le recordé con ironía-.

- Alo por favor basta, estas siendo idiota, es solo un café e iré con él - Rai buscó mis ojos pero yo solo miraba a Sebastián-.

- No - di un paso hacia él pero Rai se puso frente a él-.

- Voy a ir con él - me miró severamente-