Capítulo 7.5

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Mi cumpleaños número 12 era hora de irme, estaba preparado, entrené para ésto, no se que me prepará el futuro pero estoy listo para enfrentarlo.

Mí querida madre estaba muy triste con mi partida podía escuchar sus llantos en la madrugada o como iba a mi habitación a acariciar mi cabello.

Sabía que era difícil pero yo no decidí ser parte de esto,pero aunque no lo haya elegido es mi deber.

Diría que en mi opinión este es el cumpleaños más elaborado, la decoración, la música y los trajes eran testigos de eso.

Sabía que más que un cumpleaños era una despedida pero está bien no estaré solo, aunque ni yo ni mi tío quisimos dejar que Nico viniera, el era muy terco y no me dejaría.

" ¿No irás solo si algo te pasa que haré?"_ fueron las palabras de Nico.

Entonces supe que aunque no me guste el nació para esto, como yo.















































_Querido sobrino_ habló mi tío entrando a mi habitación.

_ ¿Que paso tío?_ pregunté _ Es hora de que bajes _ hablo mi tío con un tono de tristeza.

_ Ven aquí _ hablo mi tío estirando sus brazos, rápidamente corrí a abrazarlo, de verdad lo extrañaría era mi tío y mi padrino lo conozco desde que tengo memoria y saber que no lo vería en mucho tiempo era demasiado cruel.

_Renacuajo, tienes que cuidarte, no te quiero ver en mi reino sin color en tus mejillas _ hablo acariciando mi cabello.

_La próxima vez que nos veamos será en el inframundo, para mantener las apariencias _dije estando al tanto de el tema del rayo.

_ Se nota que no me conocen para pensar que estaría involucrado en ese pleito, tengo que pedirte un favor, cuando encuentres al ladrón de mi yelmo mándale mis saludos _hablo mi tío con ese tono que conocía.

_ Ten por seguro que se los daré _ hable separandome del abrazo para salir de la habitación.

Llevaba esa ropa que tanto me incómodaba pero debo aceptar que me queda espectacular, lo dicen las pequeñas sirenas.

Bueno decían, Mí luna se encargó que no me volvieran a decir cumplidos ni con la mirada.

Una vez bajamos empezó la música, aunque según mis padres no había nada que celebrar.

El ambiente durante la fiesta fue muy tenso, la gente no se atrevía a divertirse porque sabían que mis padres estaban mal.

Para aliviar el ambiente invite a Nico a bailar, se había vuelto una tradición entre nosotros, bailamos en nuestro cumpleaños y en el del otro.

Era tan divertido hacerlo y siempre animaba el ambiente, bailamos muchas piezas solos hasta que se nos unieron nuestros familiares.

Mí madre y mi padre.

Mí tía y tío.

Mí tía y mi hermano.

Todos la familia real bailando, poco a poca la gente se fue sumando y una vez que vi que había conseguido mi objetivo, tomé la delicada mano de Nico y me fugué con el.





































Estabamos en mi habitación, acostados en mi cama, tomados de las manos, mientras nos  veníamos fijamente.

No necesitábamos hablar para sentirnos cómodos la presencia del otro era suficiente.

Mí luna no había cambiado mucho, era un poco más alto pero seguía siendo más pequeño que yo y era una ventaja, así podía rodearlo con mis brazos.

Sentía una electricidad subir desde mis dedos hasta pasar por mi cuello hasta mis ojos, diría que veía un  brillo electrico en Nico.

Acerque mi mano desocupada a su rostro acariciando su mejilla, su piel era tan blanca sin imperfecciones.

Sus mejillas tomaron un color rojizo sinónimo del nerviosismo.

Recorrí su rostro con mis dedos trazando sus facciones, mientras el miraba atentamente.

Me acerque lo suficientemente cerca para que nuestras respiraciones chocarán.

_¿Puedo?_ pregunté haciendo que nuestros labios rozaran.

_ Puedes _ hablo Nico en un susurró que fue suficiente para que acortara la distancia.

El beso empezó siendo un simple roce sin movimiento por la falta de experiencia pero me empecé a mover y Nico imitó mi acción.

Sus labios eran fríos pero dulces, similares a cuando comes helados.

Nico rodeó mi cuello con sus brazos, entonces quedé sobre él apoyándome con mis brazos sobré la cama.

Lamentablemente el aire hizo apariencia y tuvimos que separarnos quedando completamente sonrojados.

Nico me miraba con sus ojos de Bambi que tanto amaba, desearía quedarme toda la eternidad viendo sus ojos, nunca me cansaría.

Le agradezco todos los días a los dioses, aún más a mi tío, por darle vida a está hermosa creatura.

_ No sabes cuánto deseaba ésto _ habla acariciando sus mejillas.

_ Yo también lo deseaba _ hablo Nico quién seguía sonrojado.

_ ¿Entonces que somos ahora?_ pregunté con miedo, esperaba que mis sentimientos fueran correspondidos.

_ Creo que es más que obvio camarón _ hablo rodeando mí cuello.

_¿Y que es lo obvio?_ pregunté sin entender.

_ Pues somos novios o no _ pregunto Nico con sus ojos un poco cristalizados que amenazaban con llorar.

_ Claro que si es lo que más he deseado _ lo atrapé entre mis brazos.

_ Desearía pasar la eternidad en tus brazos _ hablo Nico en un susurró que me causo escalofríos.

_ Creo que es hora de irnos _ hablé levantandome estirando mi mano en dirección de Nico, siempre hay que ser caballeroso con la persona que amas.

_ Es hora _ hablo Nico tomando mí mano mientras avanzamos a la puerta.

_ Obras de arte primero _ hable estirando mi brazo indicándole que pase.

_ Eres demasiado bueno _ pasó primero.

_ Tal vez _ tomé su mano para volver a la fiesta.















Hola amores espero les guste el capítulo lo escribí con mucho amor.

Pregunta ¿ Les gustaría una historia de los hijos de Percy y Nico?


El príncipe del mar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora