𝙾𝙽𝙴𝚂𝙷𝙾𝚃𝚂 | 𝙽𝚒𝚌𝚔 𝙲𝚕𝚊𝚛𝚔 𝚡 𝚃𝚛𝚘𝚢 𝙾𝚝𝚝𝚘

Halloween (caducado) II

Desde ese momento, cierta ansiedad se acumula en el pecho de Troy, dándole un peso adicional a sus habituales preocupaciones con la diferencia de que esta en particular se sentía como la tortura de la gota; por cada vez que ese pensamiento [gota] se cruzaba por su cabeza [caía en la dicha], más loco se volvía. Nick, por su lado, lo había notado. El tipo no tenía un pelo de tonto, además de que su compañero no era precisamente el dios del disimulo. El castaño oscuro sólo contenía la risa con su cara casi de póker, ya que para él, Otto apestaba a homofobia interna. Aunque en realidad oliese a tierra mojada, literalmente.
En esas, Travis cruza el salón.

-¿Vais a ver una película después?

Eso tomó por sorpresa a Troy, ya que no lograba entender por qué preguntaba. De repente, vio el reloj frente al sofá en el que estaban. Eran las siete y media.

-No sé, ya veremos. ¿Vais a salir?

Dijo Nick, refiriéndose a Madison y al señor Manawa, el cual no pudo evitar sonreír un poco ante el comentario.

-Sí, eh... Tenía una sorpresa para tu madre, y ya que estamos, os dejamos a Alicia y a ti con las visitas.

Hubieron risas indiscretas.

-Vigila a tu hermana.

-Sorprendentemente no será al revés por hoy, eh.

-No te hagas el listo.

Apareció acotando Madison, quién tenía ropa más bien de cena nocturna que de simple salida pseudo marital. El comentario molestó un poco a Nick, pero decidió ignorarlo.
Al rato, los dos adultos se fueron, no sin despedirse previamente. Nick, tras el momento tenso, habló.

-Y... ¿Quieres ver una película?

-Como quieras, la verdad me da igual.

-¿No ves películas o qué? Parece que ni te interesan.

El castaño parecía sorprendido y molesto a la vez.

-Es que me da igual.

Troy, simple en oratoria, constetaba casi estoico.

-Desarrolla.

El preguntado se rascó la nuca un instante.

-Verás, no suelo tener mucho tiempo para películas. Trabajo, escribo, duermo y como. Y eso de dormir está por verse.

-Y tanto.

-¿Eh?

Troy no sabía si estaba paranoico o había notado de verdad un doble sentido, cosa que se aclaró con la risilla traviesa e infantil del anfitrión.

-Relájate. Vives asustado, tío.

El mencionado empezaba a molestarse mucho, y es de esperarse ya que había estado añadiendo piedritas a su montón de arena desde hacía ya un rato.

-Me estás mirando como si fueses a devorarme vivo.

Nick no quiso decir nada con el temido doble sentido, pero le salió solo.

-Deja de insinuar esa mierda o de verdad que me voy a cabrear. Yo no soy así.

Nick se sintió sumamente incómodo ante la actitud defensiva de Troy. Se abrazó las piernas, nervioso, y permaneció en silencio un rato. No sabía si tenía un problema con él o sólo con los chistes tontos.
A los instantes, una parte más sensible y preocupadiza del castaño claro se activó, queriendo acercarse a Nick pero negándoselo a si mismo. En su lugar, sólo habló en un tono más calmado.