Limerence | JiKook

Step three; Sleepy.

Esa mañana, JungKook no pudo esperar a que JiMin despertara.

Se levantó temprano para acudir a su siguiente lección, y con ello se escabulló en la habitación de ambos hyung para esconderse en la cama del mayor.

NamJoon dormía plácido, vestido con su pijama oscuro y tendido en su cama de mantas felpudas. JiMin, en cambio, se encontraba bajo las sábanas con apenas sus bóxers rojos ajustados.

JungKook se dio el tiempo de dibujar con la mirada los llamativos abdominales que JiMin tanto trabajaba durante el día. Tan marcado, tan apetecible de apretar. Recordaba haberlos visto durante las prácticas espejo en más de una oportunidad. También recordaba las veces que sus miradas eran atrapadas in fraganti por los ojos del dueño de esos llamativos abdominales.

JiMin siempre se reía de él y de sus sanas intenciones por decirle que se veía bien.

¿Cuál era el problema si un día decidía acariciarlos?

¿Por qué pensaba en ello si en realidad era heterosexual?

Decidió no carcomer su cabeza con ese pensamiento poco elocuente. A su vez, también tomó la determinación de contemplar la respiración tranquila de JiMin en su plácido sueño.

—¿Te han dicho que es de acosadores mirar a otros mientras duermen?

Un respingo hizo al castaño saltar en su posición. Se hizo el desentendido y aparentó demencia riéndose de la situación.

—No es acoso si estás despierto, JiMin.

El peligris giró a JungKook para abrazarlo por la cintura y apegar su erección matutina al trasero del menor cubierto por un pijama de algodón con una pequeña colita de oso.

—El sexo mañanero es otra de las cosas que deberías aprender, Ggukie.

JiMin lo atrapó muy bien entre sus brazos, apretando esa envidiable cintura, retrocediendo sus caderas para obligarlo a restregar ese respingón culo contra su erección firme. Cogió una de las piernas de JungKook entre las suyas, dando más de una estocada suave y superficial. Sus lánguidos dedos apretaban muy bien el contorno de las caderas de Koo.

JungKook se cubrió la boca, mirando con cierto miedo el rostro dormido de su líder.

—Hyung… yo no… Ughm…

Jadeó, apretando sus ojitos.

JiMin rió bajito y luego depositó un tierno beso sobre su nuca.

—Tranquilo. No voy a cogerte con NamJoon a un lado. Aún eres inexperto para disfrutar de la adrenalina que significa poder ser capturado en el acto.

JungKook cerró los ojos, bufando pesado por ser tratado como el principiante que era. Volvió a retroceder su trasero para moler la erección de JiMin entre sus nalgas tibias.

JiMin suspiró profundo y caliente sobre su cuello.

—Mocoso atrevido… no veo la hora de hacerte suplicar por sexo rudo.

Koo ahogó un dulce gemido dentro de su garganta. La sola idea de ver el miembro de su hyung comenzaba a hacérsele adictiva.