Limerence | JiKook

Step four; Purple.

JiMin se sintió celoso un jueves por la tarde.

Su posesividad con JungKook salió a flote después de verlo tan apegado a TaeHyung en una conversación amena sobre qué integrante de Twice le parecía más atractiva en el escenario durante las presentaciones de su nuevo disco.

TaeHyung no tenía problema con la cercanía. Es más, frecuentaba mucho abrazar a JungKook por el cuello para desordenar su cabello, acostumbrado a ese trato informal entre ambos independiente de la diferencia de edad que existía.

Tae y Koo podían aparentar muchas cosas, entre ellas, ser uno de los "shipp fanservice más confirmables" según ARMY en su página de Weverse.

JiMin no era un descarado del todo, pero sí le gustaba establecer los límites con el resto de sus integrantes. Más aún si estaba tan consciente de todo lo que se hablaba de ellos siete en internet.

El colmo de su paciencia fue cuando vio a HoSeok chupetear la mejilla de Koo en una demostración afectuosa del rapero después de que le ofreciera un beso al castaño si ganaba una partida de baduk contra SeokJin.

Era tarde, JiMin esperó paciente la llegada de JungKook a su siguiente lección. El maknae se mostraba entusiasmado respecto a los pasos que JiMin le enseñaba sobre cómo tener una buena relación antes de entrar de lleno al ámbito sexual.

Lo vio pasar por el pasillo, y Park no perdió la oportunidad de realizar un kabedon con el integrante más alto. Ambas manos se posaron con fuerza a cada costado del rostro de Ggukie, la frente de JiMin estaba tan cerca de la suya que podía sentir su aliento sobre la nariz. El rostro de su hyung no se veía para nada amistoso.

JungKook pareció desconcertado, y su timidez salió a flote cuando sintió una de las rodillas del mayor separando sus piernas contra la pared. Se sostuvo de sus hombros y jadeó sostenido al sentir los labios del peligris succionando sobre su cuello pálido.

Un tierno gemido escapó de sus labios al recibir las manos del contrario sobre su trasero, empujando sus caderas apretadas contra la rodilla derecha del más bajo.

JiMin suspiró sobre su cuello, y luego subió su boca posesiva hasta los labios de JungKook.

—Las lecciones son entre tú y yo.

Se besaron durante unos minutos. Un intercambio de chasquidos bochornosos, de choques expectantes y palabras inconexas. Koo terminó con una erección y temblores en sus piernas debido a la constante presión de JiMin contra su hombría. Apenas podía mantenerse de pie, y apenas podía pensar en cómo el peligris había aprendido tanto sin que nadie se enterase de aquello.

—JungKook, mientras yo te esté dominando, nadie más puede besarte. ¿Te parece bien?

Ggukie se abrazó tiritón al pecho de su hyung, asintiendo sumiso a su propuesta.

—Hyung…

—Shh… nadie puede enterarse de que tú y yo tenemos este tipo de relación.

Aunque es difícil que los demás no se interesen por la vida de Jeon, si el viernes por la mañana aparece en la sala de ensayos con un morado en su cuello.

—Oh por Dios, ¡Gguk tiene novia!

Jin celebró, desconcertando la atención de los otros cinco.

—No tengo novia, Jinnie-hyung. Yo… tuve un encuentro serio con un mosquito del porte de YoonGi.

—¡Yoonie besó a Ggukie!

Jin se cubrió la boca, y YoonGi, consternado, negó como pudo su participación en el acto.

—Pensé que yo era el único que podía recibir tus besitos.

Tae puchereó, y el líder de equipo sobó su pancita para hacerlo sonreír.

—Con que YoonGi, eh.

HoSeok se paró a un costado de JiMin. JiMin se tensó y pasó saliva.

—Ni una palabra de esto, Jung. Será mejor que te mantengas al margen. JungKook terminará en mi cama te guste o no.

HoSeok rió al descubrir sin querer el secreto de aquellos dos. Por fortuna para JiMin, a HoSeok no le interesaba cogerse al pequeño conejito. Aunque quizás, sí podría extorsionarlo.

—Todo tuyo, cachorro travieso.