Un Amor Imposible De Olvidar

CAPÍTULO 5: EL INICIO DE LAS TUTORIAS A CINCO CORAZONES LATENTES.

Nos encontramos en la cafetería de la preparatoria Asahiyama donde reinaba un silencio sepulcral muy incómodo y dejando a todos los estudiantes asombrados ya que una de las quintillizas Nakano había hecho una pregunta a una chica, la cual había llegado a saludar a Fuutarou, pero no solo eso, también las ignoro por completo, lo que hizo que estas se sintieran en extremo excluidas de la conversación, en la cafetería muy levemente se podían escuchar murmullos de los demás estudiantes, los cuales iban ¿Cómo es posible que no sepa quién es ella? ¿Cómo se atrevió a dirigirle la palabra de esa forma tan irrespetuosa? ¿Esas son las quintillizas Nakano? ¿A caso son estúpidas?

- ¿Quién diablos se cree está estúpida? -Pensaría la chica, mientras una vena se resaltaría en su frente- Disculpa, ¿qué me decías? -mientras se volteaba lentamente, tratando de calmar su furia-

- Solo quería saber quién eres, estábamos platicando con Fuutarou y tu solo llegaste ignorándonos por completo -Respondería Miku tratando de sonar lo más segura posible-

- Ay disculpa, no las vi.

- ¡Pero claro que nos viste! ¡Incluso nos empujaste a mi hermana y a mí! -Reclamaría una muy molesta Nino.

- Tranquila, ya te dije que fue sin querer.

- Entonces, ¿nos vas a decir quién eres?

- Claro, les pido una disculpa por mis malos modales, yo soy la vicepresidenta del concejo escolar, Takebayashi Sakura, además, -Cruzándose de brazos y viendo a las quintillizas muy fijamente- soy la novia y prometida del presidente Uesugi Fuutarou. -mostrando en el dedo anular de su mano izquierda un anillo.

- ¡Ugh! ¡Prometida! -Dirían en coro con mucho asombro las cinco.

- Así es, Fuutarou y yo nos casaremos seis meses después de terminar la preparatoria e iremos juntos a la universidad, probablemente en el extranjero, él y yo estábamos destinados a estar juntos desde el primer momento en que nos vimos.

- ¡Takebayashi! ¡No era necesario que dijeras eso! ¡No tienes que echárselo en cara de esa manera!

- ¿Por qué no? Después de todo lo que dije es cierto... ¡AH! ¡Será acaso que te avergüenzas de tu hermosa prometida!

- ¡Claro que no! ¡Eso lo sabes muy bien!

En eso sonaría el timbre que marcaría el final de la hora del almuerzo y habría que volver a clases.

- Cielos, ya se acabó la hora del almuerzo -expresaría Takebayashi fingiendo tristeza- ¡Mi amor! ¿Me acompañarías a mi salón de clases?

- Sí, vamos, te acompaño con gusto.

- ¡Muy bien! ¡Vámonos! -Tomando del brazo derecho a Fuutarou y pegándolo contra su pecho, para después retirarse de la cafetería.

La mayoría de los alumnos se encaminarían a sus salones y solo quedarían en aquel lugar las quintillizas Nakano, a las cuales se les podía ver muy deprimidas, aquella felicidad que habían sentido por volver a ver a su querido amigo de la infancia, no solo se las arrebataron una vez más, sino que la pisotearon y destruyeron por completo en cuestión de segundos.

- Andando chicas, no tiene caso que nos quedemos aquí lamentándonos. -Diría Nino de forma muy seca y con la mirada decaída.

-Sí... -Responderían las otras cuatro.

Mientras tanto en otra parte de la escuela, podemos ver a Fuutarou y a Takebayashi caminando juntos, ella iba abrazada del brazo derecho de Fuutarou y recargando su cabeza en el hombro de aquel chico, en eso llegarían al salón de la chica, donde se despedirían y Fuutarou seguiría su camino a su salón.