❤️‍🔥 CAPÍTULO 11❤️‍🔥

21 6 0
                                    

— Te sugiero que me entregues a mi hija ahora mismo — le dijo el rubio con una expresión sombría

— Zac — murmuró el peli-rosa al verlo

Retrocedió unos pasos cuando ganó la mirada pesada del rubio, la presencia del rubio había llamado la atención y ahora la mayoría miraba hacia ahí

Wakiya quien estaba cerca decidió acercarse y poner su mano sobre el hombro del peli-rosa que parecía aterrado por la mirada del rubio

— Tranquilo todo está bien — dijo en un intento por calmarlo

Miro los ojos del rubio quien parecía enfurecido, admitía que nunca lo había visto de esa manera y estaba seguro que no solo era por la bebé

— Entrega a mi hija antes de que tú cabeza ruede — frunció su ceño mientras lo miraba amenazante

El pelirrojo le entregó a la pequeña en los brazos del peli-rosa y miró al rubio nuevamente, la mirada del rubio y la aura sombría que emitía era intimidante

— Zac, ya basta — le dijo Wakiya

— Te dejo a cargo — respondió dándose la vuelta

El peli-rosa lo miro y camino hasta su lado

— Zac, espera no puedes irte — mencionó nervioso

Recibió la mirada del rubio y bajo su mirada por inercia, lo miró alejarse de ahí sin decir ninguna palabras, admitía que tenía ganas de llorar por todo lo que acaba de ocurrir

— Yo, lo siento mucho, la actitud de mi hermano no es propia de el — se disculpo Wakiya mientras lo tomaba de los hombros

Él asintió sin ánimos, no quería llorar ahí, lo haría en sus aposentos

[…]

Mientras tanto el rubio había ido al bosque para hacer aparecer sus alas y volar lejos, admitía que no sintió coraje cuando vio al pelirrojo sostener a su hija sino la manera en la que miraba al peli-rosa

Cuando lo vio, sintió la sangre hervir del coraje, odiaba que lo mirara de esa manera, Akira era suyo y de nadie más, nadie más podía poseer su cuerpo, nadie más podría tenerlo

Sus ojos se oscurecieron gradualmente mientras su cabello se tornaba de un color mucho más intenso, su aura de poder era mucho mayor además la intensidad había aumentado tanto que juraba que si bajaba haría temblar todo

— Vaya, vaya, quien iba a decir que Zac se pondría furioso por ver cómo le coquetean a un humano — hablo en un tono burlón siendo observado por el rubio

— Lárgate de aquí ahora mismo, no estoy como para soportar tus estupideces ahora, Ukyo — siseo con molestia

— Sabes, es tan divertido verte de esta manera, te he estado observando y admito que será muy divertido jugar, que tan lejos llegarás con ese niño — mantuvo su sonrisa burlona mientras jugaba con el mechón de cabello

— ¿Qué tratas de insinuar? — lo miró directamente

— Nunca aprenderás tu lección, Zac pecado de la lujuria yo me encargaré de hacer tu vida miserable, tal vez hayas podido liberar a Wakiya, pero hay muchos de nosotros y su poder aún no es el mismo que antes — y con eso desapareció

El rubio maldijo al ángel, no podía continuar de esa manera, su propósito era liberar a sus hermanos, no estar jugando con el peli-rosa

Ahora más que nada estaba convencido que necesitaba una distracción, algo con lo que él pudiera jugar y dejar de lado al peli-rosa, no era sano para el

Continuó dando vueltas hasta que regresó, miró a Akira aún lado de Wakiya, la mayoría de invitados se había retirado, camino hasta ellos

— Akira, debemos hablar, Wakiya te puedes encargar de que todos se vayan — le dijo mientras ayudaba al peli-rosa a levantarse

Camino con el adentro sin escuchar una respuesta por parte de su hermano, ingresó a la que era su oficina, miro al peli-rosa, parecía querer llorar y eso por alguna razón le dolía

Sacudió su cabeza en busca de eliminar esos pensamientos

— Akira, lamento lo que pasó, estaba molesto y fue un error haber desquitado todo en ese momento, en verdad lo lamento — le dijo mientras tomaba sus manos entre las suyas

El peli-rosa no aguanto más y se soltó a llorar, las lágrimas corrían por sus mejillas mientras hipaba un poco

— Yo… Te perdono, solo no lo vuelvas a hacer, me asustaste — le dijo mientras se acercaba a abrazarlo

El rubio sobo su cabeza para consolarlo, sentía el latir de su corazón, no podría ser que sintiera algo por ese peli-rosa de ojos alegres

Pero cómo hacerlo, si sus ojitos son los más hermosos que pudo haber visto, si su sonrisa le trae alegría y su presencia calma su tormenta, pero no podía estar con él y eso lo sabía

Tal vez si lo quería pero no podía estar a su lado, debía de aniquilar esos sentimientos, el no quiere perder a nadie más, no ahora, no podría soportar el hecho de perderlo

— Vamos a la habitación — le dijo calmado

Lo cargó entre sus brazos y subió con él hasta sus aposentos, sentir el pequeño cuerpo del peli-rosa entre sus brazos era tan cálido

Aquella noche se la paso observándolo, admirando su belleza, la belleza natural que tenía ese doncel, besaba su frente mientras susurraba constantemente un “lo siento”

Lo envolvió en sus alas, buscando su calor, las palabras de Ukyo resonaban, no podía jugar con él, sabía que lo decía enserio, debía desviar la atención de ellos

[…]

Se encontraba caminando por el pueblo, llevaba una capa cubriéndolo, ingreso a la casa observando al peli-negro que lo esperaba

Había decidido comenzar con su plan, hace un momento había salido de su hogar hecho furia, vaya que no quería ninguno de esos sentimientos por el peli-rosa

Pero no podía evitar hervir de celos cada que lo miraba con alguien más, como había pasado hace unos momentos, odiaba que lo miraban con lascivia

En cuanto se acercó el azabache se colgó de sus hombros

— Piérdete en el placer junto a mi — le murmuró al peli-negro mientras esté sonreía

Sus labios se entrelazaron y se perdieron en el inicio del pecado, no le quería importar el peli-rosa, solo era su esposo por la bebé pero no debía tener ni sentir nada por el

Además aquel azabache había estado mucho antes con el que Akira, por qué no disfrutar nuevamente de él

El rechinido constante de la cama y los gemidos saliendo de la boca del azabache, gozaba más que nadie esa experiencia tan excitante

Nunca confíes en la palabra de un pecado, se les llama pecados por una razón, es inútil creer en ellos cuando en cualquier momento te pueden traicionar de la peor manera

Pero ¿Un pecado puede amar? Nadie lo sabe o eso era lo que se creía.














Espero que les haya gustado

Ya empezamos bien con la historia, la verdad lo que viene será feito, solo un poco

Bueno la siguiente actualización será el martes 27 de agosto

Se me cuidan

LOS 7 PECADOS CAPITALES - LUJURIA (ZACXAKIRA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora