Capítulo 4

71 7 2
                                    

Después de ese pequeño encuentro con Tadeo, solo podía pensar en cual seria su venganza por no hacerle caso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de ese pequeño encuentro con Tadeo, solo podía pensar en cual seria su venganza por no hacerle caso. No sabia si había hecho lo correcto, ¿Y si, si debía ser su sirvienta?

—Es que no sabes mami —Le dije a través del teléfono —Es super odioso, y berrinchudo, super presumido; ¡no lo soporto!

—Ya mi amor, mejor piensa que ahora podrás pagar tu inscripción para la universidad que quieres. Eso de soportar niños malcriados solo será un momento.

—No mami, mi primera paga será para ti. Se que lo necesitas...

—Hela María —Me dijo con firmeza —Vas a trabajar por ti, no por una vieja.

—Tu no eres ninguna vieja mami, eres la mejor madre del mundo.

—Te amo mi amor, pero en serio. No te preocupes por mi... —Dijo y sentí como mi corazón se apretó un poco.

Luego de unos minutos hablando con ella, tuve que colgar y con un respiro largo y profundo me adentré a la empresa. Era mi segundo día de trabajo y ya no quería ir a trabajar, pero no me quedaba de otra. Al entrar al camerino, no pude ocultar mi sorpresa, tanto así que me quedé parada en la entrada de la habitación.

—¿Qué haces ahí parada? Arréglame Julia —Me dijo Tadeo mientras dejaba su teléfono en la mesita pequeña de la habitación.

Rodee los ojos, era obvio que cambiar mi nombre lo hacia de maldad. Se lo permití y sin decir nada, simplemente comencé a sacar mis cosas para poder arreglar su cabello; su típico mango chupado con esos cabellos dorados. El no dijo nada por mucho tiempo, por lo que agradecí, pero justo cuando iba a cambiarse la ropa se adelanto y le puso seguro a la puerta.

—¿Qué rayos haces? —Le pregunte seria.

—¿Qué dirán cuando todos se enteren que Tadeo y su maquillista se encerraron en el camerino? —Dijo con ironía y luego me sonrió travieso.

—Nadie va a creer eso.

—¿Eso crees? —Me pregunto caminando a un lado de mi —¡Andrea!

—¿Qué? —Intente preguntar que pretendía, pero la manija comenzó a sonar como si quieran abrirla.

Mire a Tadeo y solo se guardo las llaves en su pantalón y comenzó a quitarse la camisa y despeinar todo lo que había hecho en su cabello.

—¿Tadeo? ¿Estas bien? —Llamaba Andrea del otro lado de la puerta.

Yo intente contestar, pero me fue imposible debido a que me sostuvo con un brazo y me cubrió la boca con una de sus manos, ¿Qué le pasaba? Con todas mis fuerzas lo intente alejar, pero me fue imposible.

—Bien, traeré ayuda —Dijo Andrea del otro lado.

Minutos después se escuchó como metían unas llaves en la manija, y como muchas personas estaban detrás de esta. Dios, de verdad que me quería hacer la vida imposible.

—En menos de 3 segundos verán la escena y te van a despedir, ¿Qué prefieres? ¿Qué me vean semidesnudo abrazándote o decir que mientras me cambiaba la puerta se cerró de golpe?

Mi respiración subía y bajaba acelerada, pero sabia que no iban a creerme.

—Con una condición.

—Dime —Dijo mientras me soltaba.

—Vas a dejar de fastidiarme y me vas a decir por mi nombre, me llamo Hela.

Él lo pensó un momento, y luego me soltó para colocarse la camisa y peinarse un poco.

—Trato hecho —Me dio la mano para cerrarlo y accedí.

Luego camino hacia la puerta, y se abrió de golpe. Ambos estábamos completamente separados y no parecía ninguna escena rara, todos nos miraron preocupados; pero sobre todo se lanzaron sobre Tadeo para verificar que todo estuviera bien. Andrea fue la primera que se lanzo hacia el buscando algo, pero al no encontrar nada, simplemente se dirigió hacia mí.

—¿Qué pretendes encerrándote con mi novio? —Dijo molesta.

Un momento, ¿Su novio?

—Amor, no te preocupes. La puerta se cerro de golpe y se trabo el seguro, me pasa seguido.

Andrea le alzo una ceja, pero luego le dio una pequeña sonrisa y lo abrazo.

—No me asustes así.

Tadeo la abrazo y al abrir los ojos, su mirada se encontró con la mía. Recordé lo intensa que era su mirada, sus ojos cafés y su cabello rubio tan despeinado, parecía tan bueno desde lejos.

Al pasar algunas horas, las grabaciones siguieron, en realidad me divertía con todos los chistes que decían. La serie era de comedia, y sinceramente no entendía a los hombres de antes sobre que la comedia no era lo mismo. De la nada, mientras me encontraba sentada en una pequeña silla mirando a Tadeo, una mujer se sentó a mi lado; era rubia y de ojos verdes.

—¿Es lindo verdad? —Me pregunto y rápidamente la mire.

—¿Disculpa?

—Tadeo, es tierno y lindo. Oh al menos eso dice tu cara... —Soltó una risa.

Mire a Tadeo de nuevo, estaba riendo con unos compañeros de trabajo.

—Es insoportable y además tiene novia.

—Mm, yo no estaría tan segura. En realidad, es un poco indeciso e inmaduro... —Me dijo y la mire con curiosidad.

—¿Su nombre? —Le pregunte cambiando de tema.

—Ah, lo siento. Me llamo Daniela Lujan... —Me dio la mano —Pero todos aquí me dicen Dani.

Le tome la mano en un saludo.

—Mucho gusto Dani, mi nombre es Hela... pero mi madre me dice María.

Ella no pudo evitar reírse un poco, y debo admitir que yo también.

—¿Y que eres exactamente? —Pregunto.

—Soy la nueva maquillista del maravilloso Tadeo Bonavides —Lo señale con disgusto y ella solo mantuvo su sonrisa.

—¿Sabias que eres la octava en este mes? La verdad que hayas durado dos días es mucho.

—¿Gracias? —Le dije confundida.

Ella iba a decirme algo más, pero en eso sentí como un mano fuerte me tomaba del brazo y me levantaba rápidamente. Cuando levanté la mirada, vi a Tadeo caminando a paso rápido hacía su camerino.

—¿Qué te pasa? —Le pregunté molesta por su acción.

—Nos vamos. —Dijo firme.

—¿Disculpa?

—Hicimos un trato, vienes conmigo y punto.

Presentía que esto no tendría final feliz.

AHHHHHHHHH.



_____ _____ _____ _____

Hola, siento que vamos a ir muy lento con estos dos.

Espero que no... :/

𝐉𝐮𝐬𝐭𝐢𝐜𝐢𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 | Tadeo Bonavides Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora