𝐉𝐮𝐬𝐭𝐢𝐜𝐢𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 | Tadeo Bonavides Y Tú

Capitulo 8

Al llegar al hotel, y entrar a mi habitación solo pude pegarme a la puerta y deslizar mi espalda por ella. Respire profundo y poco a poco soltaba el aire, ¿Qué había hecho? Puede que haya perdido mi empleo y probablemente mis únicos dos amigos que había logrado hacer.

Me restregué las manos por toda mi cara, la cabeza me daba vueltas y no encontraba forma de arreglar este desastre, ¿Cómo se me ocurría golpear a Tadeo y en frete de todos?

Di un grito y luego suspiré.

Pero antes de que pudiera volver a pensar en algo, mi teléfono sonó en el bolsillo de mi pantalón.

—Hola mamá —Le dije sin mucho ánimo.

—¡Hela María! —Me grito y hasta aleje el teléfono de mi oreja —Estaba viendo las noticias y de la nada apareces tú en tele reportajes golpeando a un muchacho en un lugar que parece un bar. ¿estabas en un bar?

—¿Eso importa? —Dije encendiendo la televisión y poniendo el mismo canal.

—Hela, ¿Por qué haces estos escándalos? Deberías estar concentrada en tu trabajo y en la universidad mi amor, no siendo el centro de atención por golpear a un niñito.

—Lo se mami, perdón. —Le dije mientras entraba al baño —Solo que, no sé qué sucedió simplemente se dio.

—Bueno, sabes que si te pasa algo puedes contarle a mami, te escucho linda.

Silencio.

—Mami, tengo sueño. ¿podemos hablar mañana sobre esto? —Le dije ignorando el tema.

—Está bien amor, descansa entonces —Dijo y luego colgó.

Pasaron un par de minutos y al acostarme en la cama, solo di un suspiro e intenté cerrar los ojos, pero me fue imposible debido al ruido que se comenzó a generar afuera. Mi puerta sonaba y sonaba y quise ignorarlo, pero no pude.

—Señorita, la están buscando afuera y no sabemos que decirles —Me gritaban afuera y fue entonces que abrí.

—Por favor, no quiero saber nada de ellos, buenas noches —Dije cerrando la puerta.

(...)

A la mañana siguiente me desperté como de costumbre y tome mis cosas para ir al trabajo. Solo que paso extraño saliendo de mi habitación de hotel.

—Señorita Hela... ¿no es así?

Me quedé paralizada un buen rato.

Estaba tan tranquilo; sé encontraba con los brazos cruzados y la espalda recostada en la pared. Tadeo a veces podía ser tan...

NO. Nada de lindo.

—¿Qué haces aquí? —Pregunté cruzandome de brazos —Oh mejor, ¿Qué quieres?

El me miro de arriba abajo, sentí como mis mejillas se calentaron un poco. Su mirada era tan profunda e intensa, que el aire se me quedó trabado en la garganta.

—Tu y yo tenemos una discusión pendiente.
Estaba loco si pensaba que iba a pedir perdón.

—No se de que hablas —Le dije e intente caminar al elevador para irnos.

Solo que antes de que pudiera dar el 3 paso, él me tomó de la muñeca obligándome a mirarlo y acercándose mucho a mi rostro. Me alejé en automático.

—Si piensas que la humillación que me hiciste ayer se va a quedar así como si nada... estás muy equivocada.

—Yo no te hice nada, tu me provocaste.
Iba a contestarme, pero en ese momento uno de los empleados del hotel nos llamó.

—Disculpa, pero hay unas personas buscándolo —Refiriéndose a Tadeo.

Ambos nos miramos unos segundos y luego nos alejamos y caminamos al elevador. En cuanto esa puerta se abrió, unas luces cegaron mis ojos y tuve que cerrarlos; también poner mis manos en mi cara. Solo escuchaba lo que decían a mi alrededor, mientras Tadeo intentaba sacarme de ahí.

"¿Son novios? ¿Tadeo tiene nuevo romance? ¿Quién es la afortunada? Queremos saber TODO".

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Holi..

Pido perdón por la tardanza.