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La primera vez que Taehyung vio a Jungkook pensó que era un niño mimado, acostumbrado a la buena vida. No estaba equivocado.

En el primer año del colegio Jungkook dio mucho de que hablar pues su estilo de vida era bastante...llamativo. Tenía chofer, usaba ropa de marca y tenía el celular último modelo, pero, ¿qué hacía en un escuela pública con el resto de personas normales?

Jungkook siempre desobedeció las reglas de su padre. Era rebelde, muy. Lo fue por lo que considera la mayoría de su vida, sin embargo, estaba consciente de que vivía en una familia convencional de la cual no tenía muy gratos recuerdos. Su mamá prácticamente no existía y no tenía voz en las decisiones de casa, su hermano estaba tan sumergido todo el tiempo en los videojuegos que no le interesaba intercambiar unas cuantas palabras con el, y su padre, solo buscaba alguien a quien llamar "su heredero".

Jungkook no quería toda esa responsabilidad en sus hombros, si hubiese podido elegir, hubiese elegido una vida promedio, sin tener obligaciones con la sociedad y una empresa que administrar a tan corta edad. Su padre le repetía constantemente que el debía cuidar su reputación porque de eso dependía ser tomado en serio para remplazarlo en la cabeza de la compañía. ¿Y qué mejor que un hombre de familia? con hijos y una esposa que cumpla con las normas establecidas por quién sabe quién.

"Bienvenido, Jeon...¿Jungkook?" una profesora en sus treintas lo recibió en el aula de Ciencias Políticas, ¿a quién se le hizo buena idea asignar esa materia a las siete de la mañana? "Puedes sentarte en donde tu quieras"

Jungkook le sonrió y avanzo hasta encontrar un puesto libre cerca de las últimas filas.

Sacó la única libreta que llevaba en su amplia mochila, en donde estaba además su cargador, cigarrillos y una manzana. Suficiente para librar el día. Rebuscó buscando un bolígrafo, lápiz, lo que fuese para poder anotar pues la clase había comenzado oficialmente, maldita sea, ¿en dónde está—

Un lápiz siendo colocado en su mesa lo hizo voltear.

La primera vez que Jungkook vio a Taehyung pensó que era un tipo bastante promedio. Nada más.

Taehyung, usaba ropas "normales", poco llamativas y nada cercano a las tendencias actuales. No usaba maquillaje, no había nada que lo hiciera resaltar y sin embargo...fue la primer sonrisa que le regaló la cual le hizo cambiar de opinión en un segundo.

Taehyung no era un tipo promedio.

"Gracias" susurró bajito.

El castaño a su lado solo levantó los hombros y siguió anotando.

Conforme pasaba la clase, se miraron un par de veces más, Jungkook sumido en sus pensamientos la mayor parte del tiempo, no le permitió percatarse de que estaba mordisqueando la goma del lápiz, que además era ajeno. Taehyung por su lado, observó la caligrafía de Jungkook desde lejos, cómo arrugó la nariz cuando la punta se partió un poco y manchó sus hojas.

Taehyung soltó una risita cuando el pelinegro maldijo, haciendo que lo voltease a ver por tercera vez.

"¿Quieres almorzar juntos?" El castaño propuso. "Soy Taehyung"

"Jungkook"

"Lo sé"

Jungkook lo miró titubeante y enseguida sonrió, apenas notable. "Te veo a las doce"

Ay, Taehyung.

En el presente se preguntaba qué hubiese pasado de nunca haber hecho esa pregunta, pero, ¿se arrepentía?

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⏰ Última actualización: Aug 14 ⏰

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