Capítulo 12

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(Capítulo 12)

Ella estaba llorando, pero no de felicidad, su llanto era amargo, Eren le gritaba, Armin intentaba calmarle, pero fue simplemente inútil, los gritos de Eren eran fuertes y si no hubieran estado en el bosque practicando a solas de seguro todos sus compañeros se hubiesen enterado.

Pero en esa ocasión Levi los había seguido para asegurarse de que no hicieran alguna locura, sabía lo que Eren era capaz de decir y hacer cuando estaba enojado, pero aun así sentía cierta lastima por la pelinegra que lloraba desconsoladamente.

Aquel día en los entrenamientos, Mikasa había protegido a Eren de uno de los titanes de madera, si no hubiese sido una práctica seguramente él habría muerto.

−¡NO NECESITO SU MALDITA AYUDA, VÁYANSE AL INFIERNO! ¡LÁRGUENSE, NO NECESITO SU LASTIMA!

−Eren cálmate...

−¡¿CÓMO QUIERES QUE ME CALME?! ¡SIEMPRE ARRUINAS TODO MIKASA! ¡TE ODIO! ¡TE ODIO! ¡TE ODIO!

Eso le había dolido de una manera que él no imaginaba, tomó su equipo de maniobras y se fue, Armin intentó detenerle, pero esta no le prestó atención. En ese momento Levi reaccionó y fue directamente a hablar con los cadetes, pero esos simples segundos habían sido suficientes para que el pelinegro la perdiera de vista.

−Mocosos insolentes, nadie les dio permiso para salir del castillo.

−Capitán, Eren y yo lo sentimos mucho.

−Tus disculpas no servirán de nada. –El azabache miró a la dirección donde habia perdido de vista a su aprendiz, el bosque era peligroso y aun mas de noche. Levi pensó aquello... −traigan de regreso a Ackerman y luego hablaremos de sus castigos...

Petra observaba la mesa de la 104 con preocupación, todo apuntaba a que su capitán no estaba enterado de nada. Con ese sería el 4to miembro de la promoción 104 que se iba del comedor, ahí solita, se encontraba Sasha devorando a toda velocidad la comida de sus compañeros, Reiner y Berthold. Ella estaba enterada sobre lo que había pasado hacia unas cuantas horas y poco a poco, su preocupación aumentaba, ellos solo eran unos niños, llovía sin cesar y ya era muy tarde, y no había rastros de Ackerman.

La castaña, limpió su boca y corrió a la salida. No pudo soportarlo más y se levantó bruscamente de su asiento, llamando la atención de sus compañeros, tomó su chaqueta, pero cuando estuvo a punto de abandonar la mesa, Levi hizo presión se su muñeca.

−¿A dónde vas? –La filosa mirada naval no se apartó de la taza de té negro, pero hizo que todos se estremecieran. −¿Acaso no responderás Petra?

−Yo... −El nudo en su garganta parecía que no sedería, no obstante, pensó en su compañera. La lluvia parecía intensificarse a cada segundo, todo se salió de control cuando Armin llegó desesperado buscando a sus compañeros, aunque habló con el capitán, pero él dejó claro que nadie de su equipo ni el de Hanji les ayudaría, era su problema y no debían involucrar a los demás. –Ayudaré a la 104, sin importar lo que usted diga. Debemos ayudar a todo aquel que lo necesite, y más si es uno de los nuestros.

La voz de la pelimiel era firme, pero Levi podía sentir como temblaba.

−Iré contigo.

...

Aunque la lluvia había cesado, se mantenían cayendo pequeñas gotas de agua del cielo y aun sin rastro de la pelinegra. Erwin estaba en Sina y no estaba enterado de nada, muy a pesar de ser el mejor amigo del rubio, sabía que lo esperaría un fuerte castigo por parte de este, después de todo, además de Eren, la azabache de 17 años era una esperanza para la humanidad, aunque ella aun no lo sabía. Su sangre ya lo había decidido.

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⏰ Última actualización: Aug 14 ⏰

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