LADYBELL ⟿ YOUNG MIKO˚ ༘ . ᵎᵎ

୧ ‧₊ ángel de paz ⋅

☆ atención : aquí les dejé algo que si las hará llorar JAJAJA ! este capítulo es triste, ¿okay? bueno, ya verán que después de la tormenta, siempre hay luz...

☆ nota: espero que les guste la depresión que les escribí hoy ! (yo lo detesté, por esa misma razón, pero tenía que darles inestabilidad emocional a propósito, algún día, ¿no?) la idea para este capítulo fue bien interesante: estaba recordando unos momentos de mi infancia y recordé que mi papá me ponía ese álbum homónimo de belinda y veíamos el video de "ángel", nuestra canción juntos. el video era sobre el chico que le gusta a belinda y se muere en una accidente. dije, "oye, ¿por qué no?"

☆ canción para este capítulo: "ángel (once in your lifetime)" de belinda. 

"Te digo somos los dos como el aire que está flotando libre en la inmensidad. Oigo tu voz, sueño contigo." 

★ PRIMER PUNTO DE VISTA ★

La mañana había comenzado con una claridad engañosa, un sol radiante que iluminaba la cocina mientras preparaba el desayuno. T/N estaba a mi lado, revisando su mochila por última vez antes de partir. Parecía un día como cualquier otro, pero una inquietud desconocida se instalaba en mi pecho.

Ella cerró el zíper de la mochila con una sonrisa despreocupada, esa sonrisa que siempre lograba hacerme sentir que todo iba a estar bien. Pero hoy, esa sonrisa no bastaba. Había algo en el aire, una sensación que no lograba sacudirme.

"¿Estás segura de que quieres ir hoy?" mi voz salió más suave de lo que esperaba, intentando disfrazar mi preocupación con calma.

T/N me miró, con esos ojos llenos de vida que siempre me atrapaban. Se acercó a mí y me envolvió en un abrazo cálido, sus manos acariciando mi espalda en un intento de tranquilizarme.

"Mi amor, solo es una hora. He hecho esto muchas veces... No te preocupes, I'll be fine."

Sus palabras estaban llenas de seguridad, pero no lograban borrar la sombra que se cernía sobre mí. Suspiré, apoyando mi frente en su hombro, deseando poder detenerla, encontrar las palabras adecuadas que la convencieran de quedarse conmigo.

"No sé, no me siento bien. Deberías dejar el viaje para otro día, esperar a que pase este mal clima," Mi voz era casi un ruego, y en mi corazón latía el miedo irracional que intentaba disfrazar de lógica.

Ella se separó un poco, sosteniendo mi rostro entre sus manos, y me miró con una ternura que me desarmó.

"Mi vida, todo va a estar bien. Te lo prometo. Solo voy a visitar a Mami después de la operación. Te llamaré cuando llegue, ¿si?"

Asentí, aunque cada fibra de mi ser quería gritarle que no fuera. La abracé de nuevo, más fuerte, como si al hacerlo pudiera anclarla a mí, como si pudiera protegerla de lo que sentía acercarse.

"Te amo tanto," murmuré, aferrándome a ella, temiendo que si la soltaba, algo terrible ocurriría.

"Y yo a ti, mi amor."

Me besó suavemente, sus labios sobre los míos llenos de una dulzura que me hacía sentir como si todo el mundo desapareciera a nuestro alrededor.

La dejé ir a regañadientes, viendo cómo se alejaba hacia la puerta con su mochila al hombro. Me quedé en la entrada, observando cómo se subía al carro y encendía el motor. Me miró una vez más, con esa sonrisa que siempre me prometía volver.

"Te estaré esperando entonces," le dije, mi voz suavizándose un poco al final.

Ella asintió, dándome un beso antes de cerrar la puerta del carro. La vi alejarse por el camino empedrado que nos llevaba fuera de nuestra casa, y me quedé allí, de pie en el umbral, hasta que su carro desapareció en la distancia.