୧ ‧₊ tienes lo mejor de mí ⋅

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☆ atención : es un fluffsito <33 se supone que fuera por otra dirección (smut), pero me gusta escribirles cositas así bien fresas. espero que les guste <33

☆ nota: les quería dejar algo cursi hoy, para recordarles que el amor existe y que no hay nada malo con ustedes <33

☆ canción para este capítulo: "best of me" por bts. 

"You got the best of me / So, please, just don't leave me."

★ PRIMER PUNTO DE VISTA ★

El vapor llenaba el baño, envolviendo el espacio en una atmósfera cálida y casi irreal. El sonido del agua cayendo sobre la cerámica, como una melodía constante, era lo único que rompía el silencio cómodo entre nosotras. Vicky estaba frente a mí, con el agua resbalando por su piel tatuada, las gotas siguiendo los intrincados diseños que cubrían sus brazos y espalda. Me fascinaba cómo cada curva de su cuerpo parecía contar una historia diferente, y cómo, incluso después de tanto tiempo, no podía dejar de admirarla.

Sus ojos brillaban bajo la luz tenue del baño, sus pupilas dilatadas por la cercanía, y cada vez que parpadeaba, podía sentir mi corazón acelerarse. Había algo en la forma en que el agua recorría su cuerpo que me dejaba sin aliento, como si el simple hecho de observarla fuera un privilegio que no merecía.

"¿Qué pasa?" preguntó de repente, sus ojos azules clavándose en los míos, como si pudiera leer cada uno de mis pensamientos.

A pesar de la fuerza que siempre mostraba, había algo vulnerable en ella en este momento. Tal vez era la forma en que el agua caía sobre su cabello mojado, que se pegaba a su frente, o el leve temblor en su voz que apenas noté.

"Nada, ¿no te puedo mirar?" respondí, alzando una mano para acariciar suavemente su mejilla.

Mis dedos se deslizaban con facilidad sobre su piel húmeda, y ella cerró los ojos, inclinándose levemente hacia mi toque, como una flor buscando la luz del sol.

No dijo nada, simplemente se acercó más, dejando que su cuerpo se uniera al mío bajo el agua tibia. Mi espalda tocó los azulejos fríos, creando un contraste que me hizo estremecer ligeramente, pero el calor de su cercanía lo compensaba todo.

Deslicé mis dedos por sus brazos, siguiendo el rastro de cada tatuaje, como si nunca los hubiera visto antes. Había algo en la manera en que su piel, cubierta de arte, se volvía aún más vibrante cuando el agua corría por ella. Cada vez que pasaba mis manos sobre sus brazos, sentía como si estuviera leyendo su historia a través de los dibujos que tanto significaban para ella.

Pero no era solo eso. Había algo más allá de la apariencia física que me atraía de una manera que no podía describir con palabras. La fuerza en su postura, esa seguridad que irradiaba incluso en los momentos más vulnerables. Era como si el peso del mundo nunca pudiera doblegarla, y aun así, aquí estaba, mostrándose ante mí con una vulnerabilidad que solo yo conocía. Era eso lo que la hacía tan irresistible. Esa dualidad entre su lado fuerte y el más suave, el que solo yo veía en momentos como este.

"Eres tan... perfecta," susurré sin pensar, mis palabras flotando en el aire, ahogadas por el sonido del agua.

Vicky me miró, sorprendida, y sonrió de esa forma tan suya, como si no se creyera lo que acababa de escuchar. Esa sonrisa tímida que rara vez mostraba a nadie más.

"Siempre me dices eso, pero no soy la gran cosa," respondió con un encogimiento de hombros, como si no entendiera el poder que tenía sobre mí.

Me acerqué un poco más, mis labios rozando su hombro desnudo mientras seguía observándola, casi embelesada. Había algo en ella, algo que me hacía sentir tan pequeña y al mismo tiempo, tan completa. Sus ojos, su voz, la manera en que sus manos a veces temblaban cuando me tocaban, aunque siempre pretendiera que no estaba nerviosa.

"No tienes idea de lo hermosa que eres," dije con suavidad, llevándome las manos a su rostro, obligándola a mirarme de frente. "Eres todo. Cada parte de ti, cada tatuaje, cada cicatriz... eres mi universo."

Ella se quedó en silencio, tragando saliva, visiblemente afectada por mis palabras. Pude ver el leve rubor en sus mejillas, mezclado con las gotas de agua que caían de su cabello mojado. Me encantaba cómo, incluso siendo tan segura de sí misma frente al mundo, conmigo se derrumbaba. Conmigo, Vicky era solo Vicky, sin la máscara de estrella, sin la presión de ser fuerte.

"Eres increíble," añadí, mi voz apenas audible, mientras deslizaba mis manos por su espalda, sintiendo el relieve de los tatuajes bajo mis dedos.

Vicky finalmente habló, aunque su voz era suave, casi un susurro.

"T/N, no sabes lo importante que es que me veas así."

Vicky cerró los ojos. Podía sentir cómo se relajaba en mis brazos, dejando que la vulnerabilidad tomara el control, algo que no hacía fácilmente. Era como si, en este pequeño espacio de vapor y agua, todas sus barreras se derrumbaran. Siempre había sido fuerte, siempre la que llevaba el peso, la que protegía, pero aquí, conmigo, se permitía ser frágil. Y eso, más que cualquier otra cosa, era lo que me hacía admirarla aún más.

Deslicé mis manos por su cuello, luego más abajo, recorriendo cada centímetro de su piel, sintiendo el calor de su cuerpo mezclarse con el mío. Mis dedos acariciaron su abdomen, y Vicky se estremeció ligeramente bajo mi toque, como si el simple contacto entre nosotras fuera demasiado intenso. Sonreí al notar su reacción, sabiendo que incluso después de todo este tiempo, aún lograba hacerla sentir así.

Ella se giró ligeramente, sus manos ahora en mi cintura, sus dedos trazando círculos lentos sobre mi piel mojada. Cuando finalmente abrió los ojos, había una mezcla de emoción y sorpresa en ellos, como si mis palabras le llegaran más profundamente de lo que esperaba.

"Siempre he querido ser fuerte para ti," murmuró, sus ojos azules brillando con una mezcla de determinación y algo de miedo. "A veces siento que... no sé si soy suficiente."

Ese pequeño confesión me rompió el corazón. Vicky, la persona que yo veía como imparable, la que siempre sabía qué hacer y cómo hacerlo, tenía sus dudas. Y ese temor de no ser suficiente era algo que nunca imaginé que ella sintiera.

"¿Suficiente?" Reí suavemente, incrédula. "Ay, mi amor, you're more than enough. No hay un solo día en que no me sienta orgullosa de tenerte a mi lado."

Ella me miró por un largo momento, como si intentara procesar mis palabras, como si quisiera creerlas pero le costara. Su terquedad, esa que tanto amaba, la hacía luchar contra sus propios pensamientos. Pero yo estaba decidida a que entendiera lo que significaba para mí, y no iba a dejar que sus inseguridades ganaran.

Ella tragó saliva, sus ojos se suavizaron, y pude ver cómo las palabras empezaban a calar en su interior. Me incliné hacia adelante y la besé, un beso lento y profundo, como si quisiera transferirle todo lo que no podía decir con palabras. Sentí cómo se rendía en mis brazos, sus dedos aferrándose a mi espalda, como si necesitara sostenerse de algo tangible para anclarse en el momento.

Cuando nos separamos, sus labios estaban hinchados y su respiración agitada, pero había algo distinto en su mirada. Una comprensión, una paz que antes no estaba allí.

"Nunca pensé que me pudieran ver así," dijo en un susurro. "Siempre me ha tocado ser la fuerte, la que está pendiente, y tú... tú me haces sentir que no necesito serlo todo el tiempo."

Sonreí suavemente, acariciando su mejilla con mis dedos. "No tienes que serlo. Conmigo, puedes ser tú misma, sin máscaras. Y eso es lo que más amo de ti."

Ella asintió lentamente, como si finalmente entendiera lo que había estado intentando decirle desde el principio.

Era esa electricidad palpable que siempre parecía encenderse cuando nuestros cuerpos se acercaban, cuando el espacio entre nosotras se reducía a nada.

Mi mirada se posó en el cuello de Vicky, en la forma en que las gotas de agua se deslizaban por su piel como un camino a seguir. Mi respiración se hizo más lenta, más profunda, mientras la observaba. No podía resistir.

Me incliné hacia adelante, mis labios encontrando la curva de su cuello con una suavidad deliberada. Vicky dejó escapar un pequeño suspiro al sentir el contacto, su cuerpo tensándose ligeramente en mis brazos. Sonreí contra su piel, disfrutando de esa reacción. Ella podía ser la más fuerte, la más dura con todos los demás, pero aquí, conmigo, se derretía.

"Relájate," murmuré contra su cuello antes de besarla otra vez, dejando que mis labios recorrieran su piel con lentitud, como si cada beso fuera una promesa.

Podía sentir su respiración acelerarse, su pecho subiendo y bajando con más fuerza mientras trataba de contener lo que realmente estaba sintiendo.

Mis manos bajaron por su espalda, trazando el camino de sus tatuajes, sintiendo el contraste entre la calidez de su piel y la frialdad de los azulejos detrás de ella.

Me encantaba la forma en que su cuerpo respondía a cada toque, cómo sus manos se aferraban a mis caderas, buscando algo a lo que aferrarse. Sentí sus uñas presionar ligeramente mi piel, y eso solo hizo que el deseo dentro de mí creciera.

"T/N..." susurró con la voz entrecortada, sus ojos medio cerrados, tratando de aferrarse a lo poco que le quedaba de control. "No sé cuánto más voy a poder aguantar..."

Sonreí, besando el punto justo debajo de su mandíbula, ese que sabía que la volvía loca.

"No te aguantes," susurré contra su piel, mis labios viajando más abajo, marcando mi camino con besos húmedos y cálidos. "Solo déjate llevar."

Ella dejó escapar un gemido bajo, esa mezcla perfecta de rendición y deseo que me hacía sentir en control absoluto. Sabía que estaba perdiendo la batalla interna, y eso solo me motivaba más. Mis manos continuaron explorando su cuerpo, descendiendo con lentitud, tomándome mi tiempo para saborear cada segundo, cada reacción.

Vicky estaba completamente entregada a mí en ese momento. Podía sentirlo en la forma en que su cuerpo se arqueaba ligeramente hacia el mío, como si necesitara más, como si el simple contacto no fuera suficiente para calmar el fuego que ahora ardía entre nosotras. Sus manos, antes tensas, se relajaron y comenzaron a moverse, deslizándose por mi espalda hasta mis hombros, tratando de acercarme más, como si eso fuera posible.

"Carajo, T/N..." susurró entre jadeos, su voz quebrada por el deseo. "Me vuelves loca."

Sonreí contra su piel, mordiéndola suavemente, lo justo para que sintiera ese pequeño toque de dolor mezclado con placer. Su reacción fue inmediata: su respiración se hizo más irregular, y sus manos se aferraron a mí con más fuerza.

"Eso es lo que quiero," murmuré, subiendo para besarla de nuevo en los labios, esta vez con más urgencia, más hambre. Sentí cómo respondía, sus labios devorando los míos con una pasión desenfrenada, sin miedo de mostrar cuánto me deseaba.

El agua seguía cayendo sobre nosotras, pero el calor en el baño ya no provenía de ahí. Todo lo que importaba ahora era Vicky, su cuerpo presionado contra el mío, el ritmo de su respiración que se sincronizaba con la mía, y ese fuego que ardía entre nosotras, incontrolable y feroz.

El mundo exterior desaparecía por completo, dejando solo este momento.

Me aparté un poco, con una sonrisa juguetona en los labios, viéndola luchar por controlar su respiración, los ojos medio cerrados, completamente rendida.

"Relájate, mi amor," repetí, esta vez en un tono más bajo, más seductor. "Hoy es para ti."

Vicky abrió los ojos, sus labios entreabiertos y su mirada cargada de deseo, sus palabras apenas un susurro.

"No puedo más, T/N..."

LADYBELL ⟿ YOUNG MIKO˚ ༘ .  ᵎᵎDonde viven las historias. Descúbrelo ahora