Nacer con una maldición no es fácil, para nada, tener que estar sola por el simple hecho que los demás tuvieran miedo de ella era muy doloroso.
Kurunuma Sawako a podido ver maldiciones desde niña, fue apodada "Sadako" por su parecido al personaje de...
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Las sombras siempre la acechaban.
No importaba donde estuviera, parecía atraer a las criaturas como polillas a la luz. Para una niña pequeña esto no debía ser normal, no había forma de que lo que veía fuera normal.
Ella estaba maldita, este mundo la maldijo.
Kuronuma Sawako, tenía una maldición.
Al principio no sabía lo que eran, siempre le decía a sus padres que son esas cosas que visualizaba en la calle o en su escuela primaria, sus progenitores le respondían siempre que solo era su imaginación, nada a qué tenerle miedo.
Solo está en tu mente, repetía como un mantra para si misma, como si pensar eso haría que esas feas criaturas desaparecieran sin más.
Los niños la llamaron "Sadako" como la niña de la pelicula "Ringu", no lo entendía, ella no era para nada como ese personaje.
Quería hacer amigos, realmente lo quería con todo su corazón, pero simplemente no se atrevió a hacerlo, y ellos no estaban dispuestos a mirarla ni a los ojos.
Los "monstruos", como ella los apodo, estaban con algunos niños de su escuela, en sus hombros, sobre su cabeza, abrazándolos, a sus pies, era una imagen espantosa.
Quería decir algo, decir que tuvieran cuidado, que se dieran cuenta que eso estaba ahí, pero simplemente se limito a mirar, y eso fue lo peor que pudo hacer.
Los niños empezaron a presentarse enfermos algunas veces, otros decidieron cambiarse de institución por el miedo que tenían a ciertas zonas y juraban que había algo ahí.
Todos fijaron su mirada en Sadako, siempre que miraba fijamente a alguien significaban cosas malas, si ella miraba a un punto en la nada, algo había ahí.
Los rumores se exparsieron como la pólvora, "Sadako-chan la niña maldita".
- Dicen que ella puede ver espíritus -murmuraron- si te mira automáticamente serás maldecido.
- Que miedo, ¡no dejes que te mire!
- Escuché que Nao se fue por su culpa.
- Ella mira a la nada a veces ¿Crees que ve algo?
Sadako fue su nombre para siempre, estaría condenada a esto, se pregunto ¿Por qué?
A la edad de 12 años sus padres estuvieron los suficientemente preocupados para llevarla al hospital en busca de algo mental, parecía que todo estaba bien, nada fuera de lo común.
Sin tener éxito llamaron a un chamán, tal vez su hija si estaba maldecida, su tierna y dulce pequeña estaba maldita.
Fue un ritual de limpieza por la casa en primer lugar, luego pasaron a lo importante, la joven.
Después el chamán prometió que ya no sucedería nada con su niña, mintió.
