Desconocida.

277 30 1
                                    

A la mañana siguiente, en la pequeña habitación de la torre médica, Jennie movía sus manos de manera inquieta. Se sentía ansiosa por ver a las dos mujeres de anoche y no 'ansiosa' en el buen sentido.

"Buenos días, doctora Kim. Me alegra verla mejor y con más ánimos." Dijo Kang Seulgi. La doctora que la había atendido por la noche."Te daré este fin de semana para descansar, necesito a mi doctora al cien por ciento. Y también aprovecha para arreglar tus asuntos con esas pilotos."

"No tiene que preocuparse por ellas, no hay asuntos entre nosotras." Aclaró apenada.

"Bueno, eso no lo parecía anoche." Insinuó. "Aunque conozco muy bien a Rosé, es una deportista muy decidida y amable. La conocí la temporada pasada, su belleza me dejó impresionada."

"Parece que es otra persona la que tiene asuntos con una piloto." Bromeó Jennie.

"Por mi bien me ahorraría tener asuntos con esas mujeres."

A Jennie le pareció extraño aquel comentario, pero en lugar de indagar más sobre las deportistas solo ignoró lo dicho por la doctora.

"Buenos días, ¿puedo pasar?"

Ambas doctoras se miraron disimuladamente entre sí, parecían haber invocado a una de las mujeres.

"Adelante, señorita Park. Solo estaba visitando a la doctora Kim." Seulgi le sonrió amablemente y miró a Jennie. "Prepararé tu alta para esta tarde."

Jennie asintió con una ligera sonrisa al escuchar eso y vió a Seulgi salir de la habitación.

"¿Cómo estás, Jendukie?"

La coreana rió al escuchar ese nombre.

"¿Ese es mi nuevo apodo?"

"Lo es, hice lo mejor que pude, pasé toda la noche pensando un apodo y debo ser sincera... La sala de espera es helada durante la noche, así que sí, 'Jendukie' fue lo mejor que se me ocurrió."

La sonrisa de Jennie desapareció al instante.

"¿Te quedaste toda la noche en la sala de espera?"

"Desde luego. No podía esperar a verte, la imagen de ti en el suelo del hotel aún sigue en mi cabeza. Estaba preocupada."

"Rosé, no debiste. Fue solo una alergia."

"Una alergia que no te dejaba respirar." Corrigió. "Y si tengo que volver a pasar la noche en esa sala de espera para poder verte entonces lo haré."

El pechó de Jennie se sintió lleno de calor al escuchar las palabras tan sinceras de Rosé, sus labios no pudieron evitar formar una pequeña sonrisa demostrando lo feliz que le hacía saber lo buena que era la rubia. Seulgi tenía razón, la rubia era muy amable.

La neozelandesa se acercó a Jennie y tomó su mano, se quedaron en silencio unos segundos y Rosé sintió que besar la mejilla de Jennie era algo que debía hacer en ese momento. No espero un segundo más y los labios de la rubia se estrellaron de manera suave contra la mejilla de Jennie.

"Apártate, Park."

Esas palabras hicieron a las dos mujeres sobresaltarse. Miraron a la puerta y ahí estaba Lisa con unas gafas de sol, una chaqueta gris y un ramo de flores en su mano.

"Manobal." Saludó duramente la rubia.

"Creí haber sido clara anoche, Rosé. Te dije que vinieras a verla en la tarde."

Rosé se mordió la lengua para evitar insultar a la tailandesa, lo que menos quería es que Jennie se sintiera mal en medio de sus discusiones.

Lisa intentó ignorar la presencia de Rosé y se acercó a Jennie.

  𐙚 𝙊𝙪𝙩 𝙤𝙛 𝙢𝙮 𝙡𝙚𝙖𝙜𝙪𝙚. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora