Liz y la rubia.

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"Doctora Kim, es un gusto tenerla en mi oficina." Dijo el hombre de bata blanca mientras la miraba de pies a cabeza con descaro.

Jennie sonrió un poco incómoda ante la mirada de su jefe. No era un secreto que ese hombre coqueteaba con todas las mujeres existentes en ese hospital y hacia todo lo posible por meterlas a su oficina.

"Bueno, el doctor Choi me informó que necesitaba verme con urgencia, señor. Así que aquí estoy."

"Cierto." El doctor acomodó su corbata y sonrió con un toque de malicia. Jennie sabía que le daría una noticia mala. "Quería informarle que ya no podrá estar más en los pasillos de este hospital, doctora."

Jennie se quedó unos segundos en silencio procesando lo que el doctor le acababa de decir.

"¿Disculpe? ¿Me está despidiendo?" Preguntó insegura.

Su jefe comenzó a reír y Jennie supo que era una mala broma.

"No, Kim. Solo quería informarle que la voy a trasladar a una torre médica."

"¿Trasladar? Lo siento pero estoy confundida. Nunca se me notificó algo así."

"Ah, claro. Eso es porque lo acabo de decidir."

Jennie soltó una risa nerviosa, había trabajado duro desde que era estudiante para tener un puesto en ese hospital y su jefe decidió moverla solo porque sí. No estaba solo nerviosa, estaba enojada.

"Señor, con todo el respeto que le tengo... No puede hacer eso, no pienso moverme de este hospital, tengo pacientes."

"No te preocupes por eso, le pasaré todos tus pacientes a la doctora Sun." Su jefe parecía tener todo planeado desde hace tiempo. El doctor arregló sus gafas y se acercó a Jennie.

"¿Por qué hace esto, señor? ¿Cometí algún error?"

La ansiedad comenzó a invadir el cuerpo de Jennie. Su mente la hizo pensar que probablemente había cometido un error con algún paciente, que tal vez la habían reportado con la junta.

Sus nervios jugaban con ella desasiéndose de su fina postura.

"Escucha, Kim. No es personal, eres una doctora buena y eso es increíble para el hospital, pero... No eres lo que los pacientes vienen a buscar."

Jennie arrugó su entre cejo haciéndole saber al jefe que no entendía.

"Lo que quiero decir es que, muchos vienen aquí esperando a que Kim SeokJin los atienda o que Park Jin Young los opere. Eres talentosa, eso es obvio. Pero no quiero que afectes la reputación de los doctores." Continuó. "El comité solicitó a los hospitales enviar doctores que estén disponibles para una torre médica especializada en medicina deportiva. Es la oportunidad de que te vayas y expandas tus opciones, pero también la oportunidad de que me dejes continuar con la imagen de mis doctores."

Jennie se quedó boquiabierta, esto era misoginia en su máximo esplendor. No podía creerlo.

"Señor, me dejó sin palabras." Admitió. "Hay como miles de razones por las cuales podría denunciarlo con el comité, todo lo que usted me dijo es..." Jennie suspiró intentando calmarse. " Escuche, yo no pienso irme, trabajé duro para llegar en dónde estoy, hice sacrificios y no pienso irme."

"Muy tarde para querer luchar por tu puesto, Kim. No me interesa si me denuncias con el comité, yo firmé el contrato y vas a ir a esa torre médica, te guste o no."

"Genial, esto es..." La castaña apretó su puño con fuerza, necesitaba respirar. "No sé nada sobre medicina deportiva, sé sobre lo clínico, también soy cirujana, la medicina deportiva no es mi especialidad."

  𐙚 𝙊𝙪𝙩 𝙤𝙛 𝙢𝙮 𝙡𝙚𝙖𝙜𝙪𝙚. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora