IV

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Marta estaba acabando el informe sobre el anterior caso que solucionó, cuando su padre entró al despacho sin molestarse en llamar.
A Marta le molestaba mucho que con ella no siguiera los buenos modales pero ya se iba acostumbrando.

-Buenas tardes hija, como va el caso? Ya sé que me llamaste esta mañana para contarme, pero te quería hablar de algo sobre el caso- dijo su padre cerrando la puerta y sentándose delante de ella.

Marta lo miró con curiosidad y le invitó para que le cuente.

-Ya te informé en el caso Merino lo que les pasa a estas personas en las cárceles o en los manicomios, quiero estar seguro de que lo recuerdas y que no debo repetirtelo. Puedes sugerir a donde la deben de enviar, aunque no serás tú la que vaya a elegir.

Marta no entendía a qué venia todo esto así que dijo:

-Me acuerdo perfectamente de ese caso y no se preocupe que no me debe repetir lo que les hacen, pero me gustaría saber a qué viene todo esto.

-Ella es una mujer y tú nunca has tenido novio, las sospechas de que eres una invertida están muy candentes. Recuerda que con ese tal Jaime no duraste ni dos semanas. Por eso te he dado este caso, porque si lo resuelves y la envias donde debes enviarla, las sospechas cesarán o al menos se calmarán. Sabes una cosa hija? Estoy cansado de decir siempre que en mi familia no hay invertidas, no me decepciones hija, porque si lo haces, yo mismo te llevaré a la cárcel- dijo su padre en tono amenazante y apoyándose en la mesa- No tardes en solucionarlo.
Su padre salió del despacho sin darle la oportunidad a Marta de contestar.

Marta se quedó allí pensativa y de repente unas lágrimas salieron de sus ojos azules, recordó el porque quiso hacerse espia franquista, ella en el fondo sabía que le gustan las mujeres pero pensó que "se curaría" si mandaba invertidos a la cárcel. El caso Merino le dolió pero este caso le duele aún más, porque está empezando a sentir cosas por Fina, no lo puede seguir negando.

De su despacho fue directamente al apartamento de Fina, esta le abrió y la invitó a pasar, después de cerrar la puerta Marta empezó a hablar:

-Soy tonta Fina, soy muy tonta- dijo sollozando- tienes razón, siempre la tuviste...

-Razón con qué Marta? A qué te refieres?- la interrumpió Fina mientras intentaba calmarla acariciandola.

-Soy la hija de Damián de la Reina, soy una espia franquista y el caso es que mi misión es meterte en la cárcel por invertida- soltó Marta.

Fina dio varios pasos hacia atrás, de repente sus ojos se humedecieron, sintió una mezcla de frustración y decepción.

-Cómo? No puede ser Marta- dijo Fina intentando ocultar su nerviosismo- pensé que entre nosotras hay algo, cómo eres capaz de esto? Pensé que te gusto pero ya veo que me equivoqué, así que si quieres, llévame a la cárcel pero no tienes pruebas. Es eso lo que quieres verdad?

Marta se levantó y se acercó a Fina, le sujetó la cara y le dió un beso suave, al separarse le preguntó:

-Contesta esto a tu pregunta? No puedo enviarte a la cárcel porque eso significaría enviar una parte de mí también, siempre quise creer que no soy como tú, pero desde que te he conocido no he podido seguir negándolo.

Las dos volvieron a fundirse en un beso y después en un abrazo. Esa noche las dos durmieron juntas haciendo la cucharita y dándose mimos y besos antes de quedarse dormidas.

Perdonad la tardanza, por asuntos personales no pude publicar antes
Qué os parece el capitulo?
Espero que os haya gustado ☺️

Amor o lealtad al régimen?- Marta y Fina #Mafin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora