REALEZA, AMOR Y TRADICIÓN

Desepcionada Y Dolida

Becky

—¡Lady Becky! —Los gritos de Freen al igual que ella me siguen por el segundo piso— ¡Becky!
Sus pasos se detienen y los míos también, la escucho respirar agitada y es ella quien empieza a hablar.

—Princesa, por favor.

Me vuelvo hacia ella, para ser guardia real le falta físico.

—Escúcheme, por favor, no he usado las palabras correctas—Toma aire para poder volver a hablar.

Freen carraspea.

—¿Estas bien?

—Lo estoy—Responde de inmediato—Quiero decirle que está equivocada, con todo respeto y que si su majestad estuviera aquí.

—Pero no lo está. —Le interrumpo y Freen calla—La princesa no está aquí.

Su gesto cambia.

—No sabe lo que dice.

—Basta, Freen entiendo que creciste con ella— Hablo yo—Pero por favor no la encubras, por favor no quiero decepcionarme de ti. Yo ha ella no la conozco, pero...

Tomo aire y continuo.

—Yo entiendo que tenga dudas sobre mí y proteja su reino, que le preocupe la estabilidad que pueda ofrecer esta unión, que yo no tenga los recursos para dárselo o mi reino no pueda otorgar más que beneficios medicinales...

—Princesa....

—Pero no me pidas que no me sienta como me siento porque no ha sido capaz de darse la oportunidad de conocerme—Trato de contener lo que el dolor del rechazo de su majestad me causa—Por favor Freen, no me pidas que mi corazón no se sienta dolido ni decepcionado.

Freen guarda silencio y no me sigue esta vez, llego a mi habitación e ingreso a ella, cerrando la puerta.

No puedo evitar llorar, así que lo hago.

◼️◼️◼️

Me doy por indispuesta para la cena, así que traen mis alimentos a la habitación, las criadas se disculpan de mi parte con los reyes y me pongo a leer un rato antes de dirigirme a la cama.

Golpean mi puerta y me acerco a abrir, es una criada y Freen, me encuentro con sus ojos oscuros y le doy el pase a la criada de llevarse mis platillos.

—Descanse, lady Becky. — Hace una corta reverencia sujetando los platos y sale de la habitación.

Me quedo a solas con Freen y cubro mi ropa interior con el manto, rodeando mi cintura con los brazos, también trato de no mantener contacto directo con su mirada.

—Tiene los ojos hinchados— Murmura y mis ojos se levantan hacia ella— ¿Ha estado llorando, princesa?

Trago saliva.

—Estoy bien, Fre...

—Hay una selección de libros que me encantaría mostrarle—Señala fuera de la habitación—Si me lo permite.

—Creí que no podríamos estar solas en una habitación y menos por la noche las dos solas.

La veo tragar.

—Hare una excepción esta vez—Me da espacio para salir y extiende la mano hacia la puerta—¿Vienes conmigo, Becky?