REALEZA, AMOR Y TRADICIÓN

Mi Prometido

Becky

" La mujer que amas..."

La princesa proclama con tanta seguridad las palabras que la rabia me hacen arder la nariz, cierro los dedos alrededor del arco y la miro con una expresión de enojo.

Mentira no es.

—¿Segura que...

—No empecemos con mentiras, Becky—Me interrumpe—No voy a creerlas, no hace falta que niegues esto.

—No—Lo interrumpo—Pero realmente te atreves a decirme eso,Freen.

—Princesa.

—Y yo no miento sobre lo que siento, princesa, a diferencia de otras— Le respondo y doy un paso hacia ella, la mirada de Freen se dirige a mis labios.

Si, estoy hablando con rencor y molestia.

—Así que cuando digo que estés atenta a las consecuencias, lo hare—Continuo.

Los ojos de Freen no cambian de dirección, noto un brillo de sorpresa en ellos mientras me observa.

—Te pedí amablemente que desaparecieras de mis tierras.

Freen vacila—¿Eso fue amable, mi amor?

Basta.

—Sucede que ya no puedes dañarme mas, princesa—Se inclina hacia mi y sus ojos vuelven a mis labios.

—Princesa...— La criada tiembla a mi lado, rompiendo nuestro molesto momento.

Suspiro volviéndome hacia ella y de inmediato
miro a Freen.

—Salgamos de aquí.

◼️◼️◼️

Trituro las hojas medicinales con ayuda del batan pesado, mis manos sujetan ambos extremos y golpeo contra la piedra viendo como todo queda echo polvo, la princesa esta a mi lado, vigilando mis pasos, mi criada sentada cerca a la mesa, con una manta cubriendo sus brazos y bebiendo un te que la madre del niño enfermo le ofreció.

Me limpio la frente cuando acabo y dejo la piedra en su lugar, pido que me alcancen un recipiente donde meter todo y me dirijo a la cocina, los pasos de Freen me siguen y aunque la quiero lejos, ya los miembros de este hogar la han invitado diciendo que es un honor tenerla.

Si, lo es.

Que me haya herido, lastimado y roto el corazón no quita que sea una princesa y no cualquiera, sino la heredera de Alejandría.

Me concentro en terminar el medicamento, me traen las especias que necesito y las mezclo junto con las plantas, escucho la respiración del niño a mis espaldas, se encuentra en la cama, con paños húmedos cubriendo su cabeza, los padres han pasado el agua fria sobre su cuerpo para bajar su fiebre y han echo un gran trabajo, pero necesita del brebaje que estoy por finalizar.

—Princesa...—Mi criada se me acerca—
¿Necesita ayuda?

Le sonrio—Ya casi termino, gracias Irin—Me limpio las manos sacudiendo el polvo y sirvo todo en un vaso antes de dirigirme a la habitación del niño.

Su madre esta con el, tomándole la mano.

ーPrincesa.

—Por favor bebe esto—Le pido y a su vez su padre llega ayudándome a que se siente.

El niño bebe haciendo una mueca desagrádame y me rio.