La actuación

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De repente, la música comenzó a sonar, marcando el inicio de la velada. En un pequeño escenario, discretamente ubicado en un rincón acogedor del café, Lua se adelantó con un micrófono en la mano. La cafetería, ahora llena hasta el último rincón, parecía un refugio de cálida luz y susurros expectantes. La gente había llegado buscando un respiro de la rutina, un
momento para desconectar y, tal vez, encontrar algo que les tocara el alma.

—Buenas noches, queridos clientes —la voz de Lua, melodiosa y llena de vida, resonó en el aire, capturando la atención de todos—. Es un placer dar inicio al show de esta noche. Tenemos nueve actuaciones para ustedes, y como broche de oro, uno de nuestros queridos meseros volverá a actuar para nosotros, esta vez en solitario. Una vez más, para escuchar su melodiosa voz después de tanto tiempo. Así que, sin más preámbulos, ¡que comience el espectáculo! —.

El aplauso que siguió llenó el local como una ola de energía. No obstante, en una esquina, un hombre permanecía inmóvil, abstraído en un mundo propio. Jay, un misterioso hombre de mirada profunda y pensativa, sacó un lápiz de su elegante maletín, junto a un cuaderno de bocetos. Sus dedos, hábiles y precisos, comenzaron a esbozar líneas mientras sus ojos vagaban por el entorno, buscando una chispa, una inspiración que pudiera dar vida a su próxima obra. Anhelaba algo que lo conmocionara, que le hiciera sentir que aún quedaba belleza por descubrir en el mundo.

En medio del bullicio de la noche, el café se había convertido en una bomba de sonidos disonantes. Las conversaciones animadas y las risas resonaban por encima de la música, creando un tumulto de ruido que a veces resultaba casi ensordecedor. Los grupos de amigos charlaban con entusiasmo, sus voces elevadas y entrelazadas en un caos de ruido que parecía competir con las actuaciones en el escenario. El choque constante de platos y tazas, sumado al zumbido de las conversaciones, daba al ambiente una energía frenética que podría desviar la atención de cualquier presentación. Sin embargo, a pesar de este ruido de fondo que saturaba el aire, había momentos en los que el público, con una intensidad casi palpable, se entregaba completamente a las actuaciones que realmente capturaban su interés.

Las actuaciones continuaron, una tras otra, y aunque algunas lograron arrancarle una sonrisa a Jay, ninguna logró tocar la fibra que él buscaba. La noche avanzaba, y con ella, la esperanza de encontrar lo que necesitaba parecía desvanecerse. Quedaban solo dos presentaciones, y Jay ya se sentía derrotado.

Sin embargo, un instante después, la mesera Lua anunció el nombre de la siguiente actuación, y algo en el tono de su voz hizo que Jay levantara la vista. — ¡Buenas noches a todos! ¡Qué noche tan maravillosa hemos tenido hasta ahora! Pero la diversión no ha terminado. Nuestra próxima actuación es una sorpresa especial, así que prepárense para disfrutar. ¡Les presento a nuestro encantador mesero, el talentoso Daniel Park!

Las palabras de Lua se esparcieron por el café, y la reacción del público fue inmediata. Un torrente de aplausos y vítores estalló, llenando el espacio con un rugido de anticipación. La energía del local se intensificó, con las personas girándose hacia el escenario, sus caras iluminadas por una mezcla de curiosidad y entusiasmo. Las risas y los murmullos previos se apagaron como por arte de magia, reemplazados por una expectación palpable.

El sonido de las manos chocando se convirtió en un tamborileo rítmico que resonaba en las paredes, creando una ola de sonido que envolvía a todos en el café. Grupos de amigos se animaron mutuamente, aplaudiendo con vigor y levantando las manos al ritmo de la emoción colectiva. Parejas se acurrucaron más cerca, y los clientes de las mesas más cercanas se inclinaron hacia adelante, sus ojos brillando con anticipación.

La música comenzó a sonar, y el público se sumió en un silencioreverente. Cada nota que emergía del altavoz parecía transformar el ambiente, llenándolo de una atmósfera de expectación y calma.

Dulce paladar (JayxDaniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora