"Ojalá me amaras otra vez
No, no quiero a nadie más.
Ojalá pudieras amarme otra vez".
Jungkook se siente como un verdadero estúpido.
La culpa, la confusión y una sensación de impotencia se arremolinan en su interior mientras observa la figura de Taehyung, quien ahora le da la espalda, rechazándolo con ese simple gesto. No puede soportarlo.
No puede simplemente dejarlo así.
Se acerca a la cama, su frustración siendo evidente en cada movimiento. Coloca una mano firme en el hombro de Taehyung, obligándolo a girar para enfrentar su mirada.
—¡Dame la cara, maldita sea! —exige, su voz resonando en la habitación, cargada de ira y desesperación—. ¡Responde todas las malditas dudas que tengo!
Pero Taehyung no se inmuta. Joder, sus ojos, que siempre miraban a Jungkook con desafío, ahora estaban cargados de emociones que el alfa no logra descifrar del todo, permanecen fríos. Parece haber tomado una decisión y no se va a mover de su postura, no importa cuánta presión Jungkook intente ejercer sobre él.
—En mi bolso están los estudios —responde Taehyung finalmente, su tono neutro, casi desinteresado—. Ahí puedes ver las semanas que tengo, los detalles del embarazo, todo lo que necesites para resolver tus dudas. Y si quieres, estoy dispuesto a hacerme una prueba para que confirmes que el cachorro que espero es tuyo.
Las palabras de Taehyung cortan a Jungkook como puñaladas. No hay emoción en su voz, solo una frialdad que lo desarma, que lo hace sentirse aún más estúpido, más perdido.
Cada palabra que Taehyung pronuncia parece destinada a poner más distancia entre ellos, a establecer un límite que Jungkook nunca se había dado cuenta de que existía, pero que ahora es imposible ignorar.
Taehyung no lo necesita. No lo quiere cerca, no lo está buscando para compartir este momento. Lo único que le ofrece es una salida, una opción para escapar de cualquier responsabilidad más allá de lo material, más allá de lo necesario.
Y mientras las palabras de Taehyung resuenan en su cabeza, Jungkook siente como si algo en su interior se quebrara. No puede apartar la vista de él, de ese rostro que ahora parece tan distante, tan inaccesible, como si estuviera a millas de distancia, aunque solo haya unos centímetros entre ambos.
Jungkook aprieta los labios, luchando contra las emociones que lo invaden, incapaz de articular una respuesta. Porque, en el fondo, sabe que no hay nada que pueda decir que cambie lo que está ocurriendo. Y eso, más que cualquier otra cosa, es lo que más le duele.
El alfa siente que el aire se le escapa cuando finalmente se atreve a hacer la pregunta que más temía, la que ha estado evitando desde que todo esto comenzó a desmoronarse frente a sus ojos.
—¿Y nosotros? —murmura, intentando que su voz no suene tan desesperada como se siente—. ¿Qué va a pasar con nosotros?
Taehyung lo mira fijamente por un segundo, y por un instante, Jungkook cree ver una chispa de algo, algo que no es rabia ni indiferencia. Pero lo que sea que es, desaparece tan rápido como llegó. La expresión de Taehyung se endurece, y cuando finalmente responde, sus palabras son afiladas, cortantes.
—Nosotros jamás existimos, Jungkook. —La frialdad en su voz es casi dolorosa—. Tú mismo lo dijiste, ¿no? Fuiste tú quien terminó con todo. No hay un 'nosotros', y nunca lo hubo.
Es como si esas palabras le hubieran dado un golpe directo al estómago. Jungkook intenta procesarlas, pero cada una de ellas se clava más profundamente en su pecho. Es verdad, fue él quien terminó con lo que tenían, esa relación ambigua, nunca definida, que ambos habían compartido durante tanto tiempo. Pero, ¿eso realmente significaba que no había nada? ¿Que nunca hubo algo entre ellos?
