T

154 14 0
                                    

Un día, Quackity recibió una nota anónima, escondida en el bolso que llevaba a clases de baile.

<<No soy de hacer esto, no te lo tomes mal.

Quería decirte que bailas hermoso.

Lástima que sea un solo triste, sería más hermoso si te viera sonreir.

Tu sonrisa también es hermosa.

Te admiro muchísimo.>>

Sus mejillas se tiñeron de rojo y sus ojos se abrieron ampliamente, se sintió tímido de golpe, y lo primero que se preguntó fue quien era aquel misterioso.

—Spreen— dijo Luzu, apareciendo a su lado de la nada y haciendo que pegara un salto, a veces solía hacer eso. —Alto, cabello largo, muy marcado, lleno de tatuajes...- Luzu asintió, relamiendo sus labios—. Yo que tú lo hago caso.

Quackity tenía el rostro muy caliente ahora, había visto a ese chico que siempre llevaba su cabello largo y medio ondulado atado a la altura de su nuca, tenía un cuerpo que envidiaria cualquiera y una sonrisa encantadora, iba en el turno anterior a su clase y sólo habían cruzado un saludo amable mientras él se marchaba y Quackity entraba al estudio.

—Luzu... Ya te dije que no iba a salir con hombres de nuevo— el castaño negó.

—Quackity, eres un asco para las mujeres— dijo Luzu sin un gramo de sutileza.

—Soy un asco para el amor en general— corrigió el menor.

—A ver, Quackity, te gustan los hombres, ¿Qué problema hay? Ve y ámalos, hay muchos hombres que también aman a hombres, ¿Estás en una fase heterosexual o algo?

Quackity suspiró con cansancio y rodó los ojos.

—El único hombre que ame en mí vida es y serás tú— dijo, mirándolo, los ojos gatunos de Luzu se abrieron un poco de más y un ligero rubor apareció en sus mejillas. — Temo que cualquier otro hombre me haga acordar de ti, pero es peor que eso porque cualquier otra persona me hace pensar en ti, Luzu.

Caminó de forma silenciosa hacia él, Luzu no se apartó, lo miró sin decir nada.

—Porque ni hay ni habrá nadie después de ti, y porque aún te amo y a pesar de todo no quieres volver conmigo y nunca volverás, pero, por algo sigues aquí, ¿No?

—Quackity, no-

—Me amas también.— afirmó el menor.

Luzu rió con algo de vergüenza.

—Claro que te amo, Quackity, ¿Quién no te amaría?

—Ya sabes de qué forma me amas, Luzu.— dijo el menor, para que él no le restara importancia. Sabes que me amas como yo.

El castaño se mantuvo sin palabras, Quackity se inclinó hacía él para unir sus labios en un beso suave, Luzu cerró sus ojos y disfrutó del contacto, no hubo mucho movimiento ni muchos gestos por parte de ninguno, fue solo una unión de varios segundos, sin nada más.

Quackity lo empezó y lo terminó, se separó para mirarlo con cierta pena.

—Si tu no quieres estar conmigo.. Hay una forma para que yo si este contigo— dijo el menor, de inmediato Luzu empezó a negar.

—Nop, de ninguna manera, estoy aquí para que consigas a alguien que merezcas y ese... No soy yo.— dijo, su tono y mirada hicieron que Quackity se sintiera molesto, porque el mayor quería estar a cargo de todo.— Spreen es un buen partido, Quackity.

Quackity estaba molesto de que su ex novio quisiera que él este con otras personas que en su mente solo pudo decir una cosa para intentar lastimarlo:

— La próxima clase, vendré antes para ver a este tal Spreen.

Y eso fue lo que más le dolió a Luzu, a ambos en realidad, pero fue uno de los momentos claves que lo hacían sentir que en verdad, ya no tenía nada que hacer alli.

Ghost Of You - Luckity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora