"La Luna de los Lobos"

"Dudas"

De regreso a casa en su Camaro, Derek frenó bruscamente. Se dio cuenta de que Stiles lo había visto en su forma de lobo, pero lo que le pareció extraño fue que Stiles no se sorprendió ni mostró miedo alguno.

-Sour Wolf:Stiles, ¿puedes hablar?

-Pecoso:Claro, Derek. ¿Qué pasa?

-Sour Wolf:Hoy, cuando frené de golpe y me viste en mi forma de lobo, no te sorprendiste ni tuviste miedo. ¿Por qué?

-Pecoso:Hola, Derek. Al principio sí, pero ya sabía de la existencia de los hombres lobo. Mi madre es una bruja y mis tíos son cazadores.

-Sour Wolf: ¿Tú también eres un cazador? *se asusta*

-Pecoso: No, claro que no. Y para que quede claro, nunca te haría daño. Yo soy un brujo.

-Sour Wolf:Eso explica muchas cosas. Gracias por decírmelo, Stiles.

-Pecoso:De nada, Derek. Quería que lo supieras. No hay secretos entre nosotros.

-Sour Wolf:Me alegra saberlo. Buenas noches, Stiles.

-Pecoso:Buenas noches, Derek. Que descanses.

Ambos se quedaron pensando en lo maravillosa que había sido la noche y en lo afortunados que eran de haberse conocido.

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Derek llegó a su casa, sonriendo de oreja a oreja. No podía dejar de pensar en Stiles y en la cita que habían tenido en el cine. Se sentía emocionado y nervioso al mismo tiempo, ya que había descubierto que sus sentimientos hacia Stiles iban más allá de una simple amistad.

Al entrar en la casa, su madre lo recibió con una sonrisa.

—¿Cómo te fue, hijo? —le preguntó.

Derek se sentó en el sofá y comenzó a contarle a su madre sobre su cita con Stiles. Le habló sobre cómo se habían reído juntos, sobre cómo habían conectado en el cine y sobre cómo se sentía atraído por él.

Su madre lo escuchó atentamente, sonriendo cada vez que Derek mencionaba el nombre de Stiles.

—Me alegra que te haya ido bien, hijo —le dijo—. Parece que has encontrado a alguien especial.

Derek asintió, sintiendo que su madre entendía exactamente lo que estaba pasando.

—Mamá, creo que quiero cortejarlo —le confesó.

Su madre sonrió y le puso una mano en el hombro.

—Eso es maravilloso, hijo. Siempre te he dicho que debes seguir tu corazón.

Derek se sintió aliviado y emocionado al mismo tiempo. Sabía que su madre lo apoyaría, pero también sabía que cortejar a Stiles no sería fácil. Tenía que ser honesto con él y esperar que sus sentimientos fueran correspondidos.

—Gracias, mamá —le dijo—. Voy a intentarlo.

Su madre sonrió y le dio un abrazo.

—Estoy segura de que todo saldrá bien, hijo. Solo sé tú mismo y muestra a Stiles lo que sientes.

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Stiles llegó a su casa con una sonrisa que no podía ocultar. Había pasado una tarde increíble con Derek y no podía esperar para contarle a su padre. Al entrar, encontró a su padre, el Sheriff Stilinski, sentado en el sofá leyendo el periódico.

—¡Papá! —exclamó Stiles, dejando su mochila en el suelo y corriendo hacia él.

El Sheriff levantó la vista y sonrió al ver la emoción en el rostro de su hijo.

—¿Qué pasa, Stiles? Pareces muy contento.

Stiles se sentó junto a su padre y comenzó a contarle todo sobre su cita con Derek. Le habló de cómo habían ido al cine, de las risas compartidas y de cómo se sentía cada vez más atraído por Derek.

—Papá, creo que quiero tener algo serio con Derek Hele—confesó Stiles, sus ojos brillando de emoción.

El Sheriff lo escuchó atentamente, asintiendo con la cabeza.

—Me alegra oír eso, hijo. Los Hale son una buena familia y muy buena gente. De hecho, tu madre era amiga de Talia, la mamá de Derek.

Stiles abrió los ojos con sorpresa.

—¿En serio? No tenía idea.

El Sheriff sonrió y puso una mano en el hombro de Stiles.

—Sí, solían pasar mucho tiempo juntas. Talia es una mujer maravillosa, y estoy seguro de que Derek ha heredado muchas de sus cualidades.

Stiles se sintió aún más emocionado al saber que había una conexión previa entre sus familias.

—Eso es increíble, papá. Me hace sentir aún más seguro de mis sentimientos por Derek.

El Sheriff le dio un apretón en el hombro.

—Solo asegúrate de ser honesto con él y contigo mismo, Stiles. Si Derek te hace feliz y tú lo haces feliz a él, entonces tienes todo mi apoyo.

Stiles asintió, sintiendo una oleada de alivio y gratitud.

—Gracias, papá. Eso significa mucho para mí.

El Sheriff sonrió y volvió a su periódico.

—Ahora, ¿por qué no me ayudas a preparar la cena? Podemos hablar más sobre Derek mientras cocinamos.

Stiles se levantó y se unió a su padre en la cocina, sintiéndose más seguro y emocionado por el futuro que le esperaba con Derek.