Rebecca
Mi respiración se atora cuando me doy cuenta de lo que acabo de decir. Perdí mi cerveza. Quiero morir de vergüenza, pero intento mantener la calma como si estuviera flirteando y no quejándome sobre perder la bebida.
—Es realmente solo soda con sabor a cereza con un poco de vodka —le digo. Sus ojos van a mis labios y no puedo evitar lamerlos.
Entonces miro los suyos y noto por primera vez cuán llenos son.
Luego imagino cómo se sentirían contra los míos… sobre mi cuello. Me doy cuenta que la estoy mirando fijamente cuando su boca forma una media sonrisa y he sido atrapada perdida en una fantasía.Por suerte, en ese momento Amber deja mi bebida y la alcanzo.
Tomo un largo sorbo mientras intento darme algo que hacer. Le echo un vistazo sobre el borde de mi vaso y no puedo evitar pensar que es la mujer más guapa que he visto. De alguna manera me hace sentir pequeña cuando nunca he tenido esa sensación antes. Encajo perfectamente en su regazo y me hace sentir delicada y femenina.
—Realmente lo siento por tu camiseta —le digo de nuevo.
No puedo creer que hice eso. La primera mujer que se gana mi atención en una eternidad y derramo mi bebida sobre ambas. Esta es la razón por la que nunca salgo con Irin. Algo como esto siempre me ocurre.
—No me importa. Terminé contigo en mi regazo, así que lo llamaría una victoria. Siéntete libre de derramar tu bebida sobre mí en cualquier momento si termina así.
Es guapa y encantadora, lo cual es, al parecer, exactamente en lo que mis cosas de chica están interesadas.
—Eres dulce —digo, pero parece sorprendida por mis palabras. Como si no me creyera.
La mayoría de las personas probablemente estarían molestas si arruinara una camiseta cara como esta. No me van las marcas, pero conozco el logo en su camiseta y es ciertamente más de lo que podría permitirme reemplazar. Que le reste importancia tan fácilmente es más de lo que esperaba.
Amber resopla y le echo un vistazo.
—Dulce, mi culo —murmura mientras se va para tomar la orden de otro. Me hace preguntarme qué sabe que yo no. O tal vez solo está siendo Amber. Le gusta molestar a los turistas.
—Dios, eres hermosa —susurra Freen, como si no quisiera decirlo en voz alta.
—No estás nada mal —admito.
Tiene ojos color verde que me recuerdan a la galaxia. Su cabello negro es de esta sexy longitud. Tiene brillantes ondas y un lado está metido detrás de su oreja.
Extiendo la mano y paso mis dedos por su pelo, sorprendida por cuán atrevida estoy siendo. Normalmente, soy tan tímida en lo que respecta a las personas guapas que me consume. Tampoco he estado nunca tan cerca de alguien tan malditamente sexy antes, así que tal vez mi cuerpo no sabe cómo reaccionar.
Justo ahora, lo único en lo que puedo pensar es que la idea de Irin de perderla con un turista no suena tan mal. Aunque esta luce como si pudiera romper mi corazón para el momento en que se vaya de la isla. Pero por primera vez desde que perdí a mis abuelos, siento algo más que tristeza. Excitación y algo más que no puedo determinar fluyen a través de mí. Bebo un poco más de mi cóctel y decido que voy a absorber este momento por todo lo que vale. No me he sentido tan bien en mucho tiempo, ¿y qué si rompe mi corazón? He decidido que no puedo pasar toda mi vida al borde preocupándome sobre perder el hotel y llorando la pérdida de mis abuelos. No querrían que viviera así.
Calidez se esparce por mi cuerpo y no sé si es porque bebí lo último de mi bebida rápidamente o por el hecho de que estoy en el regazo de esta hermosa mujer. Pero de cualquier manera, mis hormonas están chisporroteando como fuegos artificiales y no quiero que se detenga.
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Paradise (FreenBecky G!P)
RandomFreen Sarocha consigue lo que quiere, pero cuando un hotel en una pequeña isla rechaza su oferta para comprarlo, hay un problema. Ahora tiene que volar a la remota ciudad, encontrar al propietario y cerrar el trato. Ese era el plan... hasta que...