Rebecca
Miro hacia el reloj colocado en la mesita de noche y sé que necesito levantarme. Hay cosas que tengo que hacer, pero ahora mismo, todo lo que quiero es permanecer aquí. No quiero pensar en nada más que este momento con esta mujer rodeándome. Siento como si estuviese
tumbada en una nube esponjosa y cálida sin una preocupación en el mundo.Todavía no puedo creer que anoche traje a una mujer a casa del bar. Deslizo la mano por su pecho, disfrutando de cada cima. Es agradable despertarse con alguien a tu lado. Dios, ni siquiera conozco a Freen, pero tengo miedo de qué va a venir después. Claramente no es de aquí, y anoche fue tan buena que no quiero que termine. Me duele el corazón por no llegar a hacer esto de nuevo con ella. Intento alejar todos esos pensamientos y centrarme en vivir el momento. Quiero disfrutar de este trozo de diversión mientras está aquí.
Inclinándome, le doy un beso en el pecho antes de salir de la cama.
Tengo el cuerpo dolorido de la forma más increíble mientras me estiro. Bajo la mirada a mi magnífica extraña, esperando que vaya a estar aquí otra noche. No estoy preparada para que esto se termine.
Aunque puede ser una muy mala idea. Podía enamorarme más de ella y acabar con mi corazón roto.
Tomando mi ropa, le robo su camisa y me la pongo. Me escabullo y camino hacia mi habitación, pero no llego muy lejos antes de encontrarme con Brad. Siento todo mi rostro enrojecerse mientras solo niega hacia mí.
—Me ocupo de la recepción. Tómate tu tiempo —me indica mientras intenta esconder su sonrisa.
Cuando llego a mi habitación, suelto mi ropa y me reclino contra mi puerta cerrada. Debería sentirme más avergonzada por ser atrapada haciendo la caminata de la vergüenza, pero todo lo que puedo hacer es reír. No puedo recordar la última vez que me sentí entusiasmada por algo.
Tal vez podría llevarle el desayuno a la cama. Eso es lo que hace la gente, ¿verdad? Me meto en la ducha y me detengo cuando veo las reminiscencias de anoche todavía empapando mis muslos. Hilos de sangre y semen manchan mi piel, y maldigo. ¿Cómo no pensé siquiera en usar protección? Un bebé es lo último que puedo afrontar ahora mismo. Peor, Freen puede ya haberse ido.
Pudo haber fingido estar dormida y luego marcharse momentos después de que saliese de su habitación. Pero no parecía de esa clase.
Anoche fue muy dulce y posesiva. No puedo verla abandonandome, pero, ¿qué sé realmente de todo esto de tener citas? Mi historial es de cero.
Tengo que prepararme para el día. Sé que va a ser caluroso, así que me pongo unos vaqueros cortos y una camiseta sin mangas sobre mi traje de baño. Me detengo cuando me doy cuenta que no he ido a mi baño matinal. Nunca me lo he saltado. Por alguna razón, lo olvidé totalmente.
Maldición. Freen me tiene desconcertada, y aunque puede que esté un poco desequilibrada, creo que me gusta. Es diferente de los nervios ansiosos que he estado sintiendo los pasados meses con todas mis preocupaciones.
Me cepillo el cabello sabiendo que no hay motivo para peinarlo. En algún momento de hoy terminaré en el agua. Cuando termino, tomo el protector solar de coco y me lo extiendo por todas partes.
—¿Dónde está ella? —Escucho gritar a alguien cuando abro la puerta de mi habitación.
Comienzo a apresurarme hacia la recepción mientras escucho a Freen hacer una escena. Su profunda voz inmediatamente llena mi cuerpo con necesidad. Corro por el vestíbulo y cuando la veo, está completamente nerviosa.
Tiene las manos apoyadas en el mostrador y está sin camiseta, sólo con un corpiño deportivo.
Casi olvido lo que estoy haciendo por un momento mientras simplemente permanezco allí y la admiro. Jesús, seguro que no hacen mujeres como ella por aquí.
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Paradise (FreenBecky G!P)
RandomFreen Sarocha consigue lo que quiere, pero cuando un hotel en una pequeña isla rechaza su oferta para comprarlo, hay un problema. Ahora tiene que volar a la remota ciudad, encontrar al propietario y cerrar el trato. Ese era el plan... hasta que...