V.

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HEAVY


Me sentía tan jodidamente feliz con lo que había pasado.

Y por primera vez, mi corazón se sintió lleno.

Cuando Dee se fue, y aún vivía con mis padres, siempre sentía que algo me faltaba.

Ahora sabía que lo que siempre me había hecho falta había sido precisamente Dee.

Y ahora que lo tenía, jamás volvería a separarme de el, no importa qué o quien pase.

Salí de mis pensamientos al sentir que Dee se separaba ligeramente de mi.

—¿Que pasa? ¿Ahora te arrepientes? — lo mire directo a los ojos con una mirada desafiante.

—Jamás. — contestó el con la voz firme.

Eso hizo que mi semblante desafiante flaqueara por espacio de unos segundos antes de reincorporarme y sonreírle pícaramente.

Dee correspondió mi sonrisa.

—No quisiera separarme de ti ni un segundo más, pero tengo un trabajo de física que terminar, Hevs. — dijo finalmente mientras se levantaba y yo iba detrás de el.

&Esta bien, pero, te recuerdo que aún tenemos una charla pendiente. — no había olvidado que aún teníamos que hablar sobre Lif, tenía que admitir que aún sentía algo de celos por ella, así que quería aclarar mis dudas.

Dee me miró mientras caminaba con una sonrisa ladeada.

—No lo he olvidado, pero ya no estés de celoso por favor. — su tono de voz tenía un toque burlesco.

Enseguida todos los colores subieron a mis mejillas.

—Q-que dices, no estoy celoso Dee. _ dije tratando de ocultar mi creciente nerviosismo.

Dee no dijo nada más y entro a su habitación riendo.

Luego me invito a pasar.

Era tal y como lo pensaba, ordenada a más no poder, todos los colores estaban combinados, tenía una estantería llena de libros y figuras de personajes de Death nothe, entre otras cosas, además, no había ni un solo rastro de polvo.

—Supongo que no abres la ventana seguido. — dije mientras rozaba mi dedo índice en la superficie de un mueble y luego mirandolo para comprobar que efectivamente, estaba limpio.

—Sabes que no me gusta el polvo, Hevs. — tomo asiento en su escritorio, dónde se encontraba muchísimos libros sobre física.

La curiosidad me ganó, tome uno y lo ojie ligeramente.

—Si, aburrido, Dee, ¿En verdad te gusta hacer estas mierdas? — dije dejando el libro en su sitio.

—Si, es un pasatiempo, supongo que mi padre te tuvo que haber enseñado algo sobre física ¿No? — preguntó.

—Si, en realidad, soy bastante bueno, pero en la medida de lo normal, no soy un maldito genio como tú. — respondí alejandome hacia la cama donde me deje caer.

Dee se volteo en su silla y me miró, luego se levantó de la misma y camino hacia mi, yo por inercia me levanté sobre mis codos.

Me sonrió cuando estuvo delante mío, y luego se subió a la cama encima de mi.

Mi corazón comenzó a latir con tanta fuerza que pensé que me daría un maldito infarto.

Mi cara se puso del mismo color que mi cabello y mis ojos se abrieron en grande, sorprendidos por lo que estaban viendo.

Something Forbbiden [Deavy] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora