Platillo 6: Lejos y a la vez tan cerca

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El de cabellos azabaches retiro el lío de frazadas debajo de el, después de que su madre le cantará hasta quedarse dormido. Se había despertado de nuevo debido a estas ocasionales pesadillas y luego no pudo dormir el resto de la noche.

Se levantó y retiro la cortina de las ventanas, permitiendo que el sereno y la luz de la noche se filtrara a través de estas, busco su ropa de trabajo y reviso en su reloj la hora.

El reloj marcaba las 4:00 a.m, solía levantarse a las cinco en punto, debido a qué Rody entrenaba a eso de las seis. Y le gustaba que compartieran juntos mientras le cocinaba.

Pero no quería verlo, no quería verlo pedirle perdón y en su mirada el arrepentimiento porqué no era culpa de Rody... Era suya.

El y su repulsivo ser...

Habiendo estado completamente vestido y aseado se observo al espejo, grandes bolsas violáceas en ambos ojos. Y los párpados rojos e hinchados de tantas lágrimas que derramó anoche; Tenía la garganta seca. Y ni siquiera por qué se había lavado la cara se había visto menos muerto.

Bueno, no importaba nadie iba a verle de todos modos.

Ni siquiera pensó en colocarse las muñequeras que tapaban sus cicatrices y se acercó a la puerta de la habitación, antes de tomar el pomo para abrirla observo un sobre que parecía haber sido deslizado debajo de la puerta. Lo abrió y sacó su contenido, un papel finamente doblado qué abrió para encontrarse con la letra pulcra y cursiva de su madre

«Vincy... Yo, necesito hablar contigo ¿Bien?

Por favor habla conmigo, tomemos té más tarde. He hablado con Rose para pedir un cuarto en el cual tener privacidad, preséntate en su oficina a las 3:00 p.m

Prepararé tu favorito, una tarta de limón y un té de Limoncillo.

Por favor, permíteme hablar contigo

Te ama... Tu mamá »

Vincent mordió su labio inferior, la había hecho preocuparse mucho anoche. A pesar de que el se esforzaba por no ser una carga para ella. Había hecho que se preocupara por el, tenía que asistir.

Puso la carta en la mesa más cercana y se dispuso a abrir la puerta, y cuando la abrió brinco del susto.

Charles estaba enfrente de el, parecía igual de sorprendido. Por qué también pegó un brinco

¡Dios mío Charlie! ¡Que susto! ¿Que haces aquí a estas horas? ¡Casi me da un paro! — soltó en susurros, no podía arriesgarse a que alguien se despertara. Sobre todo porqué iba cómo Edge y no cómo Charles

— ¡Eso debería decir yo! ¿Que haces despierto tan temprano? — susurró el de vuelta con la mano en el corazón tratando de calmar sus latidos, enfocó su vista en la cara de Vincent ¿¡Que mierda le había ocurrido anoche!? Observó sus muñecas y... No estaban cubiertas, joder... Lo que sea que le haya ocurrido, era grave.

Para Vincent, sus cicatrices eran un recuerdo constante de lo qué, según la imagen que le implantaron de el "era". Por eso las tenía cubiertas en su mayoría ya sea con guantes o muñequeras. Era muy cuidadoso con ellas; Las pocas personas que sabían de estás marcas fue por casualidad. Nunca se lo contó por voluntad a nadie.

Vincent... ¿Que pasó anoche? — Le miró con esos ojos que miraban en su alma, Charlie era el único que sabía todo lo que le había pasado a Vincent. El origen de sus inseguridades, todo lo que le había hecho ese hombre

Victor Charbonneau

No podía ocultarle nada a Charlie.

El al ver su expresión, lo abrazo contra su pecho. Queriendo  resguardarlo de quien sea que quisiera hacerle daño... ¿Por qué tenía que sufrir tanto? Su pequeño hermanito ¿No había sufrido ya lo suficiente?

Un platillo digno de un rey (Vincent×Rody Au) CANCELADA REBOOT EN CURSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora