CAPÍTULO 11

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*Capítulos tristes*

Mi corazón palpitaba queriendo salir de mi cuerpo, mis ojos se abrieron de par en par. Quería mover mis piernas pero estaba en un estado de shock que no podía controlar absolutamente nada de mi cuerpo.

Mis oídos pudieron detectar un sonido que parecía ser el del conductor de la moto.

-¡Corre!- dijo algo desesperado, estaba a tan sólo unos metros de mí y mis piernas reaccionaron por si solas, el caño de escape rosó con mi pantorrilla quemándola a través del jean

Solté un pequeño grito desgarrador, estaba tendida en el suelo y el cordón de la calle golpeó fuertemente mi espalda inmovilizándome a través de dolor.

En mis ojos caían más lágrimas de susto, aún no sabía cómo podría tener más lágrimas por botar.

La moto paró de un golpe que hizo chillar sus motos, estaba con mi cabeza baja tratando de controlar mis lágrimas.

- ¿_______? - preguntó esa voz tan familiar que llevó un escalofrío por toda mi espalda.

- ¿Kendall? - pregunté.

Las lágrimas estancadas en mis ojos no me permitían ver con claridad.

Apreté mis párpados fuertemente mientras las lágrimas que estaban en mis ojos se deslizaban rápidamente cayendo en mi sweater.

- Oh Dios mío - se acercó corriendo hacia a mí. Poniéndose de rodillas en frente mío - ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes? ¿Te hiciste daño? - preguntó rápidamente mientras hacia un vistazo rápido por todo mi cuerpo.

Las gotas de lluvia caían precipitadamente empapándonos.

- Sí, mal, algo - le respondí mientras trataba de levantarme y soltaba un grito desgarrador.

- Déjame ayudarte _______ - se puso de rodillas y me cargó hacia su moto.

En el trayecto pude ver su perfil, sus ojos verdes que brillaban en esta oscuridad, su nariz respingada, y seguí bajando hasta llegar a su boca, en forma de corazón y con un color rosa natural, unos labios besables. Ante mi pensamiento, me ruboricé levemente.

- Con cuidado te pondrás adelante mío - dijo mientras me apoyaba en la parte delantera del asiento de la moto y él se poso detrás de mí.

Sus brazos rodearon mi cintura mientras el encendía la moto y con cuidado daba marcha.

Moví mi cuello hacia la izquierda para ver a una pareja junto a su pequeño hijo, correr en la lluvia, y sentí que la barbilla de Kendall se posaba del lado derecho de mi hombro.

Sonreí inconscientemente. Y puse mi cabeza derecha mientras que él no se despegaba de mi hombro.

- Llegamos - dijo mientras apagaba su moto y me ayudaba a bajar de la misma.

Se desató una tormenta, con relámpagos truenos y más lluvia. No lo iba a dejar aquí varado.

- Ven entra - le dije mientras él me ayudaba a caminar hasta la puerta grande de roble.

Con mis llaves abrí el portón y lo guié hasta adentro. Cojeando me adentré a la cocina mientras él iba detrás de mío.

Miré al reloj: 22:30 pm.

- ¿Qué deseas para comer? - le pregunté mientras con toda la fuerza que tenía sacaba las ollas, sartenes, cucharas y cuchillos.

- No lo sé… - dijo pensando - Si no puedes cocinar lo haré yo ______ - dijo levantándose.

- No claro que no - le dije obligándolo a sentarse de nuevo - Bien, tengo para hacer pasta o lasaña. Tú decides.

El sonrió levemente.

- Está difícil - yo solo reí mientras que mis mejillas tomaban un leve color rosado - Voy por la pasta - dijo sonriendo. Causando mi sonrisa también.

- Está bien, si necesitas entrar al baño sube las escaleras a la derecha en el primer cuarto - el sonrió en respuesta y se fue hacia las escaleras.

Tomé todos los ingredientes y me dispuse a cocinar, una rica cena para los dos.

Encontrando El Amor (Kendall Schmidt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora