Capítulo Tres

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El hogar de los Madrigal era un completo caos adentro de los muros, Madre e Hijo discutían a cántaros mientras los testigos escuchaban el pleito asustados de las consecuencias, las plantas decoradas desaparecían por el poder de Isabela Madrigal, quien intentaba quitarse las manchas de tinte en su vestido mientras que en su rostro reflejaba vergüenza de su apariencia. Su hermana Luisa tenía la mirada agachada y sus manos juntas, nadie notaba las lágrimas que se acumulaban en sus ojos, sentía lastima por su prima menor y más quien salió corriendo, quería seguirla y consolarla, pero la mirada de orden en Alma se lo impidio, tal vez hablaría con ella más tarde. Julieta intentaba detener a su hermano antes de que la pelea se vuelva a una guerra definitiva, siendo consolada por su esposo.

Pepa y Félix estaban preocupados aunque lo no mostraban tanto. Dolores tenía sus manos cubriendo sus oídos por el tono de Alma y Bruno, su hermanito escondiéndose detrás de Camilo quien miraba a la Abuela con rencor.

- Esta niña, en vez de enfrentar los problemas decide huir - Dijo Alma tocando su frente.

- ¡Ya basta Mamá, Mirabel no tiene la culpa de esto! - Defendió Bruno ya cansado de las acusaciones hacia su hija.

- ¡Si! ¡La tiene y tú lo sabias! ¡Escondiste la visión! ¡Sabías que Mirabel iba a destruir nuestro hogar y aún así no dijiste nada! ¡¿Por que lo hiciste?!

- ¡Lo hice para protegerla! ¡No estamos hablando de un desconocido, es de mi hija! ¡Tu nieta! ¡Lo escondí porque sabía que asumirias lo peor, como siempre lo has hecho!

- Bruno basta, por favor.. - Dijo Julieta preocupada.

- ¡No te metas, Julieta! - Respondió Alma con autoridad.

- Voy a buscar a Mirabel.

- ¡Tú no irás a ningún lado, hasta que hablemos!

- Ya no tengo nada de que hablar contigo, solo perdería el tiempo porque de todas formas no vas a escuchar, si no escuchaste lo que dije hace unos momentos no es mi problema. - Alardeo Bruno antes de ponerse firme y decidido a buscar a su hija, pero antes de irse giro a ver su madre - Ya perdí a mi esposa por culpa tuya, si pierdo a mi hija, eso no te lo perdonaré jamás. - Escupió para al fin retirarse

Ya le costaba más respirar el mismo aire que Alma.

[...]

- ¿Brunito? ¿Que estas haciendo aquí? - Pregunto Emily al ver al esposo de su difunta hija en la puerta de su casa.

- Buenas, Doña Emily ¿Esta Mirabel aquí? - pregunto preocupado por el paradero de su niña.

- No, ¿por que?

- Tuvimos problemas en Casita y.. Ella escapo y temo que se haga daño, pense que podría estar aquí.

- ¿Mirabel escapo? - Pregunto una voz joven detrás de Emily.

- Si Fernando,¡Tengo que encontrarla y hablar con ella! Lo que dijo mi madre le afecto mucho.

- No es por querer ofenderte cuñado, pero tu madre cruzó la línea. No le bastó con causar que mi hermana tuviera un parto prematuro por tanto estrés, si no lastimar más los sentimientos de mi querida sobrina. - Dijo Horacio, el padre de Fernando quien tenía a su esposa Lucía a su lado.

- Pobre pequeña.. - Suspiro con melancolía la mujer mayor.

- Estoy de acuerdo ¡Hay que buscar a Mirabel! - Propuso Lucía.

- ¡Nosotros iremos a la feria y a las tiendas, Bruno, ve con mis padres a la zona de cosechas. Fernando, ve con tu hermano a revisar en las casas, no vamos a volver hasta encontrarla!

𝙀𝙣𝙩𝙧𝙚 𝙇𝙖𝙨 𝙎𝙤𝙢𝙗𝙧𝙖𝙨|| 𝙀𝙉𝘾𝘼𝙉𝙏𝙊 || 𝙋𝙖𝙥𝙖́ 𝘽𝙧𝙪𝙣𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora