02 de julio de 2011( 15 años de edad)

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Cogía algunos paquetes de galletas y dos refrescos para ir comiendo de regreso a Sidney, sabía que Jack no me compraría nada a excepción de un sandwich de jamón que vendían unos de los ambulantes que se encontraban en las casetas de pago.

—¿Qué haces, Luke?
Me giré rápidamente para darme cuenta que se trataba de la esposa de Ben, quien me miraba con una sonrisa divertida desde la puerta de la cocina, me sentí un poco avergonzado de que me viera, prácticamente, robando de su alacena.

—Quería algo para llevar en el viaje— murmuré, pedía en mi interior de que mis mejillas no se tornaran de un color rojizo, no quería quedar más en ridículo—. ¿Puedo?
Ella soltó una risa y meneó su cabeza.

—Adelante, toma lo que quieras— se acercó al refrigerador y sacó un paquete de chocolates—. ¿Los quieres? Puedes llevarlos, no hay ningún problema, de todos modos, tu hermano no puede comer mucha azúcar.

—Gracias— asentí regalándole una sonrisa, tomé el paquete y caminé hacia la puesta para salir de la cocina—. ¿Sabes dónde está Jack?
—Acababa de salir del baño, quizá ya esté afuera— se acercó hasta a mí y abrió—, iré por Ben.

Sin más que decir, se fue. Relamí mis labios y caminé hacia el pórtico. Jack estaba de pie cerca de las pequeñas escaleras que conectaban el jardín delantero.

—Mamá dice que ha estado lloviendo— mencionó, rascó la parte trasera de su oreja y dio un bostezo—, pero le dije que acá no, así que nos iremos con cuidado por si la lluvia aparece.
—Tormenta tropical— comenté. El me miró extrañado—. Hay tormenta tropical en la costa de Sidney, ya pasó por Melbourne, ahora viene hacia Brisbane. Creo que es de cinco grados de latitud, realmente no recuerdo.

—¿Cómo mierda sabes eso?— Jack me interrumpió, su ceño se fruncía y la incredulidad también se plasmaba en su rostro
—Hay algo que se llama noticias y la pasan por televisión, no sé, creo que deberias verlas algún día, a veces dicen cosas educativas y otras no... pero eso es algo imposible si siempre te la pasas viendo porno.

—Tu igual ves porno— atacó—. Eso es normal, ¿bien?
—Al menos yo sí sé diferenciar las categorías— sonreí, el dio un paso hacia mí y metió un ligero golpe en mi cabeza—. ¡Hey!
Quería replicar por su acción antes hecha, pero Amanda y Ben aparecieron tomados de las manos, sería un largo viaje de diez horas, aún me preguntaba si Jack podría aguantar, papá le había dicho que si estaba muy cansado paráramos cerca de un hotel para que pudiera descansar, pero sabía que no lo haría. No lo hizo de venida, así que no dudaba en que no lo hiciera de ida.

—Bien, entonces ya nos vamos— anunció Jack
—Vamos, Pushi
—No me llames así— espeté poniéndome de mal humor
Él echó una risilla y yo volqué los ojos. Ese maldito apodo me sacaba de mis casillas cada que lo escuchaba, una larga historia de la creación de ello.

Sólo que había descubierto mi fastidio y desagrado cuando me llamó de es forma y yo terminé aventándole un vaso. Me regañaron a mí y después a él, pero más a mí. Me incorporé y caminé hasta mi hermano mayor y su esposa para despedirme de ellos, después de eso, subí al auto y me puse el cinturón de seguridad, Jack entró luego y encendió el motor para comenzar nuestro destino.

Me encontraba pensando en el dolor de trasero que tendría después, realmente esto sería un gran martirio. Seis horas después la carretera se encontraba mojada y el parabrisas no se detenía ni un segundo tratando de quitar todas las gotas de la lluvia que caían sobre el cristal, ninguno hablaba, nos habíamos peleado por algo estúpido, él detuvo el auto unos momentos para poder tranquilizarse y, una vez que lo logró, retomó el camino.

Ahora, en el estéreo sonaba una canción que Jack había puesto desde su celular.
—Esa canción se refiere a Dios— hablé después de un rato.
Sentía un poco la tensión y creí que no me respondería, pero me equivoque cuando escuché que río.

—Muchos dicen eso y es cierto, es un hombre hablándole a Dios, quizá reprochándole que llegó tarde a su vida, pero muchas personas se atan a la idea del amor, los creyentes dicen que Dios es amor... ¿entiendes?. Es cuando estás perdido y llega alguien con amor a cambiar la perspectiva de tu vida, alguien que siempre estuvo en tu camino...

—¿Cómo lo relacionarías sentimentalmente?— lo interrumpí
—En la canción, el hombre le pregunta que porque llegó tarde, Dios le dice que siempre había estado ahí, solo tenía que llamar y creer.
El tenía que dar la iniciativa para levantarse. Si lo usamos en una forma de noviazgo... pues la persona dañada intentará ser mejor persona si él así lo quiere, si se deja ayudar, ¿vas tomándole el hilo a las cosa?.

—Pues en pocas palabras sería que uno cambia si así lo quieres, si se deja ayudar— hablé obvio—.¿Es eso?
—Sí— sonrió sin despegar la vista de la carretera—, entiendes rápido, Pushi
—Y vas con eso de nuevo, es cansado oírte con esa mierda todos los días, ¿no te cansas?— farfullé y me deje caer contra el asiento completamente.

Tomó una bocanada de aire y blanquéo los ojos.
—Eres tan amargado
—Me molesta el hecho de que me llames de tal forma— mascullé, desviando mi mirada a la ventana, donde las gotas de lluvia se resbalaban por el cristal.

—Sabes que lo digo en broma, Luke— dijo en un suspiro él
—Eres un asco como hermano. Realmente lo eres
—Maldición, cállate— reprochó Jack sonando enojado—. Me comienzas a irritar, eres insoportable. No aguantas una maldita broma, si sigues con ese jodido carácter nadie te va a soportar. Entiendo el porqué no tienes novia.

—¡Basta!— gruñi mirándole mal, no pude evitar darle un golpe en el hombro con fuerza, juraba que no había sido mi intención golpearlo tan fuerte
—¡Idiota! ¿¡Estás estúpido o que demonios ocurre contigo!?— vociferó con el ceño fruncido.

Quitó la vista de la carretera y me miró, estaba furioso— ¡No vuelvas a hacerlo!
—¡Entonces deja de joder!
Él gritó algunas cosas y no pude evitar devolvérselas, creamos una tormenta de cosas hirientes y ofensivas.

Entonces, todo paso tan rápido que no me dio tiempo de reaccionar, lo único que vi con tanta claridad fue como una gran luz blanca se se apoderaba del lado de Jack, el sonido de las llantas haciendo fricción con el pavimento chillaron tan intensamente que sentí mis oídos sangrar.

Todo fue acompañado de un gran estallido y las bocinas de algunos autos sonando.
—¡Luke!
La voz de mi hermano gritando mi nombre sonaba a súplica y miedo. Un último golpe en seco sacudió mi cuerpo, mi vista se nubló por completo y creí que sería la última vez que vería el cielo.

Mi cabeza dolía y me sentía desfallecer poco a poco ¿estaba muriendo?. No sabia si estaba llorando o eran las gotas de lluvia, pero sentía mis ojos junto a mis mejillas húmedas.
Quería permanecer consiente, obligaba a mis ojos mantenerse abiertos y trataba de moverme, pero eso era en vano porque no podía hacer nada.

Quería buscar a Jack y saber si estaba bien, sólo eso. Sin embargo, un sonido se apoderó de mí alrededor, no sabía si lo creaba mi propia mente o en realidad sucedía, un momento hubo mucha luz y después perdí todo tipo de noción.

Antes de ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora