Paquete Familiar.

¿Qué piensas Wei Ying?

Wei Changze estaba preocupado, ¿cómo decirle a su pequeño que papá va a rehacer su vida?. La inestabilidad emocional de Wei Ying no está bien y no sabe cómo lo va a tomar. Por eso, recurrio a la psicóloga para un consejo.

- entiendo su preocupación y está situación para todos los niños es igual - la doctora hace una pausa - .... Para los niños con problemas como su hijo y los que no, es lo mismo.

- pero mi hijo, me preocupa, no puedo evitarlo - Changze hace ver su preocupación.

- le voy a dar unas simple instrucciones que debe seguir: primero. La conversacion se debe llevar en una zona de confort, en dónde el niño se sienta seguro.

Despues. Tiene que validar y empatizar con sus sentimientos, y emociones. La comunicación debe ser habierta. Debe hablarle de su nueva pareja. Debe hacerlo sentir estable y seguro. Tiene que sentirse incluido. Y lo más importante, debe tener mucha paciencia. Otra cosa, si desea que su hijo confíe en lo que le está diciendo, háblele con seguridad, el niño no tiene que sentir su inseguridad, de lo contrario va a fracasar y sólo generara un temor innecesario en el niño - instruye la doctora.

Wei Changze recuerda claramente todo lo que la doctora le dijo. Por eso ese día viernes, se tomó la tarde libre y fue a buscar a su bebé al colegio.

Cuando Wei Ying vio que su padre lo esperaba, sus ojitos brillaron de alegria y dando un chillido de emoción corrió a los brazos de su padre quien lo tomó y le dió un beso en la mejilla.

- ¿cómo está mi poderoso cachorro? - pregunta Changze, girando mientras sostiene al niño por sobre su cabeza y le hace reír.

- bien... ¿cómo te fue en el trabajo, por qué salió temprano? ¿vamos a ir a la casa del tío Jiang? - pregunta emocionado el pequeño.

- no amor, no iremos con el tío Jiang - le hace cosquillas en la guata - me fue bien en el trabajo y sali temprano porque extrañaba a mi bebé...

- ¡papá, ya no soy un bebé! - se carcajea Wei Ying, mientras se abraza al cuello de su padre.

- pero eres mi bebé... podrías ser uno grande o ¿quieres seguir siendo uno pequeño? - le da otro beso.

- ¡mnnnnh! - piensa el niño golpeando su barbilla con uno de sus dedos - bueeeeeno, voy a seguir siendo tu bebé, pero uno grande porque ya no soy chiquito...

- entonces mi bebé grande, iremos al súper de compras, quiero cocinar algo sabroso.

- ¡sí, algo sabroso y rico...! - aplaude, sonríe y es feliz el niño. Y aunque Wei Ying repitió lo mismo con sinónimos, por esta vez el padre no quiso corregir la gramática de su hijo.

Wei Changze tenía todos los ingredientes en su carrito, ahora solo tenían que ir al área de los juguetes. Su hijo le había dicho que sus patines ya no le quedaban y que quería unos nuevos.

Para Wei Ying todos los patines eran geniales, tanto que, no sabía cuál elegir. Sacaba uno y lo miraba con los ojitos llenos de estrellas, luego otro llamaba su atención, dejaba el que  tenía en la mano y agarraba otro.

La reponedora que estaba cambiando los precios, cansada de ver cómo el niño desordenaba, se le acercó molesta y le agarro del brazo.

- oye niño, ve a desordenar tu casa. Vete de aquí.

- ¡pero a mí me gustan los patines y quiero verlos! - exclama con un quejido de dolor al sentir la presión fuerte en su brazo.

- ya los viste, mira como dejaste... ¿No te han enseñado que no debes tomar las cosas? - reprende la reponedora soltando al niño de un tirón que le hace tropezar.