gold tears (Golden x Mai)

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Título: Gold Tears
Ship:   #Goldai/ #MariGold

Una estela plateada corría por las calles, con pasos apresurados y nerviosos, sus cabellos resaltaban ante la vista y se sacudían tras su nuca. Su mirada violeta miraba para todas partes, desesperada, en busca de una conocida figura. Se preocupó cuando no pudo encontrarlo en ninguno de los sitios que habían pasado los dos, juntos y divirtiéndose. Y ni Anne, Freddy, Ronnie o Alex, su prima, ni siquiera el resto de la banda THE TOY'Z sabían algo de su paradero. Golden Jr. se había esfumado.

Y él se había encargado de no ser visto.

Con la excitación nerviosa, escudriñó los alrededores, cada vez más oscuros.

Si no mal recordaba, a el rubio le gustaba tener un momento solo para él. Poder relajarse, sin presiones. Pero también, le interesaban los lugares más frecuentados, aquellos sitios donde los locales de vicio tenían su sede y necesitaba localizarlos para cuando se lanzase a efectuar una inspección que le llevase hasta Golden.

Sus ojos no perdían detalles de cuanto veían y cuidando todo lo posible que no dejará pasar desapercibido algún rastro o evidencia que la condujera hacia el paradero desconocido del rubio. Iba recorriendo la calle principal y se fue fijando en los establecimientos que más le podrían interesar. Vagando entre el gentío para reconocer sus mechones rubios.

Suponía que a tales horas no era facil encontrar al Freddy rubio por las calles. Una cosa interesante hubiese sido saber dónde se podría hospedar, pues ha estado dando vueltas hasta la caída de la tarde y, al anochecer, aun no poseía ni una mísera pista. Se estaba haciendo de noche y le mortificaba el hecho de que no tendría un lugar a dónde ir. Intentó convencerse para sí misma que él no era partidario en emplear medidas drásticas (salvó por su prima, pues ella era mas rebelde, no se dejaba amilanar ante nadie, y hacía todo lo que tuviera en mente para no seguir reglas estrictas) ¿O acaso el hijo estrella de Los Golden se le ocurrió la estúpida idea que para librarse de las ataduras de su familia, su única solución era vivir en las calles?

Se detuvo ante un local de aspecto festivo

La pizzería FAZBEAR'S no solo era un lugar bastante concurrido, sino también era dónde Los Missing Animals pasaban el rato y "su lugar de reunión", por decirlo de alguna manera. Entró con la esperanza que estuviera aquí. Y con el corazón palpitando en su mano, lo divisó, por fin, de espaldas, solitario, y en la mesa más lejana.

De pronto, se sintió en total paz.

No lo encontró mendigando, ni nada.

Estaba tan aliviada. Tan feliz...

Se acercó rápidamente hasta él, rodeando al resto de la clientela y el personal, y cuando lo tuvo cerca... ── ¡AY! ¿Qué... ? ¿Mai? ─sus ojos grises se abrieron con sorpresa.

Ella le dió un pequeño pellizco.

Estaba molesta. Aunque irradiaba una ternura y dulzura en su personalidad y aspecto que casi no podía tomarse en serio su enojo. Era tan adorable que su molestia no se dejaba apreciar bien.

── Será Madeleine para ti  ─contestó en un tono duro, que apenas podía tomarse en serio por su aguda voz. Se sentó frente a él, y una adolorida tristeza inundó sus ojos── ¿En qué estabas pensando? ¿Qué tenías planeado? ¿Sabes por cuánto te he buscado? ¿A cuantos de tus amigos, más tu prima, que les he preguntado dónde podrías estar y me negaran que tampoco te han visto en todo el día? Y lo peor de todo, es que esto no es la primera vez en la que decides desaparecer. Y, ¿sabes qué? Yo entiendo porqué lo haces, tu prima te conoce y entiende muy bien, tus amigos, tu grupo siempre están ahí para tí... Pero lo que no entiendo es porque insistes en abandonar no solo el bodrio que es tu familia sino a los que te quieren también...

Tras la perorata que soltó, él se sintió peor de lo que estaba. Dolido, y acobardado. Cómo si lo hubieran retado. Mirando a la pizza con anchoas que había pedido, se quiso sincerar con ella. Se lo merecía.

── Mai, es que... yo... ─le tembló la voz. La carga se le hacía pesada── Solo ya estoy harto, y cansado. Me siento atrapado dentro de una jaula. Yo ya no quiero seguir con esto. Ya no puedo seguir con esto. Y pensé que quizá... a lo mejor, pensé que...

La joven le robó el refresco del joven y bebió un poco, cuando tragó, le interrumpió

── Hay que dejar en claro unas cosas ─sus ojos violáceos, tan oscuros como un crepúsculo y al mismo tiempo brillantes e hipnóticos, le traspasaban el alma como una bala── Para empezar, espero que no se te haya ocurrido que por tu miedo en volver a tu casa te hayas planteado la idea de vivir en las calles, como un marginado

Un silencio un poco denso como respuesta, que le hizo intuir que aunque no fuera su decisión final, sí lo había pensado.

── Freddriksen... ─dijo, seria y en un tono monocorde, su nombre completo

── ¡Es que no entiendes! ¡No quiero volver ahí! ¡No puedes obligarme a regresar! Esa mansión es todo menos algo a lo que pueda llamar un hogar, ¡ni se siente como uno! ─en su voz se oyó un deje de disculpa── Es mejor vivir en las calles que...

── Nada es mejor que vivir en las calles, Freddy ─le atajó, intentando consolar su ánimo── Pudiste haberme pedido ayuda a mí, y con gusto podría mantenerte. También tienes a los Missing Animals, tu banda, tus amigos... hasta ese pelirrojo gruñón te tiene aprecio, aunque no lo demuestra.

«No tienes porqué lidiar con esto solo»

El rubio se le agrietó el corazón. Estaba conmovido. Estaba tan sumido en su miseria que se había olvidado. ¿Cómo fue que su primera opción era ser un marginado?

Contemplaba agradecido por la chica.

Al final, llegó a la conclusión que las cosas que todas las cosas que ha visto cómo malas en su vida y la de Joyce, lo ayudaron a abrir sus ojos y mente para cosas verdaderamente buenas e importantes de las cuales antes no se percataba: la amistad y el amor de aquellos que si se preocupaban en su bienestar. Y que fue lo bastante estúpido como para olvidarlo, y que su primera opción fuera vivir "en una cajita de cartón"

Sus ojos morados lo contemplaron con indulgencia, una calidez en esa dulce mirada que lo hacía acordarse de su madre── Cada vez que sientas que el desánimo te está abrumando, solo piensa en esto: "Si te dieran a elegir entre llorar o reír por el resto de tu vida, ¿qué responderías?" ─su pálida mano acarició el dorso de la suya── "Si, al igual que yo, preferirías vivir riendo, ¿por qué estás dejando que la tristeza te consuma?" ─el rubio agarró su mano en un apretón cariñoso── ¿Sabes? Siempre te vamos a apoyar, pero no todo el tiempo vamos a estar para tí para salvarte de tus demonios internos, eso es algo que también dependerá y recaerá en tí. Y sé muy bien que si importancia les das a todo eso que temes y molesta ya no habrá ¡SONRISAS! ─compusó una de sus enormes y usuales gestos, lo que lo hizo sonreír de inmediato. Contagiado de su vivaracho humor── Es una misión de cada quién, y la mejor arma que tenemos es nuestra sonrisa, porque los sufrimientos no son eternos. Nada lo es, excepto la muerte, los impuestos y mis divagues.

Ella se rió, y él la secundó.

La risa, su risa, generaba amnesia. Te hace olvidar por ejemplo que tienes el corazón roto

FHS: THE SHADOWSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora