Capitulo VI: Dias Cotidianos

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En mi vida anterior siempre me queje de lo aburrido que era todo, decía que daría lo que fuera por tener una vida más emocionante en un mundo más fantasioso. Y aquí me tienen, luego de quien sabe cómo llegué al mundo Bakugan pero en vez de estar machacando a todos en batallas estaba yendo a mi trabajo luego de la secundaria.

Ni siquiera en mi vida anterior fui tan responsable con un empleo, pero estos últimos dos días trabajando de forma cotidiana en el restaurante fueron muy relajantes, con mis padres tan lejos de casa como siempre lo estaban esa atmósfera hogareña era algo que hace mucho habia olvidado.

-Elias podrías llegar tarde de vez en cuando muchacho, estás en la flor de tu juventud y disfruta más de meterte en problemas, quiero una excusa para regañarte- el señor Misaki casi que lloraba al ver lo comprometido que estaba en cumplir al pie de la letra el acuerdo que hicimos el domingo pasado.

-Que soy Liam- le recordé rodando los ojos con fastidio -y eso no pasará, nunca escapó de mis obligaciones-

-Que niño tan maduro y bien educado ¡¡Antes de tener a mi princesa Runo siempre quise tener un muchacho así!!- entonces el se quebró empezando a lloriquear mientras veía las fotos de Runo esparcidas por doquier -¡Agradezco tener la oportunidad de cumplir mi sueño de alguna forma!-

-Es tan volátil como su hija- Leónidas dijo refiriéndose claramente a sus cambios de humor abruptos e intensos.

-No puedo negarlo- decidí ignorar las cosas que balbuceaba para ir al baño a cambiarme, guarde mi ropa cotidiana de siempre en la mochila y a cambio me puso el conjunto que usaba para el restaurante -y ya estoy perfecto-

Una vez alistado salí para dejar mi mochila en un lugar seguro y sentarme a ver el restaurante a esta hora vacío o con sus clientes ya atendidos.

-Oye Liam, te olvidaste esto- Alice entonces me sorprendió saliendo de quien sabe dónde, ella llevaba algo en sus manos y lo empujó sosteniendolo contra mi pecho.

-Vamos Alice... No hace falta- intenté negarme pero la chica solo me veía fijamente con dulzura como su arma mas persuasiva.

-Oooh por favor, el rosa te queda muy bien. Y claro que si no le diré al señor Misaki que incumples con el uniforme- y así de un momento a otro paso de negociar a ordenar sin ningún tipo de alternativa, esa chica podía ser manipuladora cuando quería bajo esa fachada de  corderita amable... Aunque ya debería de saber eso.

-Primero para que sepas no firme ningún contrato así que no se me puede aplicar ningún código de vestimenta- le dije con el ceño fruncido como si fuera de lo más obvio antes de ponerme el maldito delantal rosado con estampas de rosas -segundo, solo lo hago por qué no quiero averiguar cuántas formas de chantaje rusas conoces-

-Oh vamos ¿Sabes que eso puede ser racismo?-

Tengo un alma Argentina, por supuesto que lo soy pero lo negare fervientemente hasta el final como buen argentino -¿Y no ibas a seguir chantajeandome si me negaba?-

-Dije que eras racista, no que no iba a obligarte de usarlo de alguna forma- me cedió la razón mientras se cruzaba de brazos -¿Y como estás hoy Leo?-

-Decepcionado del poco espíritu de Liam y como una mujercita puede mandonearlo, empiezo a sospechar que el género dominante es el femenino en este mundo- ese idiota como siempre buscando que me enfade, un día de estos iba a darle unos cuantos martillazos.

-No seas tan duro con el, desde siempre la mujer ha tenido mayor poder persuasivo sobre los hombres- Alice declaró de forma orgullosa con una sonrisa muy divertida.

-Oh para nada- lo negué de inmediato cruzandome de brazos molesto intentando conservar mi dignidad y orgullo en todo momento.

-¿Me ayudas a lavar los platos más tarde?- ella me pidió abriendo bien grande los ojos y con una mirada suplicante de cachorrito en la calle durante un día de lluvia.

Bakugan:Lost DreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora