✦ ࣪ null ˙ ˖༊

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Prolog ݁ . ' ekte lys, kunstig lys '
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Prólogo ࣪  . ' luz real, luz artificial '

Kuroo se preguntaba si lo que sentía era propio del momento o de sí mismo

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Kuroo se preguntaba si lo que sentía era propio del momento o de sí mismo. La luz amarillenta iluminaba el gimnasio en el que entrenaban, de tal forma que alteraba todos los colores que normalmente percibían con la mirada.

Solo ocurría en primavera, cuando el sol lograba ponerse en el ángulo exacto de las ventanas del techo del salón.

Kenma practicaba sus armados hacia atrás con Lev, con el fin de que el ruso pudiera hacer remates abiertos, pero no lograban más que frustrar al armador, quien no comprendía cómo podían no coordinarse, si con cierta persona eran tan espontáneos como la propia acción de pestañear.

El capitán estaba del otro lado de la red, dándole indicaciones en contraparte al peliblanco, fingiendo una seriedad inestable por aquel latido constante que lo desorientaba. No podía evitar sonreír al ver la expresión molesta de Kozume, con su cabello largo brillando, sus ojos amarillentos buscándolo antes de armar, desafiándolo a detenerlo. Pero era casi imposible. Kuroo sabía perfectamente lo que haría Kenma, y Kenma sabía perfectamente lo que pensaba Kuroo. Era tan paradójico como divertido para los dos mejores amigos enfrentarse, porque finalmente ambos dejaban al descubierto mínimas fallas técnicas, que solo ellos conocían y aprovechaban para generar daño.

Se miraban con competitividad, ya fuera por las fintas imprevistas de Kenma o los ataques rápidos que Kuroo realizaba sobre sus bloqueos. Claramente se sacaban de quicio, pero eran los ojos del otro lo que cada uno anhelaba.

Tras un saque del entrenador, la recepción fue buena, pasando la pelota rápidamente al otro lado con un remate de Fukunaga, rápido y directo a uno de los vértices de la cancha. Al instante, Kai lo recibió guiado por sus reflejos, pero enviándolo sin dirección al medio de la cancha.

Kenma leyó el pase apenas se despegó de los antebrazos de su mayor, corriendo tras ella.

—¡Mía! —gritó para asegurar la jugada. Vio al peliblanco frente a él, a una distancia tan cercana que era evidente que debía aplicar lo que estaban entrenando. Lo miró con una mirada furiosa, como diciéndole que debía sacar la inocencia de su rostro y captar que debía actuar con aquella fuerza que luchaban por resaltar con técnica.

El de cabello plateado se intimidó ante la exigente mirada que lo cubrió, preguntándose cómo Kuroo podía soportar aquella presión constantemente o si era algo personal, pero a pesar de sus dudas, no dudó en ir tras el armado perfecto del rubio, que al instante de armar la pelota se dio la vuelta.

Se oyó un estruendo tras otro; Lev había golpeado tan bien como esperaban que lo hiciera los demás chicos del equipo, pero Kuroo no tuvo piedad en detener el ataque apenas lo vio.

know your uncertain ݁ . KurokenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora