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Algunas vez han sentido esa necesidad insasiable de algo? Yo sí.

Jamás creí llegar a este punto de mi vida donde necesitaba de alguna sustancia para seguir, es horrible. La peor decisión que tome en mi vida. Pero fue una decisión desesperada de sentirme bien. Y lo logré, a base de algo tan malo como lo es la droga. Jamás olvidaré el primer día que consumí una sustancia ilícita. Tenía 16 años, fue en una semana de exámenes. Estaba tan frustrada... más aún ante mi más reciente fracaso. Alguien había conseguido el puesto que llevaba años luchando por obtener, sólo 4 veces en toda mi carrera académica lo había conseguido. Me sentí tan impotente, mucho más porque todos simplemente me llamaban exagerada, pero ellos no entendían, no sentían lo que yo sentía. No sentían mi enojo, mi dolor y mi odio. Lloré toda la noche, estaba harta, quería que no me importara nada, quería irme por el lado fácil y justo fue el camino que tome desde ese día.

Tenía algunos contactos que sabía que podían conseguirme aquella sustancia, a pesar de eso no fue fácil, eran bastante caras. Ahorré un par de semanas y me entregaron 20g del mejor cristal de la ciudad, estaba segura que me salvaría de mi miseria. Mi cerebro adolescente no tenía ni la menor idea de lo que iba a pasarme.

Mi primer consumo fue una mezcla extraña de sensaciones; extasis, adrenalina, euforia, alegría y despreocupación. Sentía una energía increíble que nunca había experimentado, ni siquiera cuando llegaba a tomar almenos 4 bebidas energéticas para mantenerme despierta y estudiar. Sentía que podía subir el monte everest corriendo sin morir en el intento, sentía tanto, no quería parar de sentirme así, no quería que acabará. Amé. Cada. Maldito. Segundo.

Inevitablemente, cuando pasaron los efectos, me sentí peor que antes. Aún así, me dije a mí misma que no lo volvería a hacer, de todas formas no tenía más dinero. Lo que no esperé fue esa ansiedad por algo, cualquier cosa. Sentía que me faltaba algo, no podía comer, no podía dormir, no podía hacer nada. Lo único que tenía en la cabeza era consumir más.

Comencé a consumirla más seguido, pronto ya era una necesidad. No necesitaba comida ni agua, necesitaba la "sustancia prohibida", mi cuerpo pedía más y más, ya nada era suficiente.

Si antes estaba mal, ahora estaba peor. Descuidé mis estudios a tal nivel de casi perder el semestre. Descuidé mi físico y apariencia, me veía cansada, degastada y muy enferma. Tan sólo había pasado un año y mi vida se había derrumbado de una manera indescribible. Lo que había construido de hace años se cayó a pedazos frente a mis ojos sin tratar o poder hacer algo, ya nada me importaba, sólo me importaba sentirme bien.

Mis contactos que más bien eran mis amigos, dejaron de venderme de mi preciados cristales, me enojé a tal nivel de que los golpeé y grité cosas que no quiero volver a decir en mi vida. Ellos decían que dejaron de venderme por mi bien, pensaban que habían comido un error al meterme al mundo ilícito, un mundo donde si entrabas. Tenías muy pocas probabilidades de salir. Tenían razón, una vez que la pruebas, no puedes parar nunca.

Estaba desesperada, pase 3 días sin consumir, no porque quería, si no porque no conseguía. El primer día no fue tan difícil, pero él segundo y tercero fueron una tortura. Mi desesperación era tanta que comencé a rasguñar mi piel inconscientemente, a tal nivel de que la sangre salía a chorros, incluso arranque algunos mechones de cabello cuando lo jalaba con frustración. En muchas ocasiones durante el tercer día pensé en tomar el objeto más filoso en la casa y acabar con todo de una vez, pero no era lo que quería, o tal vez sí, pero mis ganas de sentirme bien eran más grandes que dejar de respirar.

Ese mismo día, mi prima me encontró tirada en el piso de mi cuarto, llena de rasguños y manchas de sangre, mis uñas tan largas que llegué a romper mi piel, pedazos de cabello esparcidos por el piso. Lilith también tenía problemas de adicción pero con el alcohol. De vez en cuando consumía drogas, pero no era tan adicta como yo. Justamente Lilith era novia de una de mis ex-proveedoras, ella conseguía la droga y el alcohol de esa forma. Sabía que en cuanto se diera cuenta de que ella facilitaba mi consumo, dejaría de proveerle.

bakugo katsuki one shots (____×bakugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora