La vida de un profesor y estudiante no es para nada sencilla.
El romanticismo entre estas dos vidas distintas podría llegar a sorprenderte.
Dos vidas, Dos relaciones, Dos enseñanzas diferentes.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sparta dejo pasar a Raptor a su casa y este entro con algo de timidez.
—¡Ponte cómodo! Veré si encuentro algo en la cocina.— Dijo Sparta para entrar a la cocina.
Raptor no pudo evitar observar la sala. Camino por todos los notorios cuadros y hubo uno que llamo su atención.
Sin preguntar lo tomo y se dedico a mirarlo enternecido.
—Al final no encontré mucho, pero podemos pedir una pizza.— Observó el detenimiento de Raptor.—¿Qué estás haciendo?—
—Eh.. nada.— Disimuló.
Sparta se sentó aún lado de él, observando lo que sostenía y no pudiendo evitar sonrojarse.
—¿¡Qué haces con esa foto?!—
—¿Eres tú? Luces muy tierno.— Respondió admirando la fotografía.
—Tenía cinco años, me veía horrible.— Quejo.
Raptor le sonrió y dejo la foto en su lugar.
—Eres precioso ¿lo sabes no?— Raptor abrazo las caderas del castaño mientras lo miraba atentamente.
—Esta versión tuya me sorprende cada día.— Le sonrió.
—Aún no me conoces del todo, puedo mostrarte muchas versiones mías ¿no te gustaría ver otra..?—
Los dos rieron para comenzar a besarse tiernamente hasta caer al sillón.
Los besos cortos se volvieron largos y el espacio en sus bocas se hacía más grande.
Mientras que las hormonas los envolvían en el calor del momento, Raptor recordó un pequeño detalle.
—Espera.—Se detuvo.—¿Y tu padres?—
—Trabajando, llegan hasta tarde.— Respondió sin preocupación, dando vía libre a lo se supone seguía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La casa del profesor de química se veía algo deprimente.
La noche mantenía oscura la sala y la televisión era su única fuente de luz a su rostro y sillón mientras este mismo se dedicaba a mirar el programa transmitido sin ánimos.
