La vida de un profesor y estudiante no es para nada sencilla.
El romanticismo entre estas dos vidas distintas podría llegar a sorprenderte.
Dos vidas, Dos relaciones, Dos enseñanzas diferentes.
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Duxo entró cabizbajo por el atentado anterior con Aquino.
—Buenos días clase...—. Hablo sin animo.—Terminen la pintura pasada—.
Se suponía que sus clases eran divertidas, pero esa mañana su humor no era el mismo.
—Psst ¡Sparta!—. Le susurró Mike.—¿Qué le pasa al maestro Duxo?—.
—¿Nada?—. Contesto distraído.
—¿¡Nada!? El pobre solo garabatea en su libreta—.
Sparta miro más detalladamente a su profesor y no pudo no sentirse culpable.
Se miraba somnoliento y decaído, incluso admitiría ver sus ojos llorosos y rojos.
Su venganza era solamente para afectar al maestro Aquino, pero si le dejaba una piedra en el zapato ver como esto le afectaba a su profesor Duxo, el cual había sido clave para tener una relación con Raptor.
—Profesor..—. Observó como Mike se acercó a Duxo.—¿Está bien?—.
—Si ¿por qué?—. Contesto intentando sonreír.
—Es que.. todos notamos su rostro ¿seguro que está bien?—.
—Si Mike, no hay problema alguno—.
—Tal vez una visita al salón del profesor de Química le ayude a sus ánimos—. Guiño su ojo.
Mike sonrió pero Duxo bajo la mirada con una débil sonrisa falsa.
—Termina el trabajo, Mike—. Termino por decirle.
Sparta se sintió peor al mirar su rostro lloroso, intentando ocultarlo con sus manos.
Nadie dijo nada, solo miraron nerviosos y preocupados a Duxo.
—Ya pueden salir..—. Murmuró, pero fue suficiente para que todos escucharan.
—Pero faltan 20 minutos aún—. Dijo una alumna.
—Solo disfruten su hora libre—. Respondió frustrado.
Todos salieron del salón y se alejaron de inmediato, a excepción de sparta, que se quedo en la puerta escuchando los tristes sollozos de Duxo.
—¡Spartita!—. Escuchó detrás de él.—Tengo un nuevo plan—.
—¿Qué haces fuera de tu salón? Aún faltan 20 minutos para salir—.
—Si lo se, pero tuve química con el profesor Aquino y nos dejo salir antes—.
Andres y Ari siguieron avanzando hasta que Gonzalo recordó su idea.
—Descubrí algo que te alegrará—.
Sparta lo miro expectante.
—El profesor Aquino estaba haciendo una carta de disculpas, si intercambias esa por una que no tenga mucho sentido podría funcionar—.
