IV

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Shuhua apenas pudo dormir. Ni siquiera lo intentó. Se quedó en la ventana de su habitación, observando con tristeza las estrellas de la noche mientras recordaba todos los buenos momentos con Soojin, como si no fueran a haber más. En su mente, Soojin se estaba arrepintiendo de no rechazarla y se lo diría con mucha delicadeza en el primer recreo que se encontraran.

Comenzó a recordar la primera vez que la vio. No fue cuando gritó que se iba a unir a la banda por ella, sino cuando Soojin se acercó a Yuqi en la tienda de comida del colegio. Puede que en ese momento le haya molestado que alguien más le hablara a su mejor amiga, pero antes de que pudiera quejarse, la mayor le sonrió y le pidió disculpas por interrumpirla. En el momento en que se fue, ella solo tenía un pensamiento: "esa chica es genial". Era muy pequeña e inocente para pensar algo más que eso.

La mayoría de las veces, Soojin caminaba con una mano en el bolsillo de la chaqueta, con un paso bailarín pero con un aura elegante y femenina. Mientras la veía irse, pensó que quería ser igual de genial que ella. Lo sigue pensando, pero ya no era una necesidad, se conformaba con casarse con Soojin.

En el momento en que Yuqi la agarró de la mano para acercarla a Soojin, se dio cuenta de que Minnie era mucho más genial que Soojin, y debió mencionarla a ella para que Yuqi pudiera ayudarla a acercarse. Sin embargo, esa imagen de que Minnie era genial fue desapareciendo mientras la iba conociendo, pero no le pasó con Soojin. Cuanto más la conocía, más la adoraba.

Cuando fueron a la tienda a arrendar películas se dio cuenta de que podían ser grandes amigas, como ella y Yuqi. Ya que ella agarró una película, pero lo devolvió al pensar que sería muy infantil para que alguien genial la viera pedir ese. No quería que Soojin se diera cuenta de que no era tan genial como la banda.

—¿Qué opinas de este?—le preguntó Soojin.

—¿Los Muppets?

—¿Los has visto?

—Un poco—mintió—, pero no parece ser bueno.

—¿No?—miró el empaque por unos segundos—. Dice que es un musical y me gustan que las películas tienen mucha música.

—¿Quieres casarte conmigo? Yo adoro los musicales.

Soojin sonrió por la propuesta y se dio vuelta para decirle al encargado que iba a llevarse ese.

Un mes después de eso fueron al cine juntas a ver el estreno de Footloose. Soojin había leído en el diario la sinopsis y la invitó a salir. No sabían mucho de lo que se podían esperar de la película y Shuhua estaba nerviosa por haber desgastado su mesada en alguna idiotez. Pero al salir de la sala, sintió que acababa de ver su película favorita y lo mejor de todo es que parecía que Soojin también. Nunca la había visto hablar tanto.

—Sería genial bailar como ellos—dijo la mayor—. La escena donde Ren muestra su rabia de estar en ese pueblo a través del baile, fue fantástica. No sabía que el baile podría expresar tanto.

—¿Y por qué no lo intentamos algo así?—soltó el brazo de Soojin para intentar imitar la escena donde uno de los personajes aprende a bailar, moviendo sus brazos hacia adelante y atrás—. Ya tenemos el ritmo al ser parte de una banda, solo nos falta aprendernos un par de pasos—movió sus rodillas, abriendo y cerrando sus piernas—. Estoy segura de que Soyeon se mataría antes que a nuestra ciudad se le ocurra prohibir la música, como en la película—comentó mientras se movía como un robot.

—Soyeon golpearía con su guitarra al quién lo prohíba—le agarró el brazo al notar que estaba acercando mucho a los autos.

—Eso lo haría Yuqi.

—Puede que lo hagan juntas.

Luego estaba el día que fueron juntas al concierto de Madona. Shuhua compró las entradas para las dos, nunca le dijo a Soojin que tuvo que vender su colección de cassette y fue que cortarle el césped a toda la cuadra para conseguir el dinero. No quería ir sola y Yuqi ya le había dicho que no quería ir porque no le gustaba Madona. Nada volvió a ser igual después de ese concierto, no solo porque conoció a su cantante favorita, sino porque Soojin no solo era "la chica genial", luego de verla disfrutar el concierto como ella, se dio cuenta lo hermosa que era. Ni siquiera se dio cuenta de que se la pasó la mitad del concierto mirando a Soojin, pero en este momento, sus mejillas estaban sonrojadas por darse cuenta.

Take On Me [(G)I-DLE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora