III

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Imaginar a Miyeon con Sana no era algo tan difícil. Miyeon solo soltaba a Minnie cuando estaba Sana ¿Cuál sería la diferencia? Se puso a pensar ¿Cómo sería Miyeon teniendo una pareja que no fuera ella? Todas esas cosas que hacía porque estaba enamorada de ella se irían, puede que su comportamiento cambiara completamente. Eso no le molestó… tanto. La forma en la que trataba a las otras chicas no era tan distinta. Miyeon era cariñosa en sí, además de expresiva y preocupada por el resto. Podría ser novia de cualquiera del grupo fácilmente porque las seis eran amigas muy cercanas, casi tanto como lo eran ellas dos.

Sin embargo, su tiempo se volvería prioridad hacia otra persona. Ya no iría a su casa solo por estar aburrida pues podría molestar a su pareja, tampoco para escuchar con ella el nuevo disco que compró. Haría esas cosas con alguien más ¿Y en eso que le afecta? Tarde o temprano escucharía esos discos y con el tiempo sabrá qué hacer cuando está aburrida. La vida no debía de dependiente de una persona.

Aunque eso no significaría que lo extrañaría, muchísimo.

Abrazó sus rodillas y su mirada estaba perdida en el suelo. Ya no existiría esos momentos donde estaban juntas, sin saber qué decir pero hablando sin parar. Iba a haber alguien más entre las dos, alguien que Miyeon iría cuando solo quisiera hablar estupideces o para quedarse en silencio escuchando música ¿Y luego qué? En la universidad, cuando no compartieran clases ¿En qué momento se vería? Extrañaría sus abrazos, sus risas y la comodidad de estar apoyada en su hombro.

Miró a las chicas ¿Cuándo las vería a ellas? Iban a tener su propia vida, en menos de un año, la banda iba a dejar de existir. Miró a Soyeon, la chica que las juntó para que la gente escuchara sus canciones ¿Qué haría ella luego?

—Le va a dar un ataque de ansiedad—dijo Shuhua y Soyeon se sentó a su lado para acariciarle la espalda.

Minnie se tapó la cara con sus manos y respiró hondo. Solo estaba exagerando, como siempre. Tarde o temprano sus amigas se irían de su vida, irían desapareciendo de a poco. Miyeon también, independiente de que se conviertan en parejas o no. Las parejas también tiene final. Así era la vida. No obstante, era mejor aprovechar el tiempo que tenían para estar juntas, ¿No? Porque no quería arrepentirse de no haber hecho más recuerdos buenos con ella.

—¿Ves que si te gustaba?—dijo Yuqi.

—Las voy a extrañar cuando crezcamos.

—Sí, nosotras igual—dijo Shuhua—, pero te estás yendo al camino equivocado. Concéntrate en pensar en Miyeon.

—Lo que siento por Miyeon es lo mismo que siento por ustedes.

—Y así se inicia una relación poligámica—dijo Yuqi.

—Yo estaría de acuerdo—dijo Shuhua.

—No, tú no dejarías que nadie más besara a Soojin—dijo Soyeon y Shuhua asintió con la cabeza.

—Yo sí dejaría que Miyeon besara a alguien más.

—Eso es porque eres estúpida—dijo Yuqi y Soyeon asintió con la cabeza—Un beso no es solo juntar sus labios, no no no, es un momento íntimo, le estás permitiendo a alguien que traspase tu espacio personal para que te dé el acto de amor más puro.

—¿Y por qué Miyeon besa a Sana?

—Porque son muy muy amigas—dijo Shuhua—No puedo creer que no entiendas la diferencia.

—Además, no es que se la pasen todo el tiempo besándose—dijo Soyeon—solo lo hicieron, ¿cuántas veces?

—¿Unas 10?—dijo Yuqi—pocos si tenemos en cuenta que se conocen por más de 10 años y que las dos son muy cariñosas. Sana besa a todas sus amigas.

—Pero hagamos que Sana no existe—dijo Soyeon— ¿Que pasaría si Miyeon saliera con un chico?—Shuhua soltó una pequeña risa ¿Miyeon con un chico?

Para Minnie no era algo difícil de imaginar. Se imaginó un hombre con un buen estilo, guapo y con una personalidad extravagante. Se imaginó a todas las chicas sentadas en un restaurante de comida rápida, como cuando se juntaban en las vacaciones. Solo que esta vez Miyeon no estaba sentada al lado suyo para compartir la bebida, ya que así se ahorraban dinero. Minnie estaría sentada al frente de ella, tomándose su propia bebida con la mirada fija en el chico. Se imaginó, con asco, como ambos tomaban del mismo vaso, pero con distintas pajitas, mirándose como fuesen cómplices del amor más fuerte de todos. Miyeon sería la primera en reírse y eso contagiaría al chico. Luego de terminar de beber se acercarían, se besarían y susurrarían su amor eterno. En ese momento Minnie seguirán bebiendo su bebida, juzgándolos.

¿Y si querían ir a un concierto? Miyeon llevaría a su pareja, disfrutaron y se besarían mientras ella estaría al lado. Mirándolos con odio por quitarles la emoción de estar viendo a una banda que le gusta. No iba a poder cantar junto a Miyeon, gritando la letra mientras están de la mano para no perderse entre la multitud.

¿Y cuándo pasé diez años? No, se reusaba de estar lejos de Miyeon ¡Ella era su alma gemela! Según Shuhua. Con ella podía hacer y decir cualquier cosa. Hasta los chistes más aburridos tenían gracia junto a ella. La vida era distinta con ella. Hizo un puchero y miró a Soyeon. No quería que nadie le quitara su puesto.

¿Y si ella fuese ese chico? Estaría sentada junto a ella, como siempre, pero con un ambiente completamente distinto. Todo sería distinto si aceptaba su confesión. Se imaginó tomando del mismo vaso, sin poder quitar su mirada de la mayor, porque no podía negar que Miyeon era la persona más hermosa que conocía. Por fuera y por dentro. Miyeon sería la primera en reírse, siempre era ella con sus pensamientos impredecibles. Minnie tardaría en seguirle su risa, sin dejar de tomar su bebida, se dedicaría a disfrutar su alegría. Luego le susurraría lo mucho que la ama, lo bella que se ve con ese vestido y lo mucho que envidiaba su labial por tocar sus labios. Ambas reirían sobre eso y ella no podría evitar besarla.

Joder ¿Eso era estar enamorada?

Su mente volvió donde el concierto, esta vez sin ese chico lindo que se imaginó. Ambas estarían de la mano, saltando y cantando la canción que muchas veces disfrutaron en la habitación de la mayor. Le agarraría la mano con dominancia, preocupándose de que no se alejara. Puede que hasta en la mitad de una canción romántica el cantante dejaría de ser importante y tan solo quisiera mirar a Miyeon.

No quería que Miyeon amara a nadie más que ella.

—Llegó—susurró Soyeon—. Sabía que llegarías.

Acarició sus labios, estar perdida en la montaña hubiese sido el momento más romántico de su vida si no fuese una estúpida. Quería golpear a esa Minnie por hacerle daño a Miyeon. Yuqi tenía razón. Le había permitido a Miyeon traspasar su espacio personal para que le diera el acto de amor más puro. Se habían besado de una forma romántica, no sé amigas. También desde la perspectiva de Minnie, que le desagradó que Miyeon se alejara. Esta vez no dejaría que se alejara, se encargaría de disfrutar lo más posible su delicadeza y cariño.

—Me gusta Miyeon—era extraño decirlo en voz alta, pero se sentía bien.

—Ahora debes de aceptar su amor después de las clases de mañana—dijo Yuqi.

—¿Y no podrá hacer ahora?—se levantó y salió del salón de música.

Las chicas se levantaron para ordenar sus cosas e irse. Ya iba a oscurecer y los profesores la iban a retar de nuevo por quedarse hasta muy tarde. Yuqi guardó las cosas de Minnie ¿Cómo podría ser tan genial? Pensó Soyeon.

—No está—dijo Minnie cuando las chicas la encontraron la salida.

—Menos mal, que tienes que pensar una respuesta decente—dijo Shuhua.

Take On Me [(G)I-DLE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora