Katsuki se entera de que su novio de más de cuatro años (Izuku) le es infiel con su mejor amigo Kirishima.
En un arranque de ira, va a la casa de su novio para demostrarle que él no es ningún idiota con el que puede jugar.
Pero quien lo recibe no es...
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Aprieta su teléfono en la mano, tan fuerte que sentía que podía romperlo e incrustarse el vidrio en la palma y los dedos, pero está tan cegado por la ira que no le importa, ni siquiera cuando la pantalla de su celular comienza a quebrarse.
En ella, se muestra el chat con un número desconocido, el último mensaje de esa persona fueron muchas imágenes de su maldito novio y de su "supuesto" mejor amigo; besándose, abrazados, tomados de la mano y también de capturas de pantalla de mensajes entre ellos.
Todos los cabos se unieron; sus salidas canceladas por el pecoso siempre eran para ir a verse con el maldito pelos de incendio, no para ayudar a su tía Inko con la cafetería. Y ahora tenía sentido su rara actitud, diciendo estar ocupado por sus tareas en la facultad de medicina, evitándolo y sin duda alguna, sin querer tener sexo con él. Claro, ahora está disfrutando de follarse a su mejor amigo, a sus espaldas.
Los dos eran unos malditos hijos de puta. Si creyeron que le verían la cara de estúpido (que así fue lamentablemente por cinco meses), fueron muy idiotas. No se quedará de brazos cruzados y actuará como un imbécil sólo para conservar su relación con el pecoso. No. No es un pendejo.
Maldito inútil. Tenía toda la cara de inocente, pero era un traga pollas sin vergüenza.
Sea quien sea la persona que le haya mandado todas las fotos y capturas de pantalla, se merece un maldito altar. Tiene todas las pruebas suficientes para ir a encarar a ese idiota y exigirle una explicación, pero claro, no será un imbécil para perdonar algo así. Dios, es asqueroso pensar que estuvo compartiendo un mismo hoyo con alguien más.
Es sábado, Deku debe estar en casa con sus padres, así que sale de su apartamento con toda la intención de acabar con esa basura hoy mismo. No permitirá que le vean la cara otro día más, no, se lo hará saber hoy mismo y será en persona. Ya quiere ver como el maldito nerd asqueroso le rogaba porque volvieran, quería humillarlo y degradarlo como la maldita puta que es.
Lo llamo un par de veces y le escribió cientos de mensajes exigiendo verlo. Todas sus llamadas fueron ignoradas y enviadas al buzón, y los mensajes ni siquiera eran recibidos. Seguramente ya sabía que se enteró de todo, y simplemente quiere evitarlo.
Pensó que seguramente estaría ocultándose en su casa, así que sin importarle nada, llegó a casa de los Midoriya y comenzó a golpear la puerta y tocar el timbre repetidas veces.
-¡DEKU! ¡SAL AHORA MALDITA SEA! -exigió en un rugido, golpeando la puerta con mucha fuerza- ¡ENTRARÉ Y TE OBLIGARE A SALIR DE AHÍ, HIJO DE-!
La puerta se abrió frente a sus ojos, pero no era la persona que él quería ver. El rostro inexpresivo y aburrido lo miró con desinterés, y sus ojos desiguales demostraban irritación en todo su esplendor.
-Mi hermano no está, Bakugou-San -le respondió con voz monótona y cansada, como si hubiera interrumpido su sueño-. Salió con mis padres, ¿Quiere pasar y esperar a que vuelva?
Bakugou maldijo en su mente y comenzó a caminar de un lado a otro, ignorando la pregunta del heterocromático. No quiere quedarse ahí y esperar a que Deku llegue para reclamarle, sería sólo una perdida de tiempo. Es noche, debería volver a casa y hablar con él mañana en la facultad.
De nuevo, sus ojos se posan en el chico semi albino, hermano menor de Deku; Shouto Midoriya. Una idea cruza su cabeza, y su mente comienza a trabajar en una venganza contra su maldito (ex) novio. Dios, es un puto genio.
Deku decidió tirar su relación de cuatro años y seis meses a la basura, a él no le importará follarse a su hermanito menor a sus espaldas, sabiendo el duro golpe que representaría en el pecoso.
Ese inútil de mierda iba a pagarle todas y cada una de sus infidelidades, y lo haría en donde más le duele.
