Capítulo 17. Culpables

6 3 0
                                    

Al haber destruido la voluntad de su hermano menor, Kuraitsuki tan solo lo mira divertido, verlo como se retorcía del dolor, Cassiel herido por los golpes se levanta con dificultad y al ver esa escena se queda congelado; los demás también llegan al destino, solo para presenciar el suceso de un demonio caído.

Sharett: ¡Dakumyujikku!

Intenta ir con él, pero esa presencia de ver a su maestro lo hace retroceder.

Antes que los demonios intenten hacer algo, una oscura presencia aparece con ellos, clavando dagas de luz contaminada que hacen gritar al ser con dolor.

Kuraitsuki: ¡Maldito seas!

— Pensé que te había quitado las alas, demonio.

Una voz tan fría resuena, abriendo sus alas oscuras y ese traje perteneciente a los ángeles, Cassiel levanta su mirada con dificultad y al mirarlo comienza a temblar.

— En fin, no perderé mi valioso tiempo contigo —mira a Ruby quien no hace ningún tipo de movimiento, dándole el beneficio a la emperatriz.

Las dagas comienzan a absorber la oscuridad del demonio hasta que involuntariamente logra dejarlo inconsciente.

— Por órdenes de mi emperatriz… todos quedan bajo arresto.

Aletea sus alas haciendo una neblina que obliga a todos los presentes dormir profundamente, el rey Ryuketsu y Nahia se habían retirado de forma cobarde.

En una celda llena de luz, se encontraba encerrado el demonio oscuridad Kuraitsuki y frente a él, la emperatriz Gwenyth, quien se encontraba herida por la contaminación en su alma.

Gwenyth: al fin en la celda, no sé qué tramabas hacer, pero finalmente te tengo en mi control demonio.

Kuraitsuki tenía unos grilletes especiales que evitaban que use sus poderes, de repente murmura algo en su idioma de demonio, para suerte de Gwenyth podía entenderlo.

Kuraitsuki: ¿Dónde están los demás?...

Gwenyth: están encerrados en una celda por conspiración, partícipes de tu plan… —ríe un poco— por cierto, alguien quiere verte.

El demonio alza su mirada para verla, sus gestos eran inexpresivos, pero se podía ver cierta confusión.
De repente siente una presencia helada muy familiar, esa presencia que era capaz de cambiar de expresión al demonio a uno de no poderlo creer…frente a él, estaba él…el amor de su eternidad, que a pesar de los años seguía sintiendo su corazón palpitar de forma frenética y ahora lo estaba mirando no a ojos de Gwenyth, ni no, con sus propios ojos de demonio.

Kuraitsuki: Ruby… —su cuerpo se mueve solo e intenta ir hacia él.

El demonio alcanza avanzar una cierta distancia; Ruby, con esa mirada fría que lo caracterizaba, se acerca y con sus manos heladas acaricia esas blancas mejillas decoradas por esas marcas de demonio.

Ruby: no recuerdo haberte visto antes… pero eh sabido que has hecho mucho daño…

Al escuchar eso de las palabras de Ruby, inevitablemente una lágrima de sangre recorre sus mejillas, de repente siente ése frío abrazo, donde podía sentir el aroma característico de su alpha, cierra los ojos para disfrutar de ese frío y ese aroma, si no tuviera los grilletes también lo pudiera abrazar.

Ruby: sin embargo…te me haces muy familiar…es una sensación muy extraña —recorre sus dedos por esa cabellera negra brillante y susurra muy bajo con una voz muy dulce— todo va a estar bien Kuraitsuki…

Kuraitsuki: Ruby… —su voz se oía quebrada a punto de querer llorar.

Ruby: aquí estoy contigo, no te eh dejado mi demonio.

Este era el proceso de un mortal volver a la vida, sus recuerdos son confusos que por breves momentos vuelven a ser ellos mismos, entonces tenía que ser paciente para que su Ruby lo busque por voluntad propia, y al parecer el Ruby desorientado había vuelto, se separa del demonio y vuelve con su emperatriz, quien miraba la escena con algo de celos.
Kuraitsuki sabía que era mejor así, aunque sea doloroso ver a su amado de esa forma; aprieta su puño teniendo un claro objetivo.

Mientras que en las otras celdas estaban los demás demonios involucrados, Cassiel y Dakumyujikku estaban en la misma celda, Dakumyujikku no se veía muy bien, había logrado recuperar su propia gema durante su combate con Ryuketsu y la estaba protegiendo.

Cassiel: tú…me recuerdas a alguien…¿A caso tú?...

Dakumyujikku: …me descubriste…lo siento Cassiel…soy Dakumyujikku Doll…quien hizo todo este tiempo el papel de Tyler MoonLight.

Cassiel: —suspira suavemente— así que ¿Tyler también fue falso?

Dakumyujikku: todo fue parte de un plan…

Cassiel: supongo que me van a dar explicaciones después… No te ves bien, ¿Puedo ayudarte?

Dakumyujikku: —niega— tranquilo, no es mi gema…no sé si deba contarte esto, es algo muy humillante para un demonio —ríe leve.

Cassiel: no importa, no te voy a juzgar, lo prometo.

Dakumyujikku: bien… verás, cuando a un demonio destruyen su arma, es un dolor intenso, ya que es creado desde lo más profundo de nuestra alma, depende de que tan fuerte es nuestra voluntad…y al parecer bajé la guardia… pero tranquilo, no voy a morir.

Cassiel: eso suena muy doloroso…

Dakumyujikku: para los demonios de alto rango, nuestra voluntad lo es todo, es como el honor para los ángeles y los humanos.

Antes de que pudiera seguir la plática, la emperatriz se pone frente a su celda.

Gwenyth: vaya que estoy siendo muy considerada hoy, si mi padre estuviera aquí los ejecutaría sin más —suspira pesado— supongo que me estoy ablandando un poco…si se lo dicen los mato…en fin, Cassiel, Dakumyujikku, tienen visitas.

Llevan a ambos a salas separadas; de lado de Dakumyujikku, se encontraba un alpha muy imponente, con una gema anaranjada y ojos dorados, junto a Xezbet.

Dakumyujikku: padre… hermano —baja la mirada en señal de respeto.

Xezbet: que hermano tan débil…a parte de quitarme a Kuraitsuki, dejaste que destruyera tu arma.

Dakumyujikku: bueno, no fui el único al que le destruyen su arma…

Xezbet: ¡Irrespetuoso!

— Ya fue suficiente —habla con voz autoritaria el demonio frente a ellos, ambos hermanos guardan silencio— ¿Dónde está tu hermano?

Dakumyujikku: en una sala especial.

Xezbet: supongo que es para los que van a ser ejecutados, me alegra mucho.

El gran demonio tan solo se voltea con unas intenciones misteriosas.
De lado de Cassiel, lo llevan a dónde habían 2 ángeles, el ángel oscuro que los mandó a dormir y un ángel tan atractivo, con plumas blancas con dorado; ambos lo miraban de forma seria.

— Toma asiento ángel desertor —habla el ángel de plumas doradas.

Cassiel: comandante Shinsei… arcángel de la muerte… —tembloroso se sienta en esa silla bajando la mirada.

— Esta es otra prueba de lo mucho que me decepcionas… debería mencionarte conforme a tu nombre…ya que has dejado de formar parte de el imperio real… Cassiel… siempre eh odiado ese nombre.

Cassiel: perdón… —derrama unas lágrimas.

— En fin, no voy a desperdiciar mi tiempo con un traidor como tú.

El ángel oscuro se retira dejando al ángel de plumas doradas y a Cassiel a solas, por parte del comandante, se mantenía con una mirada con algo de lástima.

Y es que era momento de que todos ellos pagaran por sus actos contra la emperatriz Gwenyth.

Kurayami No AkumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora