cuatro

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Alma estaba más que acostumbrada a soñar, pero la parte de cumplir sus visiones nunca ocurría. Eso cambió ese día cuando se estacionó frente a la dirección donde la habían citado para hablar con María Corina Machado.

Casi sonaba como una mentira, por eso seguía repasando aquellos momentos en su mente.

— Pase y siéntese. —indicó uno de los muchachos sacándola de sus pensamientos, mientras abría una puerta a otra pequeña sala.— La señora Machado vendrá en un momento.

— Gracias. —dijo con una ligera sonrisa para luego obedecer las indicaciones.

Se sentó en el sofá blanco que había al centro de la sala, pudo reconocer el lugar donde la líder había grabado sus últimas entrevistas luego de que vandalizaran su oficina. Supuso que ese era el espacio más parecido a una oficina que tenía por el momento.

— ¡Alma! —exclamó Maria Corina apenas abrió la puerta.— Hola, es un placer. —y con decisión se acercó hasta la más joven para abrazarla, gesto que fue recíproco.

— Es un honor que decidiera atenderme, seño... —ni siquiera terminó la frase cuando Maria Corina frunció el ceño y esto provocó pánico en Alma.

— Epa, no. —la mayor negó con la cabeza.— Nada de señora. —y al dejar escapar una ligera risa, contagió a la más joven, tranquilizandola en el proceso.

La líder le indicó con un gesto que tomara asiento, lo que Alma obedeció sin poder evitar fijarse en la elegancia con la que la mujer se sentó y cruzó sus piernas.

— ¿Cómo preferiría que la llame? —cuestionó antes de avanzar en la conversación, de verdad no quería cometer errores.— ¿María, Corina, o ambas?

— María está bien, y sin usted, puedes tutearme.

— Entendido.

— Bueno, ahora yo quiero entender quién es Alma y qué me ofrece.

— Sí, disculpa. —dijo, mientras buscaba recordar como iniciaba el discurso que ya había repasado.— Sé que no tiene... —se aclaró la garganta para corregirse.— tienes tiempo de sobra.

— Tranquila, esto me sirvió para despejar un poco las otras reuniones. Me hablaron de un documental.

— Es correcto. —la joven sonrió ligeramente, y la sonrisa que obtuvo de María le dio el valor de hablar.— Soy productora audiovisual,  me dedico a la fotografía principalmente ya que es lo que resulta más rentable en el mercado, y como todos, por el momento estamos centrados en el dinero primero que en la pasión.

— Estamos por cambiar eso muy pronto.

— Y lo agradezco mucho. Eso es lo que me trae aquí. A pesar de no especializarme en el área de periodismo, el giro que ha dado la historia política del país estos meses me ha dado mucha fuerza, ¿sabes? —María asintió, se lo habían dicho mucho esos días.— Y estar allí en la concentración luego de que se demostrara el fraude, ver a la gente con tanta esperanza puesta en una persona, en una líder, me conmovió y me inspiró. Creo que las personas te sienten muy cercana a ellos, y quisiera poder darles un vistazo un poco más amplio a quien eres, quien fuiste y qué te trajo aquí. Has llegado a la gente de pueblo en pueblo, con esto, podrías llegar al corazón del mundo.

— Wow. —fue todo lo que dijo la líder, y su silencio luego de eso logró preocuparla un poco.— Alma, esta es una de las pocas ocasiones en las que me he quedado sin palabras. —admitió con gracia.

— Ese es el efecto que causas con tus discursos, María. Te lo aseguro.

— De verdad es una propuesta hermosa, te agradezco que hayas decidido crear esta idea, —la mayor se acercó para tocarle el hombro.— compartirla, y estar aquí para hablar conmigo.

close to you [mcm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora