Deseo de sentirte

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—Yoongi, ¿podemos hablar? —dijo Jimin con voz preocupada cuando finalmente logró comunicarse con él al día siguiente.

—Claro, Jimin, ¿qué pasa? —respondió Yoongi, su tono sonaba cansado y algo distante.

—Ayer te esperé en el parque, como habíamos acordado, pero no llegaste. Me preocupé un poco, pensaba que algo había pasado. —Su voz denotaba preocupación.

—Lo siento, Jimin. La verdad es que estuve bastante cansado. He estado con un poco de fatiga últimamente y no pude ir. —Yoongi trató de sonar convincente, aunque su voz era menos enérgica de lo habitual.

—Entiendo. Bueno, ¿qué te parece si te espero en casa antes de que me vaya al bar? Así podemos charlar un rato. —Jimin ofreció, deseando aclarar la situación.

—Está bien, te agradecería eso. Nos vemos entonces antes de tu turno.

—Perfecto, hasta luego. —dijo Jimin, sintiendo una mezcla de alivio y duda.


Esa tarde, Jimin estaba en casa cuando Yoongi llegó. Al abrir la puerta, Jimin vio a Yoongi con un semblante fatigado y algo demacrado, pero hizo un esfuerzo por sonreír.

—Hola, Yoongi. —le dijo mientras lo invitaba a pasar—. ¿Te sientes bien?

—Un poco cansado, pero estar contigo siempre me anima. —Yoongi intentó mantener una sonrisa.

Se sentaron en el sofá y comenzaron a hablar sobre los buenos momentos que habían compartido. Jimin recordó las noches en el parque y cómo disfrutaba ver a Yoongi sentado en el mismo lugar mientras el baila en el bar. Yoongi, con un sentimiento profundo en el corazón, decidió abrirse a Jimin.

—Jimin, desde el momento en que puse un pie en ese bar y te vi bailar, algo cambió en mí. El primer trago que tomé, la primera vez que vi tu espectáculo... me enamoré perdidamente de ti. Cada sonrisa que me dedicaste y cada risa que compartimos me hicieron darme cuenta de lo que siento por ti. Me has dado tanto, y no puedo evitar sentir que cada momento contigo es especial.

Jimin lo miró con sorpresa y satisfacción, sintiendo que sus propios sentimientos eran correspondidos.

—Yoongi, me alegra tanto escuchar eso. También me he enamorado de ti durante este tiempo. Me encantaría conocerte aún más y ver a dónde nos puede llevar esto.

Jimin, con una sonrisa juguetona, agregó:

—Algún día, me encantaría ir a verte boxear, ¿te imaginas?

La sonrisa de Yoongi se desvaneció de inmediato, su rostro mostrando una mezcla de tristeza y miedo. No podía decirle a Jimin que ya no boxeaba debido a su enfermedad. Su silencio fue una respuesta elocuente.

—No estoy seguro si eso será posible. —cambió de tema rápidamente—. ¿Qué te parece si comemos el postre que trajiste?

Ambos disfrutaron de un postre que Jimin había preparado para Yoongi. Luego, se acomodaron para ver una película romántica. En una escena en la que los protagonistas se besaban, Yoongi miró a Jimin, considerando la idea de darle un beso. Jimin notó la mirada de Yoongi y le devolvió la mirada, el ambiente cargado de una suave luz anaranjada por el sol que se reflejaba en la ventana.

Se sumergieron en sus miradas, completamente inmersos en el momento. Sin darse cuenta, sus labios se encontraron en un beso profundo que los hizo sentir un calor reconfortante en el corazón. Fue un beso que confirmó la atracción y el cariño que ambos sentían el uno por el otro.

El beso entre Jimin y Yoongi se intensificó, volviéndose más apasionado y deseoso. Sus labios se movían con fervor, explorando cada rincón del otro. Jimin colocó sus manos sobre el cuero de Yoongi, sintiendo la delgadez de su cuerpo mientras lo acercaba aún más. Los labios de Yoongi, aunque frágiles, saboreaban los de Jimin con una intensidad que encendía el deseo en ambos.

Días Infinitos YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora