Aun si corres, te persiguen

Capítulo 07.

La clase 1 A estaba muy callada últimamente, incluso las demás clases podían darse cuenta de eso. Y de hecho, trataban de no molestarlos mucho. La verdad era que nadie estaba muy seguro de qué debían hacer, mucho menos qué debían de decir. En el camino a la escuela todos murmuraban sobre su clase y lo que sucedió durante la entrega de medallas del festival; esos susurros también los seguían por los pasillos de la academia. e

Las clases comenzaron después del breve descanso de unos cuantos días, pero todos podían notar el asiento vacío en la segundo fila de pupitres. Aunque nadie lo mencionaba adrede, ni llamaba la atención sobre ello.

El profesor Aizawa entró al aula con un saludo sin mucho ánimo —. Buenas —habló —. Hoy tendremos una nueva actividad —hubo silencio mientras esperaban que el pelinegro acabara de hablar—. Elegirán sus nombres de héroes —soltó.

Hubo unos cuantos murmullos emocionados antes que Aizawa los hiciera callar —. Esto tiene que ver con la selección de profesionales para dar experiencia en el campo —anunció en cuanto todos hicieron silencio.

Izuku miró el asiento vacío frente a él, mientras su profesor de aula seguía explicándoles a todos. Cuando levantó la vista, saliendo de los pensamientos sobre su amigo de la infancia que se arremolinaban en su cabeza últimamente, las ofertas de los profesionales estaban en el pizarrón, sin más se dispuso a leer.

"Kacchan consiguió muchas ofertas". Pensó. "Aunque tiene menos que Todoroki-kun"

Se volvió a desconectar de todo. ¿Kacchan tuvo menos ofertas por lo sucedido durante la entrega de medallas? ¿Temían que fuera inestable o algo? ¿O se deberá a la polémica que lo rodea actualmente, y que no quieren que les afecte a sus agencias? ¿Cómo reaccionaría Kacchan? Aunque no estaba muy seguro de si el rubio estaría al tanto de las ofertas... ¿Debería ir a verlo? Quizás... llevar sus ofertas y hablar un poco. No sería bueno que Kacchan se quedara atrás.

Todos esos pensamientos pasaron por su cabeza, pero Izuku era consciente de que en realidad lo de las ofertas era un tanto una excusa. Quería ir a ver al rubio, no podía llamarlo como sugirió Mitsuki, así que no tenía tantas opciones, ya que el rubio faltaba a la academia.

Izuku aún podía recordar claramente el vídeo que había visto aquel día, cómo su rostro se había transformado en una mezcla de miedo y enojo, surcado por lágrimas y lágrimas de frustración. Desde entonces, no había sabido nada más sobre Katsuki y su preocupación no hacía más que crecer.

Cuando volvió en sí, Midnight le estaba entregando una pequeña pizarra, Izuku la tomó sin más. 

¿Un nombre?

Cuando pasó un tiempo, Midnight pidió que pasaran al frente a presentar los nombres elegidos. Izuku no prestó atención a ello, sino que miró fijamente la pizarra en blanco entre sus manos.

—Midoriya-kun, ¿estás listo? —llamó Midnight.

—Sí —se levantó y se dirigió al frente. Cuando volteó su pizarrón todo el bullicio se acalló.

—¿Estás seguro, Midoriya?

—Todos te llamarán así.

Izuku se limitó a no decir nada y sólo asentir. Midnight pareció querer decir algo, pero al ver la mirada de Midoriya se resignó simplemente.

Izuku lo había pensado, no estaba seguro de cómo llamarse. Pero tampoco había visto o hablado con Kacchan desde hace días, quizás con esto estaría un poco más cerca de él. Y además, Uraraka había cambiado el significado, ya no era un mal nombre. Quizás con esto, Katsuki podría hallar su camino de regreso.