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Katsuki acababa de salir de la consulta con Sakiko Kanō, su psicóloga desde hace unos meses. Y, desde su perspectiva, la sesión de hoy fue como la mierda. Justo en aquel momento estaba en la sala de espera, mientras sus padres hablaban con Kanō.

Si bien normalmente Katsuki y ella se llevaron lo suficientemente bien después de limar las asperezas del principio, en la terapia de hoy estuvo especialmente renuente a hablar de algo con ella. Y si bien Sakiko le daba su espacio, cada pregunta que le hacía sentía que debía atacar. Kanō lo calmaba con en temple tan normal en ella y Katsuki simplemente ya quería acabar con ello e irse.

Cuando Sakiko dijo que la sesión había acabado y que avisara a sus padres que ya podían entrar, Katsuki no pudo caminar más rápido hacia la puerta del consultorio. Ahora se encontraba sentado jugando con pequeñas chispas en sus palmas, mientras que esperaba en la pequeña sala de espera del consultorio independiente. Realmente no había querido venir aquí hoy, pero sus padres habían insistido después de haberse saltado la última sesión por no querer salir de su habitación.

Para cuando la puerta se abrió nuevamente y sus padres salieron, Katsuki no sabía cuanto tiempo había pasado. Su papá se acercó a acariciar su cabello y su mamá le sonrió; Katsuki no reprochó ante esto al darse cuenta de cómo lo miraban.

"Mal, entonces". Pensó. Y por un momento, pensó que pudo haber bufado si hubiera estado del humor correcto.

—Vamos, Katsuki. Es hora de ir a casa —llamó su madre al mismo tiempo que la asistente dejaba pasar el otro paciente que estaba esperando.

Katsuki se levantó y caminó junto a sus padres. Se montaron en el auto y partieron a casa.

Al llegar, Katsuki se dirigió a la cocina y comenzó a preparar las cosas necesarias para la comida.

—¿Hay algo que quieras comer en especial, Katsuki? Tu mamá y yo podemos prepararlo —el mencionado simplemente negó con la cabeza—. Bien, puedes subir y tomar un baño. Tu madre y yo te llamaremos cuando sea hora de comer.

El rubio no dijo nada y sólo subió las escaleras. Casi corrió a su cuarto y cerró la puerta de un aventón, antes de tirarse sobre la suaves sábanas de su cama y hundir la cabeza en su almohada para gritar. Era muy injusto, demasiado.

Cuando gritar no ayudó. Y que no lo hiciera lo hizo sentir más desesperado. Entonces, empezó a llorar. Luego también se recriminó por hacerlo. Mierda, carajo, ¿Por qué era tan difícil? El problema era él, lo sabía. Ahora deseaba haberle contado a Kanō sobre esto, quizás hubiera ayudado en algo charlarlo con ella.

Katsuki sabía que tenía que hablar con Sakiko, que sería mejor cuando lo hiciera, pero las palabras no salían. También sabía que estaba bien sentir todo lo que estaba sintiendo. Sabía que no era su culpa. Sabía todo eso. Pero no sentía que fuese así.

Era como al principio.

Mierda.

Ahogó sus gritos y lágrimas en la almohada un poco más antes de decidir que era suficiente. No porque se sintiera mejor, sino porque no lo hacía y si seguía así, su mente empezaría a jugarle en contra. Ya ni siquiera sabía por qué lloraba, sabía que no era bueno quedarse en la cama, pero no tenía ánimos de levantarse. Él también sabía que debía entrenar, que era  mucho más necesario ahora que no asistiría a la academia y los maestros ya no estarían para ayudarle en el avance. Decidió hacerle caso a su padre y tomar un baño.

Cuando salió de la ducha, se vistió y bajo a cenar. Su padre estaba poniendo la mesa y le sonrió al verle.

—Katsuki, siéntate, la cena estará en unos cuantos minutos.

El rubio no respondió verbalmente sino que se sentó a la mesa; su padre le dio una mirada comprensiva.

—¿Cómo te sientes hoy? —pregunta suavemente.

—Cansado —respondió, sin más. Era verdad, se sentía sin mucha energía.

—¿Quieres hablar de eso? —insistió un poco—. Kanō-san dijo que no quisiste hablar con ella en la sesión de hoy —agregó.

Katsuki se mordió el labio sin querer comentar al respecto —. No me sentía... cómodo hablando sobre eso justo ahora —confesó.

—Está bien, Katsuki —pausó y dudo un poco antes de volver hablar—. Tu madre y yo queremos hablar un poco más contigo, quizás debamos esperar a que termine con la cena —el menor asintió.

Mitsuki entró al comedor con una olla caliente y una sonrisa, colocó la olla en el centro de la mesa y miró  a sus chicos —. Katsuki, ¿puedes ayudarme a traer lo demás? —dijo mientras se volvía sobre sus pies para regresar de nuevo a la cocina. Su hijo tras de ella.

Una vez todos los alimentos sobre la mesa, la familia se dispuso a cenar. Acabada la cena, antes del postre, el matrimonio se miró antes de la mujer hablara.

—Kats —lo llamó en voz baja, sin necesidad, puesto que el rubio ya los estaba mirando desde su pequeño intercambio de miradas—. Kanō-san nos habló de la sesión de hoy.

—No estuvo bien —se adelantó a hablar el rubio.

—No, no fue tan bien como quisiéramos —admitió Mitsuki—. Te cerraste a hablar con ella.  Pero sabemos que no es tu culpa, ten presente eso, ¿sí? —se apresuró a agregar al final, Katsuki asintió.

—¿Entonces qué? —preguntó, sabiendo que eso no era la único.

Mitsuki cerró su boca y apretó los labios con tanta fuerza que palidecieron, y miró a su esposo en busca de ayuda. Ella no quería decirle a Katsuki, a su niño, lo haría sentir mal. Y ella no quería hacerle daño, no más.

El castaño suspiró—. Lo que tu madre quiere decir —habló haciendo que la atención del rubio se desviara de su madre y la centrara en Masaru— es que Kanō-san considera que debemos aumentar las sesiones, quizás volver a verse dos veces a la semana en vez de semanalmente.

Katsuki miró a su padre unos momentos, antes de girar su cabeza al frente y bajar la mirada. Lo sabía, estaba bien. Las manos que sostenían los puños de tela de su short deportivo no estaba de acuerdo. Respiró hondo, y asintió. Levantó la mirada y su madre le asintió con una sonrisa y ojos acuosos, su padre le sonrió igualmente y posó su manos sobre las suyas, tratando que aflojara los puños.

—Estaremos bien, Katsuki. Lo superarás todo, amor —aseguró su madre, mientras se acerca a él para consolarlo.

Se pondría mejor, ya lo había hecho una vez antes. Pero ahora estaba retrocediendo, ¿en serio estaría bien de nuevo?

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⏰ Última actualización: Aug 18 ⏰

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