Sinopsis:
Siempre he querido proteger a mi hermano Nezuko, pero la traición de aquellos en quienes confiaba me arrastró a un abismo oscuro. Regresada al pasado, me encuentro en un laberinto de secretos y corrupción dentro de la organización cazadora...
Tocaba mi rostro sin poder creerlo hasta que un sonido se escuchó. Me voltee para ver qué era y... Era la caja de Nezuko.
Deje caer el espejo en la cama y corri hasta la caja que se estaba moviendo. Cai de rodillas frente a ella y la abrí con brusquedad.
Nezuko se sorprendio, probablemente porque no esperaba que yo fuera la que abriera la puerta. El gateo en su forma pequeña hasta a mi y luego se levantó, estirando sus brazos para que yo lo abrazara.
Mis ojos se humedecieron al ver a mi pequeña luz que habían apagado antes. Al parecer estaba sonriendo con su típico bambú en la boca.
Me acerque rápidamente hasta el y lo abraze con fuerza, causando su sobresalto.
—¡Nezuko! —Grite su nombre mientras tenía mi cabeza en su hombro.—
El se preocupo y trato de calmarme con palmadas en la espalda, sus ojos también comenzaron a humedecerse probablemente por el susto.
Deje de llorar en su hombro y en cambio lo agarre de las mejillas.
—Eres tu... Mi pequeño Nezuko, estás vivo.
El volvió a mirarme con sorpresa ante mis palabras, estaba confundido.
—Lo se... Se que no entiendes nada Pero eso no importa ahora, ven acá.
Lo volví a abrazar con más fuerza y el hizo lo mismo a pesar de no saber nada.
—Te quiero mucho, hermano.
Su mirada se suaviso y su agarre se hizo más fuerte. Incremento su Tamaño y me acaricio el cabello.
Finalmente... Estas devuelta, Mi niño.
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Me vesti y fruncí el ceño al ver mi uniforme. Ver el logo de la organización de cazadores en mi espalda me enfermaba, Pero no tenía otra opción.
Mire a Nezuko quien estaba a punto de volver a meterse a su Caja, quería llevármelo conmigo, Pero el no quiso, por más que le insisti solo denego.
—Nezuko. —Lo llame, haciendo que el volteara.—
Sabía que el probablemente se sorprendería pero no tendría otra opción. Respire profundo para tomar valor después de que el se volteo a mirarme con confusión.
—Te dejaré solo, Pero si alguien viene e intenta hacerte daño... —Mi voz se volvió más baja al ver como Nezuko se ponía en alerta.— Lo matas.
